“El físico ha evolucionado en el fútbol, pero el talento marca la diferencia”
Manuel Salado | Preparador físico de la selección de fútbol de Iraq
El jerezano forma parte del 'staff' técnico del entrenador español Jesús Casas
Manuel Salado Alfaro es actualmente uno de los preparadores físicos de la selección absoluta de Iraq. Nacido en Jerez, es licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte por la UCAM (Universidad de Murcia). Tras empezar con el San Benito, un club base de la ciudad, pasó al Xerez CD como preparador físico en las escalas inferiores hasta llegar al primer equipo.
De la mano del futbolista Fernando Niño pasó al Cádiz CF donde conoció a Jesús Casas quien años más tarde le ofreció formar parte de su ‘staff técnico’ en la selección de Iraq. El jerezano, antes de su aventura asiática, trabajó en el Atlético Sanluqueño, el Rayo Majadahonda y el Real Betis juvenil.
El pasado año, aceptó la oferta que le hizo Casas de viajar a Iraq con un objetivo: clasificar al país para el Mundial de 2026 que se celebrará en Estados Unidos, Canadá y México.
¿Cómo llega al puesto de preparador físico de la selección de fútbol de Iraq?
Llevo muchos años vinculado al fútbol y en la etapa que estuve en el Cádiz CF conocí a Jesús Casas. Desde entonces hemos mantenido la amistad, aunque nunca había surgido la oportunidad de trabajar juntos. Es cierto que él está a un nivel mucho más alto pues trabajó en el FC Barcelona y en la Selección Española con Luis Enrique. Pero, cuando deja la selección y empieza a trabajar por libre, lo contrató la Federación de Fútbol de Iraq y me propuso formar parte de su cuerpo técnico. Aunque de primeras dije que no, hubo una segunda oportunidad y ya no pude negarme. El salto profesional era muy importante.
¿El fútbol iraquí sigue estando lejos del europeo?
Está claro que hay diferencias, pero es verdad que el jugador iraquí es muy competitivo. En nuestro equipo tenemos jugadores que están en Europa y otros que están en la liga iraquí, y estos me han sorprendido muchísimo. Aunque estos puedan tener algunas carencias en los hábitos de trabajo en equipo o de alimentación, lo compensan con lo competitivos que son. En la selección tenemos a futbolistas que juegan en Suecia, Dinamarca, Portugal y Holanda, por lo que se ha producido una mezcla con los que juegan en el país que está funcionando muy bien. Los que siguen en Iraq se contagian de buenos hábitos y los que están ya en Europa ven que sus compañeros salen con el cuchillo entre los dientes.
El fútbol se está igualando cada vez más...
Efectivamente. De hecho, hace poco, en la Copa Asia le ganamos a Japón, que llevaba invicta bastante tiempo. Y Japón es una selección que le ganó a España y Alemania en el Mundial.
En esa Copa Asia, la selección de Iraq fue la revelación, aunque finalmente cayó en octavos...
Nuestro objetivo es poder clasificarnos para el Mundial de 2026, pero jugamos esa competición con muchas ganas ya que se ha creado un grupo muy bueno que puede darle muchas alegrías al pueblo iraquí. Empezamos muy bien porque nos clasificamos primera de grupo, toda una hazaña, ganándole a selecciones como Japón, que fue una gran sorpresa. Sin embargo, en el cruce de octavos con Jordania, tuvimos mala suerte, unida a una decisión polémica del árbitro. Empezamos perdiendo y logramos empatar a dos en el minuto 75. Pero en la celebración del gol expulsaron al jugador que lo había metido alegando que estaba perdiendo el tiempo. Y ya en ese momento no teníamos posibilidades de hacer más cambios con un equipo muy ofensivo y en el descuento nos marcaron dos goles. Fue una lástima.
Ya que hablamos de aquel día. ¿Qué le pasó al entrenador con un grupo de periodistas al finalizar el partido? (unos asistentes a la rueda de prensa increparon a Jesús Casas)
–En Iraq, alguien que sea un ‘youtuber’ o tenga muchos seguidores en redes como Instagram puede acreditarse como periodista y entrar en las ruedas de prensa. Hubo dos o tres con la intención de alborotar y llamar la atención, aunque creo que al final lograron lo contrario. La reacción fue de apoyo a Jesús Casas desde todos lados, especialmente desde la Federación. Bien es cierto que aquí pudo verse como un intento de agresión, pero no fue más que una cosa de dos o tres que querían su minuto de gloria. Pero todo fue una anécdota. Las muestras de cariño hacia el entrenador desde entonces han sido brutales y el respaldo hacia su trabajo es enorme. Notamos la ilusión que hay en el país por el equipo.
En el mundo profesional cada vez hay más partidos, todo un reto para un preparador físico...
El fútbol es un espectáculo desde hace muchos años donde el público demanda partidos y más partidos. Pero, a la larga, esto puede acabar perjudicando al espectáculo porque siempre se quiere ver a los jugadores más importantes. Sin embargo, si estos tienen que jugar miércoles y domingos cada semana, corren más riesgo de lesionarse y es lógico que el entrenador apueste por hacer rotaciones para protegerlos. El mayor riesgo para lesionarse es jugar tan continuado, aunque cada vez haya más profesionalidad y los jugadores están concienciados cada vez más que tienen que cuidarse.
¿Y cómo es esa planificación para minimizar riesgos?
Siempre se trata de respetar mucho al jugador. En nuestro caso, en la selección respetamos mucho los tiempos de descanso. Le pongo un ejemplo. El próximo 15 de este mes empezamos una nueva concentración, aunque solo con los jugadores que juegan en Iraq. Y días más tarde se incorporarán los que vienen de Europa. Por lo tanto, se planifica el entreno en función de cuándo haya jugado el último partido. Se le da mucha importancia a entrenar, pero tanto o más importante es la recuperación. En la selección le damos mucha importancia a recuperar y visionar vídeos, más que al entrenamiento puro y duro.
¿El físico le ha ganado ya a la técnica en el fútbol?
Yo, como preparador físico debería decir que sí: que lo más importante es el físico. Pero todavía sigo siendo un romántico del fútbol. Es cierto que el físico ha evolucionado muchísimo en el fútbol, pero el jugador que tiene talento es el que marca la diferencia. Si encima, tiene físico, muchísimo mejor, pero, al final, y tal y como está evolucionando el fútbol, el jugador bueno acaba teniendo un buen físico porque los partidos tienen más ritmo, se entrena mejor que hace unos años, hay más trabajo preventivo de gimnasio y una mejor alimentación. Pero el talento es el talento.
No hay comentarios