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Los antiguos responsables del Palau de la Música, Félix Millet y Jordi Montull, comparecieron ayer en el Parlamento de Cataluña para ser condenados políticamente por la desviación de fondos de la entidad cultural a la Fundación Ramón Trias Fargas y al partido CDC.
En la comisión de investigación del Parlament los grupos parlamentarios se fueron turnando para censurar la actuación de los culpables confesos. Pere Bosch, diputado de ERC, sentenció que el caso responde a un enriquecimiento personal y a un desvío de recursos, y Daniel Pi, de ICV-EUiA, proclamó que "no debe haber nombres intocables ni familias sagradas" en Cataluña.
Millet, acompañado por su abogada, se limitó a leer una declaración donde apeló a su derecho constitucional a no responder a ninguna pregunta. Montull, su mano derecha, ha permanecido impasible ante los reproches.
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