Jiménez habla con su homólogo marroquí y quita hierro a la crisis

La ministra asegura que el tema de Ceuta y Melilla no está en la agenda de problemas con Rabat

Trinidad Jiménez, ayer, durante la recepción en el Congreso con motivo del Día de la Constitución.
Trinidad Jiménez, ayer, durante la recepción en el Congreso con motivo del Día de la Constitución.
Europa Press / Madrid

07 de diciembre 2010 - 05:05

La ministra española de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, habló el domingo con su homólogo marroquí, Taib Fassi Fihri, después de que la Cámara Alta de Marruecos pidiera que la ONU analice el problema de Ceuta y Melilla, y ayer destacó la normalidad de las relaciones con el país vecino.

En una conversación informal con periodistas durante la recepción ofrecida en el Congreso para conmemorar el Día de la Constitución, Jiménez hizo hincapié en que la "españolidad de Ceuta y Melilla no es uno de los asuntos que esté en a agenda de problemas con el Gobierno marroquí".

Subrayó además que ha sido la Cámara parlamentaria marroquí la que ha aprobado una resolución sobre las dos ciudades autónomas y que no ha habido ningún pronunciamiento por parte del Gobierno de Rabat.

Tras destacar la fluida comunicación que mantiene con el ministro marroquí, Jiménez reconoció que habló por teléfono con él después de que dos de las principales formaciones políticas de ese país promovieran la resolución sobre Ceuta y Melilla.

Por su parte, el presidente de Ceuta, Juan Vivas (PP), consideró "una provocación para enturbiar las relaciones con España" las resoluciones emitidas la noche del viernes y del sábado pasados por la Cámara de Representantes y la de Consejeros de Marruecos para instar al Gobierno del país vecino a "reevaluar globalmente" las relaciones hispano-marroquíes y a poner en manos de la Comisión de la ONU encargada de la descolonización la situación de las dos ciudades autónomas.

Vivas manifestó que las pretensiones marroquíes "carecen de todo fundamento". "La españolidad de Ceuta y Melilla está basada en muy sólidas y poderosas razones históricas, políticas y jurídicas, además de ser la voluntad de todos sus habitantes con independencia de credos religiosos, razas e ideologías", señaló.

Según Vivas la defensa de dicha españolidad "debe ser un asunto de todos como mandato constitucional que es y porque atañe a la integridad territorial de nuestro país".

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