Barón memoriza el camino de ida y vuelta
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El Premio Nacional de Danza ejerce de arqueólogo en un tributo a su pueblo, Alcalá de Guadaíra, tierra flamenca más allá de la soleá · La última Lámpara Minera alumbra a las siete Villavicencio
La cuarta jornada del XV Festival de Jerez levanta el telón de su escenario principal con una de las producciones más esperadas del programa oficial de la muestra. 'Vaivenes', obra del Premio Nacional de Danza 2008, Javier Barón, es el título de un viaje de ida y vuelta entre territorios flamencos bañados por el río Guadaíra, en Sevilla. Un espectáculo ambicioso y arriesgado en el que el autor alcalareño homenajea a su pueblo, extrae con labor de arqueólogo sus tesoros 'jondos' más ocultos -más allá de la soleá- y se rodea para ello de un 'atrás' de auténtico lujo en el que sobresale el tres cubano de Raúl Rodríguez, la nota moronera de la producción. De un poco más al Sur de Sevilla es Miguel Ortega, cantaor palaciego que acude a otro Palacio, el de Villavicencio, para presentar en formato acústico algunas de las claves de su primer disco, 'Una mirada atrás', el primer gran destello de luz de la última Lámpara Minera.
21.00 h. Teatro Villamarta. Javier Barón: 'Vaivenes'
Javier Barón reconstruye su pasado. El pasado de su tierra, Alcalá de Guadaíra, en un viaje iniciático de ida y vuelta entre dos puntos de referencia: la propia Alcalá y Morón de la Frontera. Más de allá de la escuela soleaera que fundó Joaquín el de la Paula, el Premio Nacional de Danza 2008 persigue en Vaivenes recuperar buena parte del legado de un pueblo muy rico y capital dentro del rito y la geografía flamenca. Por si fuera poco el reto, el bailaor y coreógrafo sevillano desafía a la crisis y amplifica su compañía dotando a su nuevo trabajo de un "gran potencial" y un "volumen artístico muy importante", según dijo ayer en la tradicional rueda de prensa de la Casa del vino. Acompañado por los responsables de los apartados escenográfico y musical de la propuesta, Belén Candil y Faustino Núñez, respectivamente, Barón desentrañó el alma de Vaivenes en rueda de prensa, asegurando que "me he enriquecido mucho al recopilar información sobre lo que ha sido Alcalá en la historia del flamenco". Con la idea de ampliar el enfoque de Dos voces para un baile, el trabajo que presentó hace dos ediciones del Festival y en el que picoteaba de infinidad de estilos flamencos, el artista sevillano admitió que "en el momento más crítico de la crisis me he decidido a ampliar la compañía con gente que son todos unos cracks".
Tras pulir y retocar el montaje tras el estreno en la pasada Bienal de Flamenco de Sevilla, Vaivenes recorre ventas históricas, paisajes y la carretera que va de Alcalá a Morón y que tantas veces en su infancia y juventud recorrió Morón. Con el sustento artístico de intérpretes de sobradas garantías como las tres gargantas de David Palomar, José Valencia y Pepe de Pura; las manos en el toque de Javier Patino y Rafael Rodríguez; el violín de Alexis Lefèvre, y el tres cubano de Raúl Rodríguez, Barón incorpora asimismo el baile de la polifacética Carmelilla Montoya y de bailaores criados en su compañía como Ana Morales, David Pérez y El Choro.
"Es muy fácil trabajar con Javier porque tiene un gusto muy especial y siempre tiene muy claro lo que quiere", destacó el musicólogo gallego Faustino Núñez. En este sentido, el excelso trabajo del catedrático de Vigo ha pasado por adaptar al espectáculo sonidos tan dispares como la guajira del Vida mía, una murga de carnaval, Los panaderos, las variantes soleaeras del terruño (del De la Paula a Roezna y Agustín Talega), una farruca con violín y tres cubano... A este trabajo musical se une el escenográfico, que ha corrido a cargo de Belén Candil, responsable de ensamblar la propuesta y dotarla de uniformidad escénica, de una continuidad que es algo que "obsesiona" a Barón. "No hay guión dramático, sólo el guión musical de Faustino", manifestó Candil, quien destacó la "ausencia de aparataje escenográfico en favor de unas proyecciones de paisajes de la zona creadas por González-Caballos".
19.00 h. Palacio de Villavicencio. Miguel Ortega
Miguel Ortega tiene en el Festival su casa pues son incontables los espectáculos de baile en los que ha participado en los últimos años, pero esta tarde tendrá la oportunidad de servirse del escaparate de la muestra jerezana para amplificar aún más un nombre que ha ganado muchos enteros -por si ya le faltaba algo- tras hacerse el pasado verano con la codiciada Lámpara Minera del Festival de Las Minas. Con el toque de Manuel Herrera, el quejío del palaciego se escuchará 'desenchufado' y abordará algunos cortes de su primer disco Una mirada atrás. En cuanto al repertorio, es tal la frenética actividad que tiene Ortega que "aún no he tenido un ratito en casa para pensar en qué cantaré mañana -hoy, para el lector-; también esa es la suerte de los recitales, que decides sobre la marcha, ya que es algo completamente diferente a acompañar el baile, donde no puedes salirte de un guión".
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