Mas quiere convencer a Rajoy
El desafío independentista · la Generalitat rehúsa fijar aún un porcentaje mínimo de votos
El presidente catalán pedirá audiencia en la Moncloa y se muestra dispuesto a reformular la pregunta para persuadir al Gobierno de que autorice la consulta prevista en noviembre.
El presidente catalán, Artur Mas, reveló anoche que tiene previsto dirigirse en los "próximos días" al del Gobierno central, Mariano Rajoy, para pedirle una cita y convencerle de que "se pueda votar" en una consulta soberanista en Cataluña, para lo que está dispuesto a reformular la pregunta y hacerla como en Escocia.
Mas aseguró, en una entrevista con TV3, que hará "no un último intento, sino un intento reiterado" de negociar con el Gobierno la posibilidad de que Cataluña pueda votar en una consulta de autodeterminación y, al igual que sucedió entre Escocia y el Reino Unido, está abierto a renegociar la pregunta y que ésta sea una sola y sobre la independencia. Ante el rechazo a negociar esta cuestión que ya avanzó Rajoy, se preguntó: "¿Ésta es la respuesta de un demócrata?".
El president afirmó que votaría sí tanto a la pregunta primera (¡quiere que Cataluña sea un Estado?) y a la segunda (¿quiere que sea un Estado independiente?) "como persona", pero matizó que como presidente no quiere entrar en este debate porque su prioridad es que la consulta se haga. "Como persona votaré sí a esta pregunta con dos apartados", declaró.
"El presidente hará exactamente lo mismo que hace años atrás", cuando hubo consultas populares en los municipios catalanes: él participó en la que se hizo en la ciudad de Barcelona.
Se mostró satisfecho de que haya suscitado el acuerdo de CiU, ERC, ICV-EUiA y CUP, porque es un acuerdo muy amplio. Agregó que al líder del PSC, Pere Navarro, no lo convocó "porque no tiene sentido llamar a alguien que dice que no quiere estar", aunque admitió que hubiera sido un mejor acuerdo si se hubieran sumado los socialistas catalanes. "Si sabe que alguien no quiere subir al tren, usted no le puede entregar el billete", lamentó.
Mas señaló que uno de los puntos clave del acuerdo de partidos es no poner "adjetivo" a la palabra Estado en la pregunta, ya que eso hubiera imposibilitado precisamente el pacto, y afirmó que es una pregunta clara porque todos la han entendido.
En todo caso, el president rehusó fijar ahora un mínimo de respaldo para considerar válido el resultado de la consulta. Sí admitió que habrá que fijar normas para eso, si bien no concretó cuándo ni cómo porque ahora no tocaba eso, sino acordar que se va a votar, que puede haber un Estado y que deberá concretarse de qué manera se configuraría. "Yo siempre he dicho que las mayorías, por un sí o por un no, deben ser claras", concluyó.
En sintonía, el portavoz adjunto de ERC, Oriol Amorós, había afirmado horas antes por su parte en rueda de prensa que Esquerra está abierta a la posibilidad de que el Gobierno central quiera negociar la pregunta de la consulta y "el cómo se vota.
Según Amorós, el Estado "debe abandonar su postura absurda de no querer dejar votar a los catalanes, porque esto en una democracia no se aguanta y en Europa nadie lo entiende". "Si el Gobierno y los partidos españoles quieren resolver una crisis política de esta magnitud tienen que saber que esto en democracia se soluciona votando, y no utilizando la amenaza y la coacción", añadió el portavoz adjunto de ERC en el Parlamento catalán.
El PP catalán estudia por su parte llevar la ley de Presupuestos de la Generalitat y la ley de acompañamiento al Consejo de Garantías Estatutarias por incluir una partida para consultas, aunque podría desistir de su intención si esa impugnación "perjudicara al cumplimiento del déficit". Así lo anunció ayer la presidenta del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, quien lamentó que los Presupuestos que se aprobarán esta semana sean "los más caros de la historia", ya que su "precio es la convivencia entre los catalanes". "Tenemos claro que queremos impugnar el artículo referente al presupuesto para la consulta, pero lo que no queremos hacer es perjudicar al cumplimiento el déficit de Cataluña, porque si se impugna la ley de acompañamiento y la ley de Presupuestos, se paralizaría que entraran en vigor determinadas tasas", explicó Sánchez-Camacho.
El Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas velará por que el presupuesto que apruebe la Generalitat sea creíble y respete el cumplimiento del déficit, y deja en manos del PP catalán cualquier otra decisión política sobre las cuentas catalanas.
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