El caballo hispanoárabe, la leyenda continúa
La cabaña equina está registrando un importante auge de la raza hispanoárabe en los últimos años, tanto que hoy se paga hasta cuatro veces más por un potro Há que por un PRE
El legado genético que todavía conserva Jerez sigue dando vida a nuevas yeguadas de caballos que deciden echar raíces en esta tierra. Un buen ejemplo es Yeguada Mantenilla, propiedad del ganadero Félix Gallardo, que en 2004 se lanzó a la aventura se de criar caballos hispanoárabes que hoy no dejan de cosechar éxitos allí donde van.
Mantenilla adquirió hace siete años cuatro potras de raza hispanoárabe con orígenes de Yeguada Militar en la línea de Pura Raza Española (‘Deco’) y Nicolás Ybarra en la línea de Pura Raza Árabe. Un perfecto maridaje que enseguida comenzó a arrojar resultados. Hoy, Mantenilla se encuentra en perfecto estado de forma. La cuadra ha pasado a estar integrada por más de treinta animales que pastan a sus anchas en los prados de las fincas Cañada La Loba, en la carretera de Trebujena, y Rincón del Duque, en la carretera de Las Tablas. Su criador tuvo muy claro que debía definir un físico muy concreto para que su ganado fuera valorado y respetado por el público y por los jueces de los concursos de belleza a los que asiste. Y lo ha conseguido: “Nuestros caballos tienen una cabeza y un cuello muy bien definidos que están teniendo muy buenas puntuaciones”. El próximo jueves, Mantenilla se medirá en las pistas del concurso Equisur, uno de los más prestigiosos del calendario nacional, con ganado de otras casas andaluzas que también optan al mejor de los títulos morfológicos. El buque insignia de Mantenilla se llama ‘Rociera’, una yegua que ha sido varias veces campeona de España y de Andalucía en su categoría y que concentra en una estampa el trabajo y el esfuerzo de esta joven ganadería jerezana.
El caballo hispanoárabe (Há) está de moda. Ganaderos como Félix Gallardo se han encargado de rescatar del pasado una raza que brilla por su versatilidad, por su carácter y, también hay que decirlo, por su imponente físico. Las cifras hablan por sí solas. Las inscripciones de hispanoárabes en Equisur se han multiplicado en los últimos dos años. Hay más, el actual campeón de Campeones, ‘Nazarito’, es un ejemplar de raza hispanoárabe. La Asociación de Criadores de Caballos Hispanoárabes está pletórica; la cabaña está registrando un aumento moderado que responde a la infalible ley del mercado: se cría lo que se vende. Esta filosofía hace que el precio se mantenga al alza, hasta el punto que un potro hispanoárabe cuesta hoy hasta cuatro veces mas que un potro Pura Raza Española (PRE) con papeles. Esto se debe a que el mercado del PRE está totalmente saturado y excedente de ganado. Si por un potro PRE se paga hoy mil euros, por un ejemplar hispanoárabe, cuatro mil.
Las cifras no engañan pero la sangre tampoco. El caballo hispanoárabe es un caballo versátil capaz de adaptarse a cualquier disciplina y terreno. “El hispanoárabe sirve para el campo, para correr vacas, para trabajar con el ganado, para el deporte… Y además para criar”, añade Félix Gallardo. Y también para que el público disfrute. La cita es a partir del jueves en Equisur, en el palacio de exposiciones y congresos de Jerez, donde se citan los mejores ejemplares equinos.
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