Indra se implica en la ciberseguridad del sector sanitario
Pone en marcha un centro de Excelencia a través de SIA. La Inteligencia Artificial se desarrollará con más fuerza en los sectores de comunicación y marketing
Indra ha decidido implicarse en la ciberseguridad del sector sanitario y para ello ha puesto en marcha un Centro de Excelencia a través de SIA con el propósito de desarrollar y proporcionar soluciones avanzadas y adaptadas a las necesidades específicas de seguridad de estos entornos.
Enfocado tanto al ámbito público como privado, responderá con su labor a los principales desafíos de ciberseguridad de un sector tan crítico, donde proteger adecuadamente la información de los pacientes, las infraestructuras y los dispositivos médicos, así como la operación, puede llegar a salvar vidas incluso.
Con enfoque internacional y ubicado en su sede de Alcobendas (Madrid), su equipo técnico está formado por expertos en ciberseguridad de SIA especializados en este campo, y cuenta, además, con la colaboración y conocimiento sectorial y de gestión sanitaria de Minsait, la compañía de transformación digital de Indra.
Además, SIA suma a este compromiso el apoyo de su red de "partners" tecnológicos que cuentan con productos y soluciones para dar respuesta a las actuales y futuras amenazas en los entornos sanitarios. Para avanzar con aún más determinación en su actividad, se está trabajando en paralelo en incorporar al proyecto a entidades y organismos dedicados a la investigación e innovación en este ámbito a través de acuerdos de colaboración en áreas concretas.
Roberto Espina, CEO de SIA, sostiene que “el proyecto que se lleva a cabo desde este Centro es relevante para las organizaciones del ámbito de la Salud y la sociedad en general. Se trata de un sector muy vulnerable que, constantemente, está en el punto de mira de los ciberdelincuentes por el volumen de datos sensibles que maneja”.
Según un reciente informe de Enisa (la Agencia de la Unión Europea para la Ciberseguridad), los ciberataques en este sector se duplicaron en el primer trimestre de 2023, en relación al mismo periodo de 2021 y 2022, siendo los objetivos no solo los hospitales, sino también los proveedores de servicios.
El Centro de Excelencia proyectará su actividad en varias líneas de actuación, principalmente, en la protección de la información y los dispositivos médicos (IoMT), la gestión de riesgos de terceros, y la aplicación de la Inteligencia Artificial contemplando sus beneficios y los riesgos que conlleva, para asegurar la continuidad de la actividad en estos entornos, “ya que la no disponibilidad de las tecnologías y los equipamientos puede suponer una amenaza grave para la prestación del servicio y una atención adecuada y de calidad a los pacientes y ciudadanos”, como asegura Roberto Espina.
Internet de las cosas médicas
En concreto, el llamado IoMT (internet de las cosas médicas, por sus siglas en inglés) se refiere a aquellos dispositivos médicos conectados a sistemas de tecnologías de la información a través de internet y/o entre sí (por ejemplo, grandes máquinas de diagnóstico o dispositivos de monitorización de soporte vital); estos permiten a los profesionales de la salud mejorar y agilizar el tratamiento a los pacientes gracias a la posibilidad de acceder a la información de manera instantánea y monitorizarlos a distancia.
Sin embargo, frente a estas ventajas, también surgen desafíos a los que hay que dar una respuesta: garantizar que toda esta información sensible se almacene de forma totalmente segura y el incremento de la superficie de ataque, ante el creciente despliegue de unos dispositivos IoT obsoletos, poco visibles y protegidos, de múltiples fabricantes y protocolos, y con una no adecuada segmentación de las redes IT y OT a las que se conectan.
Gestionar los riesgos
Por otro lado, ayudar a los hospitales y centros sanitarios a prevenir y gestionar los riesgos en terceras partes es otro de los objetivos del proyecto de SIA.
La gestión de la ciberseguridad por parte de las organizaciones del sector sanitario también ha de contemplar el control de los proveedores que colaboran con ellas. “Los terceros también deben de formar parte de la estrategia de protección y monitorización, estableciéndose procesos y controles específicos; los riesgos de ciberseguridad en terceros son riesgos propios”, añade Espina.
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