Una calle del infierno que el martes se hace más terrenal

La pela, es la pela, y más en tiempos de crisis. Eso lo saben bien muchas familias, que tienen marcado en rojo el martes de Feria ya que es el tradicional día de los cacharritos, ese que impuso el Ayuntamiento en acuerdo con los feriantes y en el que el precio de cada viaje cuesta de uno a dos euros menos que un día normal. Los más espabilados, incluso, aprovechan esta jornada para comprar varias fichas –suelen ser las de los coches tropezones– a mejor precio para luego usarlas otro día.

La calle del infierno se empezó a animar ayer a partir de las cinco de la tarde. Por la mañana, con la juventud en colegios e institutos, la cosa estaba muy tranquila, momento que aprovechan los feriantes para realizar tareas de limpieza y planificar el día.

Enrique Bañuls, gerente de esta señera empresa de atracciones, señalaba ayer que el día de los cacharritos “es uno de los más fuertes de la semana, junto a los últimos de Feria”, si bien no se mostraba muy optimista sobre cómo se iba a desarrollar esta semana. “En Sevilla nos ha ido más flojo que otros años y aquí la cosa creo que va a ir igual, porque la gente está tiesa”. Enrique, que cuenta en la calle del infierno con atracciones como el Ratón Vacilón o el Inverter, novedad este año, emprenderá camino de Córdoba, donde la Feria comenzará dentro de dos fines de semana.

A unos metros, Javier y Mata, que trabajan en las ‘Cataratas’, también son pesimistas. “Hoy viene gente, pero después a lo largo de la semana la cosa sigue regular. Como en Sevilla, aquí hay mucho bombo pero poco platillo”.

A pesar de las mejoras que se hicieron en esta zona, sobre todo en lo referente a su asfaltado, ambos feriantes afirman que “nosotros llevamos muchos años viniendo a la Feria de Jerez y cuándo no acababa detrás de las vías, cuando estábamos colocados donde ahora hay casetas, hacíamos más negocio, porque esto ahora nos hace de pantalla, estamos un poco más separados de lo que es el bullicio”.

Ya por la tarde, la calle del Infierno se anima. Mercedes, madre de dos hijos pequeños a los que monta en el ‘Scalextric’ señala que “hoy es el único día que los traigo, porque son pequeños y tampoco se enteran mucho. Lo peor será cuando crezcan, que ya se querrán montar en todos”. Para entonces lo mismo se habrá acabado la crisis, le digo. “¿La crisis? Hijo, nosotros siempre estamos en crisis...”