El Foro de Gibraltar, en peligro
El PP asegura que revisará la estructura del proceso si gana las elecciones, mientras el PSOE dice que seguirá apostando por él · Ambos partidos coinciden en que la soberanía es una cuestión bilateral
La cuestión de Gibraltar es un asunto que apenas está acaparando espacio en la campaña de las elecciones generales, pero a nadie se le escapa que el resultado que arrojen las urnas el próximo día 20 puede influir en las actuales relaciones con el Peñón.
Esas relaciones han estado marcadas desde el regreso del PSOE al Gobierno central, hace ocho años, por la creación del Foro de Diálogo, un proceso que por primera vez incluía a las autoridades gibraltareñas y que excluía la soberanía, que para España es un tema bilateral a tratar sólo con el Reino Unido. Apartada la soberanía, el trabajo se ha centrado en estos años en lograr acuerdos de cooperación beneficiosos para las poblaciones de ambos lados de la Verja.
Así, y a pesar del actual estancamiento de este proceso, que no se reúne desde noviembre del año pasado debido al litigio de las aguas que rodean a Gibraltar, ahí están los llamados acuerdos de Córdoba de 2006, cuando Miguel Ángel Moratinos era ministro de Asuntos Exteriores, sobre la expansión del uso del aeropuerto del Peñón, la revalorización de las pensiones de los ex trabajadores españoles en Gibraltar, la mejora de las telecomunicaciones en la colonia y de la fluidez en la Verja y la apertura de una sede del Instituto Cervantes en suelo gibraltareño. Tras estos primeros acuerdos, el Foro inició una segunda fase de conversaciones sobre seis áreas de trabajo, algunas de las cuales están muy avanzadas.
El programa electoral del PP no hace referencia alguna al Foro de Diálogo, pero destacados miembros de esta formación ya han anunciado que el partido se reserva el derecho a revisar el proceso si gana los comicios. Y es que el todavía principal partido de la oposición siempre ha estado en desacuerdo no con el diálogo con Gibraltar sino con la estructura de las conversaciones, que en opinión del PP sitúan a las autoridades del Peñón al mismo nivel que las españolas y británicas.
A finales del pasado mes de agosto, Jorge Moragas, coordinador de Política Internacional del PP y jefe de gabinete de Mariano Rajoy, declaró en una entrevista concedida al diario El País que el Foro "solo ha servido para que el ministro principal de Gibraltar, Peter Caruana, se dedique a plantear cuestiones de soberanía que la legalidad internacional no le permite".
Sin embargo, Moragas, cuyo partido sí ha incluido en su programa la reactivación del Proceso de Bruselas para hablar con el Gobierno británico sobre la soberanía de Gibraltar, olvidó mencionar que si en algo se ha mantenido firme el Gobierno socialista en lo que al Foro se refiere es respecto a la soberanía, reclamación irrenunciable para cualquier ejecutivo español y a abordar de forma exclusivamente bilateral con Londres. De hecho, han sido las supuestas pretensiones del ministro principal de Gibraltar, que éste niega, de hablar de la soberanía de las aguas dentro del proceso a tres bandas las que más han estancado las negociaciones.
En el caso del PSOE, cuyo programa electoral no incluye ni una sola referencia al Peñón, este partido admite que el Foro atraviesa por problemas pero asegura, tal y como hizo hace solo unos días a través de Salvador de la Encina, candidato al Congreso de los Diputados, que seguirá apostando por el Foro en su estructura actual y por la reclamación de la soberanía en un contexto bilateral con el Reino Unido.
De todas formas y a pesar de las declaraciones efectuadas recientemente por un ex ministro británico en las que instaba a Londres a revisar con Madrid la cuestión de Gibraltar tras el acuerdo entre España y los Estados Unidos sobre el escudo antimisiles de la OTAN, la posibilidad de que ambos países se sienten a hablar de la soberanía del Peñón se antoja remota. Aunque las resoluciones anuales de la ONU también van en la misma dirección, lo cierto es que los distintos gobiernos del Reino Unido se mantienen firmes en su compromiso de no tratar con España la soberanía sin el consentimiento de los gibraltareños, algo que difícilmente llegará.
Las posibles repercusiones electorales en las relaciones entre España y Gibraltar también podrían ser analizadas desde la perspectiva del Peñón, puesto que habrá comicios el 8 de diciembre. Es de entender que, en el caso de conseguir su quinta victoria, los socialdemócratas de Caruana seguirán apostando por el proceso, aunque un cambio de planteamiento por parte del PP podría dar un giro a la situación. Ese cambio tampoco sería bien entendido por la coalición de socialistas y liberales, favorita en los sondeos, cuyo líder, Fabian Picardo, se ha mostrado abierto al Foro en su formato actual.
No hay comentarios