"Marruecos será irreconocible en veinte años en sentido positivo"

-¿qué es la Fundación Tres Culturas?

-Es una institución promovida en su momento por la Junta de Andalucía y el Reino de Marruecos y tiene como objetivo principal trabajar por la paz, la convivencia y el entendimiento entre los distintos pueblos y culturas del Mediterráneo.

-Veinte años después de su creación, parece que el diálogo entre las tres culturas ha ido a peor.

-La situación actual señala la necesidad de instituciones como la nuestra. El mundo es irremisiblemente diverso y tenemos que acostumbrarnos a vivir en la complejidad. La idea de la pureza racial o cultural es una utopía criminal . Nada de eso existe, y mucho menos va a existir en el futuro. Una exigencia de nuestro tiempo es la convivencia entre las diferentes culturas, que contribuya a enriquecernos a todos los que participamos de esa diversidad. Vivimos un panorama muy convulso en el que hay muchas amenazas sobre la convivencia. Y al mismo tiempo hay grandes oportunidades, porque en el Mediterráneo viven casi 500 millones de personas que se levantan cada día intentando mejorar la vida de sus familias y de su país.

-¿No parece que los 12 kilómetros de separación física del Estrecho son muchos más en el subconsciente?

-Históricamente ha habido una división fuera de lugar. Somos vecinos de los países árabes, especialmente de Marruecos. Pero es verdad que desde el punto de vista cultural hay un distanciamiento que hay que superar. La economía está ayudando a que se produzca ese acercamiento. Marruecos es hoy el segundo socio comercial de Andalucía después de los países de la UE. Los intercambios comerciales aumentan todos los años a un ritmo de dos dígitos. Muchas empresas andaluzas se están implantando en Marruecos y también se empiezan a ver empresas marroquíes que se instalan en Andalucía. Hay un gran intercambio humano porque a veces hablamos sólo de la inmigración ilegal. Pero centenares de miles de inmigrantes marroquíes regresan todos los años de forma pacífica por nuestras fronteras.

-¿Qué inquietudes tiene Marruecos en la fundación?

-El principal interés de Marruecos es contribuir a que el Mediterráneo sea un lugar de progreso y estabilidad, algo que es común a España. Y, por otra parte, que se conozca mejor la realidad de Marruecos. Por ejemplo, es verdad que Marruecos es un país de origen de la inmigración, pero también es un país de tránsito. En Marruecos hay centenares de miles de inmigrantes procedentes de los países subsaharianos. Marruecos tiene una posición peculiar que debe ser entendida por España y por Europa. Por otra parte, Marruecos está en un proceso de transformación económica, cultural, legislativa, muy importante que también debe ser tenida en cuenta. Por ejemplo, dentro de muy poco tiempo se va a inaugurar el AVE Tánger-Rabat. Eso es una señal del avance que se está produciendo en ese país. Yo estoy seguro de que dentro de veinte años va a ser irreconocible en muchos aspectos en sentido positivo.

-La Fundación inicia ahora su internacionalización. ¿Qué pasos van a dar?

-Europa está en un debate esencial en el que se está jugando su propio destino y si va a ser capaz de asentarse sobre sus valores fundacionales de paz, convivencia y progreso o va a sucumbir ante las tentaciones nacionalistas, xenófobas. Queremos intervenir en ese debate en un sentido positivo porque creemos que Europa debe fortalecerse en torno a sus valores democráticos. El próximo 9 de octubre vamos a hacer una presentación de la fundación en el Parlamento Europeo con la vista puesta en que las instituciones de la unión entiendan y conozcan que lo que hace la fundación es útil para la política europea. Vamos a presentar una serie de iniciativas, sobre trabajar la diversidad cultural y el diálogo que creemos que pueden ser muy útiles. Y por otra parte, también vamos a hacer una presentación de la fundación en Nueva York con motivo de la inauguración en el Juan Carlos King Center de la exposición Miradas paralelas sobre seis fotógrafas iraníes y seis fotógrafas españolas. Se trata de una exposición en la que hemos colaborado muy activamente y que se inaugura el 18 de septiembre.

-Europa también corre riesgos de que en veinte años no se reconozca a sí misma.

-Estamos en una fase muy crítica. La UE se creó a raíz del desastre de la Segunda Guerra Mundial como una especie de antídoto contra el nacionalismo. Y hoy ese veneno está inoculado en muchos países y en una parte importante de la opinión pública. La idea de America First de Donald Trump recoge mucho de ese nacionalismo desintegrador que puede hacer mucho daño al mundo. Desde luego, para la UE puede tener un efecto implosivo tremendo. Los que creemos en el proyecto europeo tenemos que preocuparnos para que esas ideas xenófobas y antieuropeas no triunfen.