"Las tesis doctorales sobre corrupción deben proponer un mayor control"
José Luis Zafra | Profesor de Economía Financiera de la UGR
José Luis Zafra (Granada, 1977) es profesor titular del departamento de Economía Financiera de la Universidad de Granada y coordinador del Grado de Finanzas y Contabilidad. Con una brillante trayectoria como investigador en temas de información contable en empresas del sector privado y público, en especial en el ámbito municipal, sus informes y estudios son una referencia mundial. Desde que se licenció, ha impartido asignaturas de contabilidad en titulaciones como Ingeniería en Informática de Gestión; Administración de Empresas y Derecho; o Gestión y Administración Pública en diferentes universidades.
-Usted ha dirigido tesis sobre la corrupción en la prestación de servicios públicos locales. ¿Tiene arreglo?
-La corrupción siempre ha existido, pero ahora tenemos unos mecanismos más avanzados para su detección. Había tesis anteriores y la idea es que se pueda seguir avanzando. Lo más importante es que a través de las mismas se establezcan mecanismos que lo detecten y que eviten su existencia en periodos futuros. Las tesis doctorales sobre corrupción deben proponer un mayor control para el futuro.
-¿La corrupción es algo técnico o endémico?
-Las dos cosas. La corrupción está propiciada por la generación de intereses particulares del ser humano. Otra cosa es la ética o la moral de cada individuo que, sabiendo que eso está mal hecho, lo utilice o no a su favor. Pero también es una cuestión técnica, porque las diferentes administraciones públicas tienen que poner los mecanismos para un control adecuado para todos los procesos de contratación o de relaciones con entidades privadas. Sólo así se eliminarán esos posibles intereses particulares.
-De forma resumida, ¿qué mecanismo se pueden establecer?
-Puede haber un mayor control interno a la hora de establecer la vigilancia de las cuentas de las administraciones públicas. Y, cuando se ofrecen contrataciones a empresas privadas, debe haber un mayor control de esos contratos.
-También ha dirigido tesis sobre los factores que explican las formas de gestión en los servicios públicos locales y su influencia en el endeudamiento municipal. ¿Por qué con tantos estudios la práctica va mal?
-La financiación de los ayuntamientos viene vía tributos, vía transferencias del Estado o bien el endeudamiento. Si las participaciones del Estado llegan de forma más o menos fija, ¿qué prefieres, subirle los impuestos a la gente o pedir deuda? ¿Qué es más fácil para un sector público?
-O al menos, más popular entre los votantes...
-Uno de los temas que tratamos es la proximidad de esas variables a los procesos electorales: conforme se acercan las elecciones se tiende más a utilizar deuda que a aumentar la presión fiscal a los ciudadanos. Como hemos dicho antes, existe también un comportamiento humano y aquí se trata de salvaguardar los intereses particulares de los alcaldes en su reelección. Eso está bastante estudiado: más que una cuestión ideológica del partido se convierte en una cuestión oportunista.
-Grosso modo, ¿qué soluciones se pueden proponer a los ayuntamientos?
-El endeudamiento que hay ahora en los municipios no es un problema. Hace unos años sí, pero desde 2011 o 2012 se ha regulado bien y ahora si se incrementa es porque se puede hacer. Cuando hay problemas, los mecanismos actúan. En la empresa privada es diferente pero en la pública la obsesión de reducir deuda municipal puede hacerte dedicar demasiados recursos a la tarea.
-Si eso es así, ¿entonces por qué se hace?
-La gente tiene una percepción del endeudamiento público muy negativa: es malo. Vamos a ver, depende. Es verdad que pagas unos intereses, pero a lo mejor te puede beneficiar el pago a muchos años de esa cantidad que estás aportando. Es un recurso que se puede utilizar, la pregunta es: ¿Hasta qué punto? Otro planteamiento en la Administración es: ¿Qué es mejor, tener superávit presupuestario o déficit presupuestario? Siempre se habla de que lo ideal es un nivel que roce el cero. En las entidades públicas el objetivo no es obtener beneficios sino que tus recursos lleguen a todos prestando servicios con un nivel controlado.
-Ni las universidades, con tantos teóricos en sus filas, se libraron de este tipo de problemas de endeudamiento.
-Las universidades públicas andaluzas tuvieron problemas hace unos años pero era porque no les llegaba la financiación de la Junta. No recuerdo la cifra, pero se ha conseguido reducir en los últimos años. Todo eso tenía un efecto importante por el pago a proveedores.
-Ha sido profesor de asignaturas como Gestión Financiera Pública o Contabilidad de las Administraciones Públicas. Además, uno de sus informes señalaba que el 90% de los gastos de los ayuntamientos no se auditan. ¿Es posible así la trasparencia?
-Aquí hay que matizar que una cosa es ser transparente y otra que lo publicado sea veraz. Es cierto que desde la Ley de Transparencia los políticos cada vez han mostrado más interés en ser abiertos al ciudadano, pero eso es distinto a que la información que publiquen esté auditada: es decir, que sea veraz.
-¿Son las auditorias la clave para controlar el déficit o la corrupción?
-Son un mecanismo más, una cuestión técnica que puede ayudar pero no pueden solucionar el comportamiento humano. El caso claro es Bankia. Hay que tener en cuenta que es la empresa la que paga a la auditora para que le audite las cuentas, por lo que también hay una serie de intereses. Las nuevas normativas refuerzan la independencia de los auditores, pero siguen existiendo este tipo de fallos.
No hay comentarios