Iglesias ofrece a Sánchez el "acuerdo del beso"

Podemos intenta reconstruir los puentes rotos con el PSOE y lo emplaza a negociar Su agresivo tono del jueves mutó en conciliador

Redacción Madrid

05 de marzo 2016 - 05:03

La fallida sesión de investidura de Pedro Sánchez deja un olor a tierra quemada en las relaciones entre PSOE y Podemos. El uno acusa al otro de perpetuar al PP y el otro al uno de mirar a la derecha. Pero empieza un tiempo nuevo, con una cuenta atrás que desembocará en elecciones en junio o en acuerdos que ahora parecen imposibles, pero después del de Pedro Sánchez con Albert Rivera todo parece posible. Los puentes están rotos, pero Pablo Iglesias afirmó poco después de la segunda caída a la lona de Sánchez que "ahora toca trabajar por un Gobierno de coalición progresista".

Antes, en la tribuna del Congreso, el líder de Podemos confirmó su negativa a la investidura de Pedro Sánchez y le emplazó a una nueva negociación por la noche en busca de lo que llamó "el acuerdo del beso". Tras las duras acusaciones que Iglesias lanzó a Sánchez en la anterior sesión del debate de investidura 48 horas atrás, ayer se mostró conciliador y evocó el beso que se dio entonces con el portavoz de En Comú Podem, Xavier Domènech, al tiempo que habló del "amor" y "pasión" en la política.

"Fluyen el amor y la pasión en la política española, Pedro, sólo quedamos tú y yo", llegó a bromear el líder de Podemos después de recordar su beso con Domènech.

No hubo ninguna disculpa después de que acusara hace dos días a Felipe González de tener manchado el pasado de "cal viva", pero sí un intento de rebajar la tensión. "A la vista de la tensión que se percibe en los grupos era necesario relajar el tono y asumo la parte que me toca", reconoció.

Así empezó su discurso y así lo concluyó: "A veces las discusiones más agrias preceden a los momentos más dulces, ojalá después de esta noche el acuerdo al que lleguemos pueda llamarse el acuerdo del beso".

Iglesias emplazó a Sánchez a buscar "desde esta misma noche" un acuerdo con Podemos, Compromís e Izquierda Unida para conformar un Gobierno, que podría contar con la abstención el PNV y las fuerzas catalanas, que "no son monstruos" -enfatizó-, sino representantes de la soberanía popular. "Atrévase a ser el presidente de un Gobierno de coalición con un programa progresista de verdad", le pidió durante el pleno, en el que volvió a rechazar el pacto del PSOE con C's.

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