La aldaba
Carlos Navarro Antolín
¿Dónde está el listón de la vergüenza?
Madrid/Buena parte de los principales responsables de UPyD ha cerrado filas en torno a la líder del partido, Rosa Díez, en contra de la posibilidad de concurrir a las próximas elecciones junto a Ciudadanos y ha dejado solo el autor de esa propuesta, el eurodiputado Francisco Sosa Wagner. La propuesta de Sosa y especialmente la forma en la que decidió plantearla -a través de un artículo en el diario El Mundo- han provocado malestar en muchos de sus compañeros de partido, irritación que se ha plasmado en otra carta publicada en el mismo medio por la diputada Irene Lozano con el título "Querido Paco", en la que le acusa de "mezquindad".
Irene Lozano, que en el Consejo de Dirección del próximo 2 de septiembre se incorporará a la dirección del partido, reprocha al europarlamentario no tanto su cambio de opinión sobre el proyecto como que haya intentado "desacreditar" a UPyD al acusarle de "autoritario y sectario". "Mira que darte cuenta de tan odiosas prácticas a raíz de tu pésima campaña...", ironiza la diputada, quien, como hizo Rosa Díez, reprocha a Sosa Wagner su apoyo a Jean Claude Juncker como presidente de la Comisión Europea en contra de la opinión del partido y de lo defendido en la campaña para las europeas.
Las palabras de Irene Lozano suponen un salto cualitativo en las críticas que diferentes responsables del partido han vertido contra el eurodiputado después de que la propia Díez mostrara su "estupor" y su "dolor" por las "impresentables" formas escogidas. Las redes sociales sirven para percibir el malestar existente entre los cargos del partido, que han recordado que el proyecto político de UPyD fue respaldado por el 98% de los asistentes al último Congreso, en el que Sosa Wagner ni siquiera habló de este asunto. Entre ellos Carlos Martínez Gorriarán, Andrés Herzog, Ramón Marcos, Luis de Velasco o Beatriz Becerra han mostrado expresamente su disconformidad con la postura de Sosa Wagner, han criticado sus "formas" a través de sus cuentas en Twitter y le han acusado de no servir a los intereses de UPyD.
Sosa Wagner solo ha recibido el apoyo del también eurodiputado de UPyD Fernando Maura, que junto a él votó a Jean Claude Jucker para la presidencia de la Comisión Europea, en contra de la opinión del partido, y ha calificado de "valiente" el artículo de su compañero.
El otro respaldo al eurodiputado proviene, precisamente, de las filas de Ciudadanos. En declaraciones a Onda Cero, su secretario general, Matías Alonso, ha dejado "la ventana abierta" a una posible fusión con UPyD, con la que seguirá "intentando llegar a acuerdos", y ha afirmado que Sosa Wagner ha sufrido "algún maltrato" por parte de su propio partido. "No acabo de entender la reacción de Rosa Díez a la fusión de los dos partidos; veremos si recapacita y reconsidera su posición", ha subrayado Alonso
En cualquier caso, muy al contrario de lo que sostienen algunas voces, la dirección de UPyD ha asegurado que no se ha abierto ninguna crisis interna y que lo que existe es un gran malestar por el modo en que se ha comportado el eurodiputado. Un comportamiento al que no ven una explicación política, afirman las mismas fuentes, y a lo mejor sí personal, porque si se hubiera tratado de política, señalan, Sosa Wagner lo hubiera puesto ya sobre la mesa en el Consejo Político, que se celebró tras las elecciones europeas, que dejaron un nuevo escenario, con la irrupción de Podemos y de Ciudadanos a nivel nacional.
Por eso, esperan que el eurodiputado acuda al próximo cónclave que se celebrará hacia finales de septiembre y que allí, que es el lugar, plantee sus propuestas y no a través de artículos en un medio de comunicación. El debate sobre si UPyD debe contemplar un pacto con Ciudadanos se puede discutir porque en la formación magenta, recalcan las mismas fuentes, se debate todo y entre todos y, de hecho, recuerdan ante esas denuncias de "autoritarismo y sectarismo" con las que se ha descolgado Sosa Wagner que en este partido los afiliados votan y proponen iniciativas.
Además, al contrario que en otras fuerzas, UPyD da libertad de voto a sus parlamentarios "como él mismo ha podido comprobar" al apoyar al candidato conservador Jean Claude Juncker para presidir la Comisión Europea. "No pasa nada por opinar diferente", insisten, pero lo que es intolerable es el cauce que ha utilizado Sosa Wagner. De momento, según las mismas fuentes, nadie ha planteado sancionar al eurodiputado díscolo por contravenir, presuntamente, el Código de Buenas Prácticas de UPyD, pero es una opción que alguien podría todavía reconsiderar.
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