La Inspección de Trabajo pone en pie de guerra a los caseteros por el control horario
Feria del Caballo
Muchos hosteleros, indignados con el celo de los inspectores el día después de entrar en vigor ley de registro de la jornada laboral, se plantean dejar de trabajar la Feria “si sigue el asedio”
El Ayuntamiento deja entrever su malestar con la actuación de Trabajo y la federación de autónomos ATA asegura que "no es lógico ni coherente"
La polémica esta servida. El desembarco de los inspectores de Trabajo el martes en la Feria para comprobar el horario de entrada y salida de los trabajadores ha formado un gran revuelo entre los caseteros, que se muestran indignados con la decisión del órgano dependiente del Ministerio de Empleo y Seguridad Social de estrenar en el recinto ferial el control de la nueva ley de registro obligatorio de la jornada laboral.
La Inspección de Trabajo la tiene tomada con la Feria, en la que si bien los controles rutinarios para evitar el fraude son algo habitual desde hace años, nadie podía esperar que este año aprovecharan la coyuntura para vigilar la aplicación del Real Decreto Ley de medidas urgentes de protección social y lucha contra la precariedad laboral, es decir, la nueva ley de control de la jornada laboral, y menos aún que se hiciera el día después de su entrada en vigor.
Al menos cuatro inspectores de Trabajo pusieron patas arriba el recinto ferial con sus ‘registros’ en multitud de casetas, dirigidos principalmente a comprobar el grado de cumplimiento de la nueva norma, según explica un miembro de Hofeje, colectivo que agrupa a unos cuarenta hosteleros que trabajan la Feria del Caballo y que explotan más de un centenar de las casetas instaladas en el Real.
Uno de los hosteleros que el martes sufrió las inspecciones con el levantamiento de las correspondientes actas en las tres casetas que lleva en la Feria, afirma que los inspectores iban a tiro hecho a comprobar si los caseteros tenían cuadrantes de los horarios de los trabajadores.
“Nos han tendido una trampa para pillarnos, porque la ley no lleva ni 48 horas en vigor y aún hay muchas empresas que no saben cómo la van a aplicar, menos aún las pequeñas empresas y los autónomos, por lo que no se entiende este asedio”.
Los primeros caseteros en recibir la visita de los inspectores dieron la voz de alarma para poner sobre aviso a los otros hosteleros a través del grupo de whatsapp del que forman partes los miembros de Hofeje, que echaba humo el martes con todo tipo de comentarios, muchos de ellos irreproducibles.
Según la información recabada por este medio, los inspectores solicitaron a los caseteros información detallada de los horarios de los trabajadores, a los que también preguntaron para cerciorarse de la veracidad de la información facilitada por el responsable de la explotación de la caseta.
“Los hosteleros de Hofeje cumplimos a rajatabla las leyes, tenemos a todos los trabajadores dados de alta y la jornada laboral es de ocho horas, pero los inspectores venían expresamente a comprobar si se estaba aplicando la nueva ley. Si la feria ya es difícil de trabajar, encima quieren cuadrantes con los turnos. Es de locos, de poca vergüenza y una falta de respeto a la hostelería”, subraya el mismo casetero, quien aseguró que “si esto sigue así, muchos hosteleros nos estamos planteando dejar de trabajar la Feria”.
Los caseteros desconocen si las inspecciones derivarán en sanción. “Espero que no porque no tiene ningún sentido que vengan a la Feria a hacer una redada así para hundirnos”, indicaron las mismas fuentes.
El teniente de alcaldesa de Dinamización Cultural y Fiestas, Francisco Camas, se puso en contacto con el subdelegado del Gobierno, José Pacheco, para expresarle su asombro por la actuación de la Inspección de Trabajo. Pese a que el subdelegado le indicó que se trata de inspecciones rutinarias en las que, de paso, se informa a los caseteros de la entrada en vigor de la nueva ley, Camas dejó entrever su desacuerdo con la medida al manifestar que “no estoy en contra de la aplicación de la ley, pero la Feria no es el mejor momento para hacer estas inspecciones”.
En este sentido, el responsable municipal apeló al sentido común, porque “la Feria es algo excepcional y es muy complicada” y “si la Inspección de Trabajo quiere crear alarma, puede hacerlo después de Feria”.
El presidente de la federación nacional de trabajadores autónomos ATA, Lorenzo Amor, igualmente contrariado con la intervención de la Inspección de Trabajo, de la que tuvo conocimiento el mismo martes a través de las llamadas de varios caseteros.
“No es lógico que empiece a haber inspecciones el mismo día que el Gobierno saca la guía para la aplicación de la ley”, señaló Amor, quien insistió en que “no es coherente y más sabiendo el desconocimiento que hay sobre esta nueva ley, para la que se dijo que se daría flexibilidad a las empresas, pero ya se ha visto en la Feria que no va a ser así”.
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