Vino fino, a sol y sombra
Las altas temperaturas amenazan la hegemonía del vino de Jerez en la Feria · Las bodegas son más optimistas que el Consejo, que teme una ligera merma por el calor, la crisis y el recorte en un día de fiesta
Una feria sin fino es como un gazpacho sin tomate. El vino de Jerez es la esencia de la Feria del Caballo, el ingrediente básico sin el que la receta podrá parecerse más o menos a la original, pero sin llegar nunca a superarla. Amontillado, oloroso y cream escoltan al fino en su reino del Hontoria, el gran escaparate promocional del jerez en su tierra con el permiso del tiempo, juez y parte por su influencia en el mayor o menor consumo de los caldos jerezanos.
Temperaturas moderadas, y si puede ser algo frescas, invitan al consumo de vino, que por contra se resiente del exceso de calor, como al que en principio apuntan las previsiones meteorológicas de la recta final de semana, en la que los pronósticos más pesimistas apuntan a un calor de justicia con hasta 35 grados en el termómetro.
Otro de los factores que puede amortiguar el consumo de vino de Jerez en la feria es la supresión del domingo del alumbrado, un día menos, por tanto, que el Consejo Regulador entiende que puede hacer algo de mella en las ventas finales. La previsión de la institución del vino ronda el 10% de caída respecto a la pasada edición de la feria. En números redondos, del medio millón de medias botellas del 2011 se podría pasar a las 450.000, pero el director del Consejo, César Saldaña, insiste en que el tiempo, contra el que es imposible luchar, tiene la llave maestra.
Tampoco parece que el bolsillo de los jerezanos y visitantes esté para pagar a un cerrajero que fuerce la cerradura, de ahí la cautela de la previsión inicial del Consejo, que señala al clima y a la debilitadas economías domésticas como principales escollos para lograr, si quiera, repetir resultado de ediciones anteriores.
“Nos gustan las ferias fresquitas, sin lluvia, y los primeros días parece que estarán mejor que los últimos”, explica el director del Consejo, quien no obstante confía en que la gente se deje llevar por la alegría y las ganas de fiesta para romper los pronósticos, pues “el público se suele dosificar, y un día menos tampoco creo que se vaya a notar mucho”.
González Byass mantiene su hegemonía en el Real con el ‘Tío Pepe’ como abanderado, fino que cuenta con presencia en 150 casetas –el 85 por ciento de las instaladas en el recinto ferial y en la mayoría con exclusividad de los vinos de la casa– y un volumen de ventas estimado de 11.000 cajas de medias botellas (unas 130.000 1/2 botellas).
La firma de los González, que repite previsiones de la pasada edición, hace especial hincapié en la importancia de un buen servicio del vino, en particular de la temperatura, al tiempo que invita a introducirlo en la mesa junto a otros tipos de jereces para acompañar los platos típicos de la feria, como los que se pueden degustar en su caseta del antiguo templete municipal.
Grupo Estévez tiene al ‘Tío Mateo’ como primer espada, arropado en segundo plano por el fino ‘Inocente’. La bodega estará presente en medio centenar de casetas y espera una ventas de 8.000 cajas de ‘Tío Mateo’, que rozan las 100.000 medias botellas.
‘La Ina’, otro de los clásicos de la Feria del Caballo y desde hace algunos años en manos de Lustau (Caballero), ha bajado algo el pistón para dirigir sus esfuerzos comerciales por otros derroteros. Aún así, el fino de Lustau estará presente en una veintena de casetas y espera vender 2.000 cajas de medias botellas (24.000 1/2 botellas).
Beam Global, la antigua Domecq, tiene garantizada su presencia en el Real, donde cuenta con caseta propia, con la gama de ‘Terry’ y con el ‘Bristol Cream’, mientras que Williams & Humbert, otra de las firmas grandes del jerez, estará representada, básicamente, por el fino ‘Pando’ y el Canasta Cream’.
Garvey es la gran incógnita por la difícil situación que atraviesan sus bodegas, en concurso de acreedores, aunque seguro que seguirá contando con sus seguidores en el Real, donde también tienen sus fieles bodegas como Real Tesoro, Martín Hidalgo...
Sólo falta que el calor amaine para disfrutar de una feria de vino en todo su esplendor.
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