El Ballet Flamenco de Andalucía ahonda en Lorca y la tragedia
La interesante vida y la trágica muerte del torero Ignacio Sánchez Mejías -que transcendió más allá de los ruedos- y su amistad con Federico García Lorca son el punto de partida del espectáculo 'Llanto por Ignacio Sánchez Mejías', que pondrá en escena el Ballet Flamenco de Andalucía hoy en el XVII Festival de Jerez y en su escenario principal del Teatro Villamarta.
La obra toma como inspiración la elegía que escribiera en 1935 Federico García Lorca a su amigo torero, muerto por la cogida del toro 'Granadino' en Manzanares y que ahora sirve como hilo conductor para la danza. Se trata de una propuesta escénica rica en matices, en donde la compañía pública que dirige Rubén Olmo profundiza en el flamenco, aunque con guiños contemporáneos y la danza española.
Es, en cualquier caso, un claro homenaje hacia aquel andaluz tan claro, tan aventurero; un matador que, a su vez, fue dramaturgo y automovilista, amigo de Federico y amante de otro mito llamado La Argentinita. En su finca sevillana de Pino Montano, Sánchez Mejías acogería a los mejores escritores de su promoción, en una fiesta que nos trae todavía ecos de aquellos días que precedieron al crack de 1929.
Ahora, sobre las tablas, el espectador asistirá a la recreación de la fiesta como un contraluz de la tragedia que luego se desencadenaría. No en balde, la desaparición del diestro sería, en gran medida, el presagio del fin de un sueño y su transformación en pesadilla, apenas dos años después de la cornada de Manzanares que le llevaría hacia su último suspiro.
Sobre aquellas coplas a la muerte de su amigo que nos regaló el autor del 'Romancero gitano', el Ballet Flamenco de Andalucía emprende un largo viaje cuya banda sonora lleva guiños de tangos granadinos o de 'El amor brujo' de Manuel de Falla y de Encarnación López.
Su presentación en el Festival de Jerez es, para Rubén Olmo, como "un estreno", puesto que lo ha ampliado para ponerlo en escena de forma separada de 'Metáfora'. De este modo, recogía la sugerencia de un crítico que él consideró un acierto. "Ahora sí tiene la suficiente fuerza y carácter", añadió.
En su descripción de 'Llanto por Ignacio Sánchez Mejías', el coreógrafo hizo mención a dos partes claramente diferencias. Una, representa la vida. Otra, la muerte. La vida comienza con fiesta por bulerías, los tangos de Granada o fandangos de Huelva. El recorrido vital del matador refleja su cogida en Manzanares y, a partir de aquí, los pasos siguientes conducirán al espectador hacia su muerte. Es en este último tramo del montaje donde cobra fuerza la obra de García Lorca.
"Hemos hecho una propuesta cómoda para la danza y fácil para el público", indicó Rubén Olmo. La coreografía lleva su firma, salvo en 'Plaza de Manzanares', obra de Álvaro Paños, "un coreógrafo que va a dar mucho que hablar".
La música de Pedro Sierra es ejecutada por 7 músicos en directo. Eduardo Leal encarna el personaje de Sánchez Mejías y Patricia Guerrero, el de su mujer, mientras Olmo interpreta al poeta granadino. A ellos se suma un elenco de 10 bailaores.
De otro lado, en Sala Paúl, el guitarrista Ramón Trujillo inicia el ciclo 'Toca Toque Jerez' que rebusca en los sonidos flamencos propios de esta tierra. "Mi concierto no lleva título, pero si lo tuviese sería 'Sencillez'. Cuatro notas en su sitio y en su tiempo", así definió el músico jerezano su intervención en el certamen.
El cierre de la jornada del certamen lo ponen Javier Latorre y Hugo López en un interesante 'Paso a dos. Maestros & Jóvenes' en Sala Compañía. El coreógrafo cordobés Javier Latorre, Premio Nacional de Danza 2011, comparte escenario con un joven talento de su tierra que ha formado parte de algunos de sus muchos espectáculos. "Este ciclo lo que pretende es dejar paso a los nuevos 'bichos' que vienen", declaró Javier Latorre. Entre ellos, su discípulo Hugo López, a quien definió como "un máquina capaz de bailar en todos los registros".
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