"Entre los jóvenes del siglo XXI, la competencia por el empleo es global"

Charo F. Cotta

05 de febrero 2012 - 01:00

-¿Cuál fue su primer gran acierto?

-La pizarra digital. Mi marido me expuso la idea durante un viaje en coche, en 1986. Fundamos una empresa tecnológica, nos hicimos distribuidores de una compañía norteamericana y todos los beneficios los invertimos en el desarrollo del producto.

-¿Y cómo funciona esa pizarra?

-Combina la simplicidad de una pizarra blanca con el poder de un ordenador. Tocando su superficie se puede manipular la información e incluso trabajar sobre ella y anotar sobre los contenidos.

-Como antes, pero sin tiza.

-Y con mucha más información. Fue una idea poderosa hace 25 años y hoy, con más de 2 millones de pizarras interactivas instaladas en el mundo, sigue siendo una gran herramienta para enseñar, aprender y colaborar.

-¿Les costó mucho introducirla?

-Al principio nadie sabía lo que era una pizarra interactiva, y mucho menos por qué podrían quererla o necesitarla. Costó mucho que la gente entendiera los beneficios del producto.

-¿Y…?

-Los primeros que lo apreciaron fueron los profesores que tenían que dar conferencias a distancia, ya que habían estado usando modems muy lentos y sistemas operativos inestables y con pocas capacidades gráficas.

-¿Cuándo llegaron a los colegios?

-Hace unos diez años llegaron a colegios y salas de conferencias. Poco a poco, educadores, gente de negocios y dirigentes políticos comprendieron que podrían enseñar y colaborar de una forma diferente.

-¿Qué edad recomienda para iniciarse con los ordenadores?

-Fuera de la escuela, es decisión de los padres. En clase, los niños están capacitados para usar la tecnología interactiva desde la infancia. He visto niños de 4 años pasarlo en grande con sus compañeros de clase con nuestro centro de aprendizaje interactivo.

-¿No es un poco pronto?

-A diferencia de quienes crecieron en la era de Gütenberg, los niños de hoy viven inmersos en la tecnología. Los móviles y las tabletas son parte de sus vidas y ellos esperan usarlos en clase.

-Muchos padres recelan de internet, por ejemplo.

-Internet es una gran fuente de información para los estudiantes. Los padres deben hablar abiertamente con sus hijos sobre los contenidos que manejan y también tratar de entender cómo se usa internet en el colegio para ampliar conocimientos.

-¿Los niños aprenden más gracias a las TIC?

-Aprenden de otra forma. Creo que esa es la diferencia más llamativa. Los niños tienen la oportunidad de tomar mucha más responsabilidad en su aprendizaje.

-Otra cosa es que la aprovechen.

-En paralelo con la tecnología se va a desarrollar una enseñanza mucho más personalizada. El aprendizaje tendrá lugar tanto en la escuela como fuera de ella, porque los niños podrán tener acceso a los recursos en cualquier parte.

-¿Qué otras ventajas destaca?

-Hay múltiples informes que indican que el uso efectivo de tecnología interactiva en las aulas motiva a los estudiantes, los implica en el aprendizaje y, en consecuencia, contribuye a reducir los problemas de comportamiento.

-¿Cómo discurre una clase digital?

-El profesor introduce el concepto en la pizarra digital y llama a los alumnos para que resuelvan algún problema. Luego los divide en grupos y les pide que investiguen usando sus tabletas. Finalmente, les hace un pequeño test mediante un sistema de respuestas interactivo y ve si han asimilado bien la lección.

-¿Existe el riesgo de que nos domine la tecnología?

-Es que hay que tener claro que la educación del siglo XXI no consiste en aprender a usar la tecnología, sino en saber cómo usarla para enseñar y aprender.

-Los profesores deben ponerse al día.

-La formación del profesorado es fundamental para implementar con éxito la tecnología interactiva en las clases. No basta con facilitar las herramientas. Hay que emplear recursos y tiempo para que aprendan a usarlas.

-Eso es lo complicado, con la crisis…

-Pero nada es más caro que tener un producto que no se usa, o no se usa bien. Lo importante es que los gobiernos y los responsables educativos tengan claros sus planes a la hora de dotar tecnológicamente a las aulas.

-¿Y qué ocurre si un país se queda desfasado?

-La educación que muchos hemos recibido no es apropiada para los actuales estudiantes. ¡La competencia por el empleo es global! Necesitamos jóvenes con creatividad, capacidad de comunicación y de colaboración. Son las habilidades del siglo XXI, que se adquieren con el empleo de tecnología en las aulas.

-¿Tienen algún futuro los libros de texto?

-Leer es una experiencia muy personal, luego los libros físicos podrían sobrevivir. Pero los libros de texto digitales están ocupando el espacio de los tradicionales libros de cubierta dura. ¡Su información queda rápidamente desfasada!

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