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Madrid/El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu ha archivado la investigación sobre la desaparición del ex jefe de ETA-pm Eduardo Moreno Bergartxe, Pertur, que fue visto por última vez el 23 de julio de 1976 en San Juan de Luz (Francia) al estimar que no hay indicios suficientes para imputar a alguien. Así lo ha acordado en un auto en el que decreta el sobreseimiento provisional de la causa -la familia de Pertur y la Fiscalía lo apoyaban- tras haber practicado todas las diligencias posibles que pudieran aportar algún dato sobre el paradero del exdirigente de la banda terrorista y lo hace "sin perjuicio de su posterior reapertura, si hubiere méritos para ello". "Pese al decidido empeño de la familia de Eduardo Moreno para llegar a esclarecer las circunstancias que derivaron en la desaparición del mismo, no es posible establecer una línea argumental que se base en fundados indicios sobre qué sucedió" con él aquel 23 de julio, sostiene el juez, que dice que no hay indicios suficientes como para imputar a "persona o personas determinada alguna como responsable" de la desaparición.
El juez enumera las posibles hipótesis sobre la autoría de la desaparición de Pertur y cita la de que fueran los Bereziak -comandos especiales de ETA liderados por Francisco Múgica Garmendia, Pakito, Miguel Angel Apalategi, Apala, y Eugenio Etxebeste, Antxon-, ya que el etarra pretendía "imprimir" una "nueva orientación política" a ETA-pm. También se ha especulado con que en el hecho estuvieran implicados grupos de extrema derecha o neofascistas italianos bajo las órdenes de los servicios secretos españoles.
Sobre la primera posibilidad, el juez relata que en marzo de 1978 la Policía de Bilbao tuvo conocimiento de una carta enviada el 11 de julio de 1976 por Bergareche a su novia Lourdes Auzmendi y de un escrito de su madre dirigido a las autoridades francesas en el que se pregunta los motivos por los que Pakito y Apala rehusaron colaborar para localizar a su hijo. En la misiva, Pertur se quejaba del "ambiente hostil" en el que estaba trabajando porque se había creado una "dinámica" en ETA que tendía a "eliminar rivales políticos no por medio del debate político, sino a través de sucias maniobras".
Andreu también recuerda que tres meses antes de su desaparición los Bereziak retuvieron a Bergareche para que no participara en una conferencia de cuadros de la organización. Durante la instrucción de la causa, el juez ha tomado declaración a 16 imputados y testigos, entre ellos a Auzmendi, Antxon y Pakito, que negó cualquier relación con la desaparición del exdirigente de ETA-pm y dijo que junto a Apala se lo encontraron el 23 de julio de 1976 en San Juan de Luz y lo trasladaron en coche hasta Behobia (San Sebastián), donde le dejaron, sin saber que ocurrió después. Asimismo, constan testimonios de policías españoles que manifestaron que Bergareche se sentía "amenazado por los suyos". Según el auto, ETA investigó sobre la desaparición para lo que citó en cuatro puntos a la misma hora a todos sus miembros para interrogarles, tras lo que publicó un comunicado expresando su apoyo a la familia de Bergareche.
Andreu descarta la opción de la extrema derecha porque, según explica, las reivindicaciones que hicieron en los medios los grupos "Alianza Apostólica Anticomunista de España" y "El Batallón Vasco Español" resultan de "escasa credibilidad". Sobre la hipótesis de los neofascistas italianos, el magistrado se ha desplazado a Italia para tomar declaración a cuatro de ellos que aseguraron que no tenían nada que ver con la desaparición de Pertur. Andreu ha investigado estos hechos desde que en noviembre de 2008 admitiera a trámite una querella de los padres del etarra en la que se barajaban las tres hipótesis sobre su desaparición.
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