El descontento con los líderes acentúa la desafección política
Rivera es el dirigente mejor considerado en un escenario marcado por la decepción
La España actual no cuenta con los líderes que necesita. El panorama político, convulso, por el que atraviesa el país, requiera de otros dirigentes. Los que están, no dan la talla. La mayoría de los encuestados así lo cree.
La pregunta es directa:
–En general, ¿diría usted que España tiene los líderes políticos que en el momento actual se necesitan?
–No –contesta el 86%.
–Sí –responde el 13%.
La decepción con los timoneles de la clase política es intensa. Y en una tendencia al alza. La confrontación, la crispación, el enfrentamiento y las posiciones cada vez más radicalizadas y alejadas de cualquier atisbo de consenso –cualidad ésta que se recuerda en líderes del pasado reciente, aun antagónicos, en especial del período de la Transición– empuja a los ciudadanos a la desafección con los dirigentes de las formaciones políticas, a los que reprochan que no están a la altura.
El informe de Metroscopia concluye con que se trata de una descalificación genérica que “se modula sustancialmente para el caso concreto del líder del partido con el que se simpatiza o al que se piensa votar”. Pero la imagen de conjunto que proyectan los líderes de los partidos es, a día de hoy, claramente negativa.
Los votantes sólo aprueban al líder de su partido
Al detalle, son los potenciales votantes de la izquierda –Unidos Podemos– quienes en peor consideración tienen a los notables de la clase política. Sólo un 8% les da su estima, frente al 91% que los suspende. Supera incluso UP en su aversión a la casta al que se decanta como electorado de Vox, que cree que España carece de los políticos idóneos (82%) frente al 17% que sí los ve óptimos para dirigir la actual singladura.
Pero es que incluso los votantes de Ciudadanos niegan una buena calificación a los políticos en mayor proporción que los de Vox. Para la inmensa mayoría de los electores de la formación naranja, el país sufre un déficit de buenos dirigentes (90%). Sólo un 10% aprecia su nivel.
Son los simpatizantes de los dos partidos que han gozado históricamente de la hegemonía parlamentaria y que se han repartido el Gobierno desde 1982 –PSOE y PP– los que más benevolentes se muestran con los líderes políticos. En ellos se encuentra la mayoría de ese 13% que no los suspende.
Quienes más satisfechos están son los votantes de los populares: un 21% los aprueba, un 72% los suspende. Entre el electorado que apuesta por la papeleta del PSOE, un 80% expresa su insatisfacción con los principales actores de la políticas española, mientras que un 19% resuelve a su favor.
En este panorama de notas a la baja, el jefe de Ciudadanos es el que obtiene la calificación menos mala. Albert Rivera es, según el sondeo de Metroscopia, el dirigente político mejor evaluado por los participantes en el sondeo. Es un resultado en sintonía con el que recibe su partido cuando se trata de baremar su actividad parlamentaria (un 41% le da la mejor nota, frente al 36% que recibe el PSOE, el 30% del PP y el 29% de Unidos Podemos).
Como dirigente político mejor considerado, Rivera consigue el aplauso de un 40% de votantes, que procede mayormente de sus seguidores (89%), de electores del PP(75%) y de los de Vox (66%). El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, se hace con el beneplácito como líder político de un 37%, en un porcentaje que alcanza el 88% entre sus votantes directos y que recibe el 54% de quienes votan a Unidos Podemos. Claramente por debajo quedan Pablo Casado (26% de aprobación), Pablo Iglesias (25%) y Santiago Abascal (19%).
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