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El electodatómetro jerezano
Desde 1979, los partidos con opciones reales de gobierno en Jerez ansían obtener el concejal número 14. Ese es el que da la mayoría absoluta en el plenario jerezano y, por ende, supone no tener que depender de otras formaciones a lo largo del mandato. Así, esa cifra les garantiza que, tres semanas más tarde de las elecciones, el número uno de la lista no tenga problemas para recibir el bastón de mando de la Alcaldía de Jerez de manos del edil más veterano de la corporación.
De las 11 elecciones municipales celebradas en el actual periodo democrático, ha habido cinco mayorías absolutas en la ciudad. Pedro Pacheco, con formaciones andalucistas en sus diferentes marcas, lo logró hasta en tres ocasiones y de manera consecutiva en las convocatorias de 1983, 1987 y 1991. El PSOE consiguió ese hito en 2007 con la candidatura de Pilar Sánchez. Y cuatro años más tarde también lo hizo el PP de la mano de María José García-Pelayo.
El mayor porcentaje de votos recibido por un partido en unas elecciones municipales en Jerez lo consiguió el Partido Andalucista (PA) en 1987. Entonces, la candidatura de Pedro Pacheco se llevó la friolera del 57,2% de los votos, que le permitieron tener 17 de los 27 concejales de la corporación municipal. A día de hoy sigue siendo el mejor resultado en unos comicios electorales en Jerez. Eso sí, tampoco son desdeñables las incontestables victorias de 1983 y 1991, donde superó el 54%.
Ahora bien, las mayorías absolutas de Pilar Sánchez y de María José García-Pelayo fueron avaladas por un mayor número de papeletas —46.671 y 45.667, respectivamente, frente a las 43.870 de Pacheco— aunque con un porcentaje menor (51,06 y 46,56%, respectivamente), dado que el censo en 2007 y 2011 era, por lógica, superior al de 1987.
Está claro que son numerosos los factores que influyen para alcanzar la mayoría absoluta por el sistema de reparto de concejales —el método D’hont—. La asignación de ediles no solo depende del resultado, sino también de la participación y de la distribución de los votos entre el resto de formaciones.
Así, teniendo en cuenta el escrutinio de las cinco mayorías absolutas que ha habido en Jerez desde 1979, ha sido necesario superar el 46% para conseguir la mayoría absoluta.
Juguemos a ‘política-ficción’. Teniendo en cuenta los comicios en los que hubo mayorías absolutas, no es aventurado decir que obtener un resultado por encima del 45% de los votos válidos prácticamente garantizará los 14 concejales en el próximo mandato. Ahora bien, situarse por encima del 40% también podría servir, aunque en este caso también dependerá, y mucho, del reparto de apoyos entre el resto de fuerzas. En este caso, sería necesario que los otros partidos no superaran el 20% de respaldo y que haya una importante dispersión entre las fuerzas más pequeñas.
Un supuesto puede valer para aclarar este asunto. Si el próximo día 28 hay una participación del 55%, un porcentaje de votos nulos del 0,63% y de votos blancos del 1,23% —estas cifras son la la media de los contabilizados en todas las elecciones municipales celebradas hasta ahora—, la mayoría absoluta se podría alcanzar con unos aproximadamente 40.000 votos, el 45% del total de papeletas a candidaturas.
En cambio, quedarse entre los 36.000 y los 39.000 votos podría suponer quedarse en 12 o 13 ediles. Esto le ocurrió, por ejemplo, a Pacheco en 1995 y 1999. En ambos comicios su candidatura superó el 40% (41,1 y 41,2%, respectivamente). Sin embargo, se le acabaron asignando en ambos casos 12 ediles ya que hubo otras formaciones que también superaron el 20% de los votos (el PP en 1995 y PP y PSOE en 1999). Si estas no hubieran alcanzado ese porcentaje, el PAP y el PA, formaciones con las que el exalcalde se presentó entonces, hubieran podido revalidar sus mayorías absolutas precedentes.
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