"Además del Doce, hay que hablar de estrategias"
-¿El presidente Hugo Chávez tiene voluntad de acudir a la Cumbre Iberoamericana de Cádiz de noviembre de este año?
-No hay una confirmación oficial aún de quién acudirá por parte de Venezuela a esa cumbre; ello dependerá de la agenda del presidente. Y tenemos, claro, el compromiso electoral de las elecciones presidenciales del 7 de octubre, y ya sabe que estas elecciones en Venezuela crean un entusiasmo muy particular. Y un interés mediático que sobrepasa a América Latina y otras partes del mundo.
-¿Pero hay ahora algún problema entre Venezuela y España para no acudir?
-No, aunque el punto de vista es distinto, el presidente decía que, a veces, los países andábamos de cumbre en cumbre y los pueblos, de precipicio en precipicio. Venezuela tiene una acción exterior muy intensa, como la creación del Alba, que lo constituyen ocho países latinoamericanos de alternativa bolivariana, y varias más, pero lo que sí hemos dicho es que es necesario tener en cuenta esa nueva realidad de América Latina. Hace 20 años que comenzaron esas cumbres, y las situaciones en España, Europa y América eran distintas. Es necesario resintonizar nuestras relaciones.
-¿A qué se refiere?
-Mire, las relaciones de España con América han estado muy centradas en la inversión de vuestro país en el continente. España, a través de sus empresas privadas, ha sido un gran inversor, ahora creo que es el tercero, pero cuando miramos el comercio con América Latina vemos que es menos que con Portugal. Se trata de que haya un nuevo tiempo político y comercial. Y social. Y también los condicionantes de España con Europa, como ocurre con el caso de los inadmitidos.
-¿Inadmitidos?
-Sí, hay personas que llegan a los aeropuertos españoles y hay problemas. Antes, España tenía una política migratoria muy flexible con América, pero ahora los compromisos europeos imponen condiciones. Eso también es sintonizar, aunque algunos le dicen resetearla, pero es un anglicismo. Por lo que yo he escuchado a mi presidente y a otros es que debe haber una discusión estratégica. Ése es el debate, y muchos jefes de Estado lo están esperando.
-No quieren una cumbre de conmemoraciones.
-España quiere celebrar su Constitución de 1812, con todo su derecho, y no hay ningún problema, pero, además, de ello hay que hablar de estrategias porque América del sur cambió mucho. Hay algo muy importante: por primera vez, se están desideologizando nuestras relaciones en América, no estamos cayendo en la trampa de quienes nos quieren echar a pelear. Eso de una América Latina dividida entre países buenos y malos... No, esa confrontación se acaba, y un ejemplo fue el abrazo fraternal entre el presidente Santos de Colombia y el presidente Chávez. Cuando Colombia se veía como la antítesis a nosotros, y ahora tenemos relaciones estratégicas más allá de lo comercial.
-Nuestro Íbex 35 descansa en buena parte en América Latina, y en España se ve con preocupación casos como los de Repsol en Argentina o Red Eléctrica en Bolivia. ¿En Venezuela están seguras estas empresas?
-Nosotros tenemos una relación con Repsol buena, pero en su día hicimos una gran reforma petrolera y recuperamos el control mayoritario de las áreas. Hay un mínimo venezolano del 51% en estas empresas que explotan yacimientos, pero en Venezuela no hay empresa que no esté segura. Lo único que pedimos es que respeten nuestra legislación. Sólo Exxon y Coloco no aceptaron ese proceso de negociación.
-Parece que le han molestado las últimas informaciones publicadas en España sobre la enfermedad de su presidente. Un periodista de EEUU, Dan Rather, afirmaba que no llegaría vivo a las elecciones.
-Algunos artículos de ABC carecen de humanidad y son falsos; y se basan en fuentes de inteligencia. Es sospechoso que estas informaciones procedan desde Washington. Es una campaña de bajo nivel ético, humano e intelectual. El presidente Chávez nunca le va a mentir a su pueblo; está en un proceso de recuperación franco y firme, y se inscribirá como candidato en el Consejo Nacional de Elecciones.
-Con independencia de ello, es cuanto menos extraño que un presidente de un país rico en recursos como Venezuela recurra a la terapia de otro Estado. Y llama la atención que el presidente no haya explicado qué tipo de cáncer tiene.
-Son decisiones que toman un líder político y, también, un ser humano. Lo que usted dice y pregunta procede de un interés legítimo, y lo entiendo, pero eso no tiene nada que ver con las otras informaciones donde no hay un mínimo sentido de humanidad.
-¿Nos encargará Venezuela más fragatas a los astilleros españoles, como las siete que se han fabricado en Navantia en la Bahía de Cádiz?
-No aquí, pero en Madrid se le dieron muy poca importancia a esos acuerdos. En el contrato se establecía que el último buque, el octavo, debe construirse en Venezuela. Hay que cumplir ese contrato, pero entendiendo que ese buque debe abrir muchas oportunidades para una nueva fase de cooperación. Ese octavo buque debe servir para nuevas alianzas; nosotros pensamos que muchas empresas auxiliares españolas deberían trabajar en Venezuela.
-¿Hay problemas con el Gobierno español?
-No, pero falta aprovechar el éxito de estos buques para explorar nuevas áreas de cooperación. Venezuela necesita más buques, petroleros, reparación, pero debe haber un intercambio y dar le visibilidad.
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