EEUU calificó la política de Zapatero de "izquierda trasnochada y romántica"
Los documentos del Departamento de Estado de EEUU filtrados por Wikileaks dicen que el presidente español es "un problema para la política exterior". Al Gobierno no le preocupa lo desvelado.
Los documentos clasificados filtrados por la página web Wikileaks y redactados por la Embajada de Estados Unidos en Madrid desde 2004 hasta 2010 revelan que los diplomáticos estadounidenses ven al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, como un político "cortoplacista" que "supedita los intereses comunes al cálculo electoral" y tiene pretensiones de una izquierda "trasnochada y romántica". Además, de los informes se deduce que ningún político español "despierta entusiasmo" en Washington, con la excepción del Rey, "de quien hasta se dan consejos sobre cómo resultarle simpático", y "quizá" el estamento militar, según el resumen de esos 3.620 documentos a los que ha tenido acceso el diario El País. Según el Gobierno español, estos informes no generan "ninguna preocuopación al respecto".
El País ha asegurado basándose en la información filtrada que "ya desde el inicio de su mandato" se considera que Zapatero es "un problema para algunas líneas maestras de la política exterior estadounidense". Sobre sus ministros dice que en los documentos "se les ve recibir todo tipo de admoniciones del embajador estadounidense", sobre todo en la época en que la legación diplomática estaba dirigida por Eduardo Aguirre.
Ante esas presiones, el Gobierno español ha tenido respuestas diversas. "Muchas son conciliadoras, otras conniventes y algunas rotundamente negativas", según el periódico, que cita como ejemplo de estas últimas la ocasión en la que un secretario de Estado rechazó una petición de Washington para que España extraditase aceleradamente a un traficante de armas.
En los cables diplomáticos se hace referencia a las áreas de desacuerdo entre Estados Unidos y España, entre las que El País cita la retirada de las tropas de Iraq, la crisis de Kosovo, los vínculos con Cuba o Venezuela, las relaciones comerciales con países sospechosos de terrorismo o determinados asuntos bajo investigación judicial.
Al parecer, la decisión de Zapatero de retirar el contingente español de Iraq "enfrió las relaciones" entre ambos países "hasta el punto de que (el entonces presidente George W. Bush, quien ni siquiera atendió la llamada de felicitación que le hizo Zapatero por su segunda victoria electoral", ha afirmado el periódico para añadir que "la recuperación de la confianza avanzó lentamente" mientras España se "volcaba" en recomponer las relaciones y Estados Unidos no olvidaba "sus objetivos centrales".
Asimismo, de los informes se deduce que ningún político español "despierta entusiasmo" en Washington, con la excepción del Rey, "de quien hasta se dan consejos sobre cómo resultarle simpático", y "quizá" el estamento militar.
Por otro lado, señala la importancia que tuvo -reflejada en la intensificación de la comunicación entre la Embajada y Washington-, la victoria socialista en las elecciones de 2004, que "los diplomáticos estadounidenses atribuyen en parte a la mala gestión del atentado del 11-M por el PP". Para los diplomáticos norteamericanos, las pretensiones de Zapatero eran propias de una izquierda "trasnochada y romántica".
Wikileaks filtró más de un cuarto de millón de cables redactados por el Departamento de Estado norteamericano y diferentes embajadas estadounidenses de todo el mundo. Los de la misión diplomática norteamericana en Madrid -de los cuales 103 son secretos, 898 confidenciales y 2.619 sin clasificar- proceden de los tres últimos embajadores estadounidenses en España: George L. Argyros, Eduardo Aguirre y el actual, Alan D. Solomont.
Al respecto, el secretario de Organización del PSOE, Marcelino Iglesias, ha asegurado que al partido del Gobierno no le preocupa que los documentos de Estados Unidos filtrados por la web Wikileaks puedan dejar en mal lugar al Ejecutivo o a los dirigentes españoles.
"No tenemos ninguna preocupación al respecto", ha dicho en rueda de prensa en la sede del PSOE en la calle Ferraz después de una reunión de la comisión permanente de la Ejecutiva, un órgano al que no asiste el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
También te puede interesar
Lo último