El Gobierno no tiene constancia de un espionaje por parte de EEUU
Margallo expresa que "en el momento en que tuviéramos constancia llamaríamos al embajador de Estados Unidos para hacerle constar nuestra posición en el tema". Hollande traslada a Obama su "profundo malestar" por espiarlos.
El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, ha señalado este martes que el Gobierno "no tiene constancia" de que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense haya espiado a ciudadanos españoles, como ha ocurrido con los de otros países y ha dejado claro que si así fuera el Ejecutivo reaccionaría. Asimismo, Hollande ha trasladado a Obama su "profundo malestar" por las prácticas "inaceptables" de la NSA.
Según ha explicado al término de su comparecencia ante la Comisión de Exteriores del Congreso de los Diputados, cuando "hubo la primera noticia a nivel planetario" del espionaje masivo por parte de Estados Unidos a ciudadanos y personalidades de otros países, el secretario de Estado de Exteriores, Gonzalo de Benito, "trasladó la preocupación del Gobierno español" durante su visita en Washington por la posibilidad de que ciudadanos de nuestro país hubieran sido objeto de dichas prácticas.
En agosto, cuando el semanario alemán Der Spiegel reveló que España estaba dentro de un grupo de países que "podían haber sido objeto de espionaje", el Ministerio de Exteriores convocó al encargado de negocios de Estados Unidos en Madrid. Así las cosas, aunque "no hemos tenido respuestas sobre ese tema", ha afirmado Margallo, tampoco "tenemos constancia a este momento de que se haya producido ese espionaje respecto a ciudadanos españoles".
No obstante, ha remarcado, "no le quepa ninguna duda de que en el momento en que tuviéramos constancia llamaríamos al embajador de Estados Unidos para hacerle constar nuestra posición en el tema". El diario francés Le Monde reveló que la NSA había recopilado los datos de llamadas telefónicas de más de 70 millones de ciudadanos franceses en el plazo de un mes entre finales de 2012 y 2013. El Gobierno galo convocó inmediatamente al embajador estadounidense en París y el presidente francés, François Hollande, conversó con su homólogo de Estados Unidos, Barack Obama, para trasladarle su malestar.
En los últimos meses, varios medios internacionales han publicado una serie de documentos filtrados por el excontratista de la NSA Edward Snowden que han sacado a la luz las prácticas de espionaje y de recogida de datos de llamadas telefónicas, correos electrónicos y otras comunicaciones tanto en Estados Unidos como en otros países, incluidos aliados. Asimismo, se ha podido saber que la NSA espió comunicaciones de algunos mandatarios como el expresidente mexicano Felipe Calderón o la actual presidenta brasileña, Dilma Rousseff. Esta última optó por anular su encuentro con Obama en la Casa Blanca previsto para octubre en protesta por este espionaje.
Hollande y su "profundo malestar"
El presidente de Francia, François Hollande, ha trasladado este lunes a su homólogo estadounidense, Barack Obama, su "profundo malestar" por el supuesto el supuesto espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) norteamericana a ciudadanos galos, una práctica que ha tachado de "inaceptable". Hollande ha mostrado su "profundo malestar" por una vigilancia que considera "inaceptable entre aliados y amigos", toda vez que "atenta contra la vida privada de ciudadanos franceses". El presidente galo ha pedido "explicaciones" y acceso a las informaciones que pueda seguir filtrando el excontratista de la NSA Edward Snowden. Asimismo, Hollande ha subrayado que este tipo de actividades deben contar con un "marco bilateral" y "servir eficazmente a la única lucha que vale, la lucha contra el terrorismo", según ha informado el Elíseo en un comunicado.
La Casa Blanca, por su parte, ha afirmado en una nota que Francia y Estados Unidos son "amigos" y "aliados" y, como tal, mantienen una "estrecha relación de trabajo en un amplio abanico de asuntos, incluidas cuestiones de seguridad e Inteligencia". Por este motivo, Hollande y Obama han analizado las "recientes revelaciones" sobre el presunto espionaje de la NSA. Algunas de estas informaciones "distorsionan" las actividades de los servicios de vigilancia, según la Presidencia norteamericana, que no obstante también ha admitido que otras pueden plantear "dudas legítimas".
Calderón protesta
El ex presidente de México Felipe Calderón ha expresado este lunes su "más enérgica protesta" por el espionaje al que fue sometido por la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos (NSA) durante su mandato, hecho que fue revelado durante el fin de semana por el semanario alemán Der Spiegel. "Más que personal, es un agravio a las instituciones del país, dado que se realizaron cuando ejercía el cargo de presidente de la República", ha indicado a través de su perfil oficial en la red social Twitter. "Estaré atento a las gestiones de Cancillería para exigir explicaciones a Estados Unidos y el correspondiente deslinde de responsabilidades", ha agregado. "En tanto la Cancillería cumple con su deber exigiendo las investigaciones respectivas, no haré más declaraciones al respecto", ha remachado.
El propio Ministerio de Exteriores mexicano condenó "categóricamente" el caso de espionaje, que tildó de "inaceptable, ilegítima y contraria al derecho mexicano y al Derecho Internacional". Asimismo, recordó que el presidente estadounidense, Barack Obama, "se comprometió en su más reciente encuentro con el presidente, Enrique Peña Nieto, a realizar una investigación exhaustiva que conduzca al deslinde de responsabilidades".
Torres-Dulce: "El rastreo puede ser perseguido"
El fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, ha manifestado este martes, en relación con la noticia sobre la existencia de barridos masivos de llamadas telefónicas y de comunicaciones por parte de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de EE.UU. que, si bien no tiene noticia alguna al respecto, "cualquier actuación que en territorio nacional afectara a ciudadanos españoles" pude ser objeto de "persecución" y, de existir "lo será por parte del Ministerio Público".
orres-Dulce hizo estas afirmaciones durante un desayuno informativo organizado en el hotel Ritz por el foro Nueva Economía, en el que fue preguntado, entre otras cuestiones, por la información del diario El País que señala que los servicios secretos españoles están convencidos de que dichos rastreos se han producido. "En su momento, si así se acreditara", explicó el fiscal general, hay que tener en cuenta que, a diferencia de EEUU, donde el Ministerio Fiscal actúa por el principio de oportunidad, en España lo hace por el de legalidad, y por tanto cualquier actuación que en territorio nacional pudiera afectar a Españoles puede ser objeto de persecución judicial.
A preguntas de los asistentes, el fiscal general del Estado se ha referido a las investigaciones judiciales que pueden permanecer aún abiertas en relación con los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid. En este punto, ha querido insistir en que "el juicio del 11-M" está cerrado procesalmente y que de quedar alguna investigación relacionada con este asunto "para ello están los tribunales de justicia".
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