Pilar Cernuda
¿Llegará Sánchez al final de la legislatura?
El Rey Felipe VI logró poner en pie a los diputados de la Asamblea Nacional francesa, que le dedicaron una larga y unánime ovación tras pronunciar un discurso profundamente europeísta, enfocado a fortalecer los vínculos entre España y Francia y realzar los valores compartidos por ambas naciones. La alocución más esperada de su viaje de Estado a Francia junto a la Reina Letizia, íntegramente pronunciada en francés, agradó a unos parlamentarios que en raras ocasiones tienen la oportunidad de escuchar en su propia casa a un mandatario extranjero.
En 1993 lo hizo Juan Carlos I, tal y como recordó su hijo y el presidente de la cámara legislativa, Claude Bartolone, al presentarle a los diputados, que ocupaban cuatro quintas partes del hemiciclo, con tres ex primeros ministros en los escaños y 25 ministros del actual Ejecutivo encabezado por Manuel Valls.
Europa fue el eje sobre el que el Rey Felipe construyó su exposición, que además de la ovación final cosechó aplausos cuando ratificó el compromiso de España y Francia contra el terrorismo, así como cuando aludió a las tropas desplegadas en misiones de paz y, en menor medida, al hablar del respeto al medio ambiente. "Una Europa unida es condición necesaria para el progreso y el bienestar de nuestras sociedades, y para superar y eludir el declive, la debilidad, la fragmentación e incluso la confrontación que, en otros tiempos, llevaron a nuestros pueblos a los momentos más oscuros de la historia europea", enfatizó el monarca.
El Rey recordó que los españoles son especialmente conscientes del valor de una Europa "cada vez más unida, democrática y próspera" y emplazó a "no tener complejos ni miedo" al proclamar que Europa "es portadora de un mensaje de alcance universal que debe ser defendido por nuestros gobiernos e instituciones en todo momento y lugar, con convicción y determinación". Para el jefe del Estado español no hay lugar a dudas sobre el papel esencial que Francia debe desempeñar en la construcción europea, hasta el punto de asegurar que "sin Francia no hay Europa". "Queremos más Francia para recordarnos que el ejercicio de la razón crítica es la mejor salvaguardia contra los totalitarismos de cualquier índole", dijo en otro momento.
Porque entre los valores que unen a españoles y franceses, ahora "compatriotas europeos", según sus palabras, figura la defensa de los derechos humanos y las libertades. Y de tal manera es así que remarcó a los diputados franceses que España "está y estará a su lado en la defensa de los valores que compartimos" ante la amenaza terrorista, que hace pocos meses, en enero, se manifestó con los atentados yihadistas de París. "Honremos a las víctimas, acompañemos a sus familias y a sus seres queridos y, sobre todo, digamos alto y claro a los asesinos: no nos doblegarán, no nos vencerán, jamás nos harán renunciar a lo que somos", aseveró mientras el hemiciclo le aplaudía. En la Asamblea Nacional, el Rey también abordó brevemente la crisis económica al señalar: "No debemos desfallecer a la hora de luchar contra el paro, reducir la desigualdad y sentar las bases que nos permitan mirar hacia adelante con optimismo".
Su discurso, escuchado por la Reina desde un sillón colocado en el centro del hemiciclo, centró la agenda de la segunda jornada de su visita a París, que arrancó en el Ayuntamiento de la capital. Allí, junto a la alcaldesa Anne Hidalgo, rindieron homenaje a los republicanos españoles que formaban parte de La Nueve, la compañía pionera que en 1944 participó en la liberación de la capital francesa y que desde ahora da nombre a un jardín de rosas situado en un costado del ayuntamiento parisino e inaugurado por los tres.
En un acto con medio millar de invitados celebrado en el Salón de Fiestas del consistorio, el Rey habló de la rosaleda como "símbolo de la libertad y la tolerancia, dos de las grandes señas de identidad de París" que atrajeron a españoles ilustres, y aludió a los atentados de enero. "Quienes intentaron acallar el espíritu de libertad mediante el terror fracasaron, al igual que fracasaron quienes en el pasado pretendieron apagar las luces de esta ciudad, y fracasarían de nuevo quienes pretendiesen intentarlo", proclamó.
Anne Hidalgo, por su parte, dijo que Felipe VI "es el rostro de esa España joven, reconciliada, que ha pasado la página de sus horas oscuras y que el pueblo de París acoge hoy con los brazos abiertos" y que junto a la Reina "es el rostro de una España libre y unida". De la unidad de España también habló el primer ministro, Manuel Valls, en el brindis del almuerzo que celebró hoy con los Reyes y un pequeño grupo de invitados en el Palacio de Matignon, al subrayar que Felipe VI es "garante de la unidad de España". El monarca ratificó ante Valls el compromiso común de España y Francia con el proyecto europeo, que resumió como "una Europa de la libertad".
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