"No hemos malgastado ni un euro de más en San Telmo"
-¿San Telmo es el mejor barroco andaluz?
-Algunos historiadores lo han definido como la máscara barroca más importante de Andalucía.
-¿Por qué?
-Fue un gran edificio barroco, pero intervenciones sucesivas, terminaron por desnaturalizar su interior.
-¿Cuáles eran sus elementos más valiosos?
-La fachada y el eje principal, zaguán, patio de honor y capilla. Ése es el patrimonio barroco del edificio.
-Y si el interior se desnaturalizó, ¿en qué se convirtió?
-En una colmena de camarillas. La intervención más lesiva ocurre en el siglo XX, con el destino del edificio a seminario metropolitano. Se produce el vaciado de todo el tejido barroco primitivo. Y su sustitución por una colmena de celdas.
-¿La rehabilitación ha consistido en devolver al edificio su carácter anterior?
-San Telmo era un edificio que nunca se concluyó. Cuando fue Universidad de Mareantes, durante 150 años, y hasta que pasó a ser palacio de los duques de Montpensier en 1849, el edificio no estaba concluido.
-Lo terminan los Montpensier.
-Hasta entonces sólo contaba con la fachada principal, porque tenía otros edificios aledaños. Esas construcciones se demuelen. Se eliminan todas esas adherencias y el edificio labra sus cuatro fachadas. La principal estaba construida por los Figueroa, y entonces Balbino Marrón, que era el arquitecto municipal, hace las otras tres.
-Balbino Marrón.
-El mismo arquitecto que hace la fachada del Ayuntamiento a la Plaza Nueva. Balbino Marrón es el que concluye esta pieza singular y exenta. Él ha sido el referente de la intervención actual.
-¿En qué ha consistido fundamentalmente su trabajo?
-En el vaciado de toda la intervención producida en el siglo XX. Y su sustitución por otra arquitectura, contemporánea, que permita convivir de forma pacífica con la existente.
-Complicado.
-Complejo. Había elementos que procedían del Barroco primitivo y otros del Neoclásico del XIX de Balbino Marrón.
-¿Y cómo se combina?
-Hay dos maneras de acercarse a una intervención en el patrimonio. O la reconstrucción historicista. O el contraste con la modernidad: lo nuevo es lo nuevo, que quede bien claro y lo viejo es lo viejo.
-Usted se queda en medio.
-Transito entre los dos extremos. Es una tercera vía: intentar una trabazón armoniosa de lo nuevo y lo viejo.
-¿Esto vale 46 millones?
-Es lo que ha costado.
-El PP ha hablado de despilfarro.
-Despilfarro es cuando se malgasta el dinero o la operación es innecesaria. Pero en este caso es necesaria: se trata de uno de los elementos clave de nuestro patrimonio arquitectónico. Y el coste ha sido absolutamente ajustado. Es absurdo decir que ha sido mucho o poco.
-¿De qué depende?
-Si el edificio se hubiese encontrado en un estado magnífico, a lo mejor habría costado 10 millones. Si hubiera estado en ruinas, habría costado 200 millones. Lo importante es controlar el gasto y que sea el adecuado. No hemos malgastado ni un euro de más en San Telmo.
-También se ha dicho que si hay alternancia en el poder se dedicaría a museo.
-No tiene sentido. Se ha restaurado y acondicionado para edificio administrativo. Evidentemente, hay áreas que pueden tener uso museístico. Todo el eje barroco, la capilla, el zaguán, el patio de honor y la cripta podría estar abierto al público.
-Usted propone un centro de interpretación.
-La cripta podría ser un espacio adecuado para contar la historia de la construcción del edificio en sus 300 años, con todo el material arqueológico encontrado allí.
-Se dice que el alma andaluza es barroca.
-La sevillana absolutamente. Cádiz la encuentro más neoclásica.
-En Cádiz hizo usted la torre de las telecomunicaciones, una construcción moderna.
-Es un edifico muy singular, por sus dimensiones, su altura, su magnitud. Era muy difícil establecer puntos de contacto con la ciudad.
-Usted trabaja mucho más fuera que dentro de Andalucía. ¿Se siente reconocido o le produce un cierto desencuentro?
-Tengo días. A veces siento ese reconocimiento y a veces noto ese desapego propio de esta ciudad hacia los suyos.
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