La economía, eje de un debate que servirá de balance de la etapa de Zapatero
Estado de la nación
Aunque se hablará de otros temas como Bildu, políticas sociales o la conveniencia o no de adelantar las elecciones, la economía será la protagonista.
Madrid/La situación económica de España y las medidas necesarias para dejar atrás la crisis serán el eje del último debate sobre el estado de la nación de la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero al frente del Gobierno, una cita que servirá para hacer balance de la legislatura y de su mandato.
Esa circunstancia permitirá que la mayoría de temas que han tenido un especial protagonismo a lo largo de los últimos años se hagan hueco, en mayor o menor medida, en las intervenciones del jefe del Ejecutivo y de los representantes del resto de fuerzas políticas. Así, junto a la economía, del martes al jueves próximos se hablará de terrorismo, de la presencia de Bildu en las instituciones tras las elecciones municipales del pasado 22 de mayo, de las políticas sociales, de lo realizado en materia de sanidad o educación, y de un adelanto electoral que el PP considera necesario.
Fuentes del Gobierno han informado de que Zapatero, bien en su intervención inicial o en su respuesta a los representantes de los grupos, reiterará su intención de que los comicios se celebren cuando tocan: en marzo de 2012. Así se desprende también de la comunicación enviada por el Gobierno al Parlamento como base del debate. En el texto, el Ejecutivo apuesta por culminar su "ambicioso proceso de reformas" en el último tramo de la legislatura y califica de "indispensable" llevar a cabo "sin interrupción" su plan para reducir el déficit.
Son referencias que dejan claro que la economía va a ocupar el grueso de la intervención de Zapatero, con alusiones a la reforma laboral, el cumplimiento de los objetivos de déficit, la reforma de las pensiones o la de la negociación colectiva. También la situación económica de las Comunidades Autónomas y la necesidad de que, sin excusas, se comprometan con la recuperación. Y sobre todo ello planeará la cifra de desempleados, algo en lo que tanto Zapatero como el líder del PP, Mariano Rajoy, y los portavoces del resto de grupos parlamentarios coincidirán en que se trata de la principal preocupación. Grecia estará en boca de muchos de ellos, bien para insistir en que no hay comparación entre su situación económica y la de España, bien para advertir de las consecuencias si no se hacen los deberes en el país. Zapatero podría exponer nuevas medidas en cartera para aplicar en sus últimos meses de mandato, y, de hecho, la comunicación enviada por el Gobierno al Congreso avanza que habrá "nuevas iniciativas" en el terreno económico, aunque no aporta ningún detalle al respecto.
El terrorismo en general y el de ETA en particular tendrá espacio en las sesiones, con la convicción por parte del Gobierno de que se han dado pasos decisivos para luchar contra esta lacra. Uno de ellos se dio en el último Consejo de ministros al aprobar la estrategia de seguridad que ha estado diseñado el que fuera secretario general de la OTAN y Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad, Javier Solana.
El debate sobre terrorismo estará contaminado por los comentarios en torno a la presencia de Bildu en las instituciones vascas tras las elecciones municipales de mayo. Unos comicios que con toda seguridad serán mencionados en reiteradas ocasiones para describir la existencia de un nuevo mapa de poder autonómico y local. También para conocer algunas pistas sobre las intenciones existentes ante la obligada cohabitación entre el Gobierno socialista y una mayoría de ejecutivos regionales dirigidos por representantes del Partido Popular.
A punto de cerrar su mandato, Zapatero aprovechará para defender la actitud que han mantenido sus gobiernos ante las políticas sociales, con especial hincapié en la ley de Dependencia y la de Igualdad. En el área de Justicia no faltarán intervenciones relativas a la falta de acuerdo entre Gobierno y PP que impide la renovación del Tribunal Constitucional, y en el de Defensa, el Ejecutivo reiterará su intención de empezar en 2012 la retirada de las tropas españolas de Afganistán y su pleno compromiso con la operación en Libia.
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