La tarde se la lleva de calle El Juli
El madrileño, que desoreja al cuarto, sale a hombros con El Fandi, que suma un trofeo de cada toro, ante un encierro sin raza y mal presentado con el que Cayetano anduvo despegado y sin confiarse
Toros. Cuatro de Domingo Hernández y dos (Primero y tercero) de Garcigrande. Corrida mal presentada, mansona y desrazada, y de juego insustancial en líneas generales, con la excepción del cuarto, que fue más potable. Matadores: El Juli:, de morado y oro, casi entera tendida traserita (OVACIÓN Y SALUDOS) y buena estocada (DOS OREJAS). El Fandi, de barquillo y oro, estocada desprendida y descabello (OREJA) y estocada (OREJA). Se pidió la segunda y hubo bronca al palco por denegarla. Cayetano Rivera, de marfil y oro, estocada (OREJA) y tres pinchazos y estocada (SILENCIO). Incidencias. Media entrada larga en tarde fresca. Presidió Clara Montaño, mal en su responsabilidad de aprobar los toros, y por regalar una oreja a Cayetano.
La tarde fue de calle para El Juli, que firmó lo de más calidad de un festejo gris, por el nublado, y por el insulso juego de los toros de Garcigrande, mal presentados para remate.
Porque el encierro fue muy desigual de presencia entre el primero, el tercero -un toro que anovillado que no es de recibo en Jerez- y por el inerme sexto, pobre de cara, un conjunto justito. Y por lo que hace a su juego, blandos, mansones y sin conmover, con la excepción del cuarto, el mejor de la suelta, y el sexto en lo negativo por andarín, reservón e incierto.
Con esos mimbres cortó las dos orejas del cuarto El Juli, sumó un trofeo de cada toro un batallador Fandi y se diluyó, con una oreja de regalo, Cayetano, que cerró una actuación vulgar.
El Juli había trabajado en su primero, intentando sacar partido al toro que abrió plaza, un colorado de escasa fuerza, descastado y sin raza, que fue manejable en la muleta pero con anodina embestida. El Juli tuvo que alegrar la embestida con la voz, porque el toro se iba, distraído del embroque.
Lo bueno vino en su segundo, el mejor toro del encierro, aunque no era ninguna belleza. Se le pegó poco, como a toda la corrida, y mostró poca raza y menos fijeza en el quite por chicuelinas.
Pero tras un arranque de faena que cantaría lo que vino después, comenzó el muleteo de El Juli en todo su esplendor, con una capacidad torera que contrastaba con el escaso relieve de lo hecho en el toro anterior por el tercer espada. Por eso el sitio y la templada y ligada lidia cayó en la plaza como agua de mayo. Muy dominador, firme y seguro, la faena se desplegó, maciza, sobre la mano derecha, con calidad y eficacia y además, el colofón de la estocada final, en su momento y en su sitio, con el toro dominado y el torero dominador. Fue, sin disputa, lo mejor de la tarde. El toro, que fue ovacionado en el arrastre, tuvo movilidad y nobleza en el tercio final, cualidades que sobresalieron con la lidia del maestro madrileño.
El Fandi hizo sonar las palmas, con su entrega y la honradez del que da todo lo que tiene, que no es poco. Su primero con poca fuerza de salida, fue protestado, afianzándose en sus apoyos para la lidia final . Lo quitó por lopecinas y sumó un tercio de banderillas con los pares de la moviola, un cuarteo desde tablas y el cierre del violín. Fue un toro que embistió con resignación, con sosería, como por cumplir el trámite, utilizando el torero de Granada todos sus recursos para armar faena.
El quinto no era gran cosa, ni en el fondo ni en la forma. Manso zorrón y corretón, esta vez el quite fue por navarras y el tercio de banderillas, también protagonizado por El Fandi, con el cierre del par de Calafia. Faena larga, con muchos pases y alardes, y que remató de una estocada tras buscar la complicidad del público de Sol.
Cayetano estuvo mal. Muy despegado y desplazando al anovillado primero de su lote, le tocó en la tómbola una oreja. Detrás de él, en el cuarto El Juli fue un gigante en comparación. Con el sexto, toro andarín pero sin aparente amenaza, anduvo desconfiado y sin entrega.
Y ya por fin se supo el sustituto de Manzanares tras la múltiples ofertas que ha sopesado la empresa para ocupar ese codiciado puesto: hoy torea Miguel Ángel Perera. Que haya suerte.
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