Las primeras sevillanas se bailan en la noche del sábado

El Real congrega a numeroso público, pero sin aglomeraciones, dispuesto a inaugurar la Feria antes de tiempo · Muchas casetas esperan al alumbrado para abrir sus puertas

Muchos apostaron el sábado por pasar por el Real para disfrutar de la noche antes de la inauguración.
Muchos apostaron el sábado por pasar por el Real para disfrutar de la noche antes de la inauguración.
M. Valero / Jerez

03 de mayo 2010 - 01:00

"¡Camarero!, una de choco, tres serranitos y una maceta de rebujito". Los primeros compás de sevillana se marcaron en la noche del sábado en las casetas del Real en una jornada de pre-inauguración que aprovecharon visitantes y jerezanos. En al ambiente se notaba que había ganas de fiesta, de estar con los amigos y preparar el cuerpo para una semana frenética en el González Hontoria. El público, mayoritariamente joven, pisó el albero en un inusual sábado de primero de mayo y arrancó por sevillanas tanto dentro de las casetas como en medio del paseo. No importaba, cualquier lugar era bueno para lanzar los primeros oles en una noche en la que el tiempo acompañó, ¡y de qué forma! Mientras algunos puntos moteros congregó a los 'de chupa', en el Real se reunieron sobre todo los amigos jerezanos, que después de una copa, son más amigos que nunca. De hecho, tantas eran las ganas de Feria que a pesar de que hasta ayer domingo no fue la inauguración oficial, algunas mujeres y niñas decidieron sacar el traje de gitana el sábado y lucir esta vestimenta por las calles del Real.

Pocas veces se ha visto el González Hontoria como en esa jornada, ya que no se percibía grandes masificaciones que impidiesen dar un paso. En esta noche de largo se podía entrar y salir perfectamente de las casetas, pedir sin tener que dejarse la voz y bailar sin que el del lado te dé un manotazo al dar la primera vuelta al tiempo de las sevillanas. A pesar de que algunas casetas aún daban los últimos retoques antes de la inauguración oficial, otras aprovecharon esta apertura previa para hacer algo de caja. Las de las hermandades, Los Pollitos, Disco Rojo, Telefónica y CCOO, entre otras, fueron las que congregaron a más público junto con las juveniles. Otras, como Bar Juanito y El Ajolí apostaron por los cuadros flamencos y grupos de música para dar un atractivo especial a la noche, y lo cierto es que funcionó de maravilla.

Tranquila y agradable. Así se vivieron las primeras horas en las que los más pequeños ya aprovecharon para montarse en los cacharritos, aunque hay que decir que algunos de ellos o estaban cerrados al público o vacíos. Y hablando de estas atracciones, a los padres les gustarán saber que este año hay unos bonos 'vip' que permiten ahorrarse algunos euros en cada viaje. Parece que los feriantes saben que la economía no está como para tirar cohetes y ponen a disposición de los interesados estos vales que seguro aprovecharán los niños. En cuanto a esta zona de ocio, las tómbolas y demás juegos de azar no registraron una importante afluencia, será porque en algunos de ellos por el 'módico' precio de 1 euros, sólo había posibilidad de un tiro a la diana. ¿Abusivo? Pues sí. En cuanto a modas se refiere en el apartado de tómbolas, cabe destacar que este año se llevan los peluches del dibujo infantil 'Bob esponja', balones de fútbol gigantes y, como cada año, los corazones con manos que 'abrazan' a sus nuevos dueños.

La rumba y las sevillanas cambiaron de torna a medida que uno se acercaba a las calles de la 'juventud'. La música pop, 'tecno' y canciones 'del verano' comenzaron a escucharse en las casetas de los más jóvenes. Y si en el resto del Real la cosa fue tranquila, en esta zona hubo varios amagos de peleas que precisaron, en algunos casos, la presencia policial tanto a pie como a caballo. Rápido, muy rápido. Al mínimo intento de enfrentamiento apareció un séquito de agentes antidisturbios que calmó los ánimos de un grupo que provocó por un momento la huida de los que por allí pasaban. A ver cuántas veces deben actuar en esta semana de fiesta y, en ocasiones, de descontrol.

De nuevo, el botellón volvió a formar parte del paisaje del Real. Si el viernes la movida se concentró en el parque del paseo de La Rosaleda, en la noche del sábado se podían ver a muchos grupos disfrutar de una copa sentados en las rotondas del González Hontoria. Pero todo hay que decirlo, en la puerta más próxima a Ifeca, algunos policías avisaban a los asistentes de que no se podía beber en la calle, intentado (sin mucha suerte) evitar esta práctica en el Real.

Con una mínima parte del alumbrado encendido, los presentes sacaron las primeras fotos, iniciaron el 'tour' de brindis que realizarán durante la semana y dieron las 'pataítas' que pone a punto el albero. Y como cantan Los Cantores de Híspalis, "vaya gracia en la grupa, que es tu montura/ Baila al trote de mi alta jerezana guapa, gitanos y payos / Jerez de la Frontera lleva por bandera que baile con arte el caballo/ Baila, rejones de salero da suerte al torero al son de cascabeles/ Cristales encendíos y en oro fundío con un vino fino se beben".

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