Jerezana a carta cabal

Festival de Jerez | Crítica 'Jerezaneando'

Felipa del Moreno en González Byass
Felipa del Moreno en González Byass / Manuel Aranda
Juan Garrido

01 de marzo 2019 - 05:03

‘Jerezaneando’

Cante: Felipa del Moreno. Guitarra: Manuel Valencia. Palmas y coros: Luis de Periquín, Juan Diego Valencia y Manuel Cantarote. Artistas invitados: ’La Reina Gitana’ y Andrés Peña Día: 27 de febrero. Lugar: Bodega Los Apóstoles, González Byass. Aforo: Lleno.

Felipa siempre ha sido querida y admirada en su tierra, Jerez, aunque esa amorosa unión debía materializarse en una actuación de prestigio que sirviera de punto y seguido a una buena trayectoria en la que como máximo factor diferenciador, respecto a las de su generación, sobresale su dulce personalidad. Esta gitana que cabalga en raíces por Santiago, algo por La Plazuela, y mucho por la Asunción, fue convencida a triunfar y así lo hizo con su ‘Jerezaneando’, una propuesta flamenca que enaltece el cante de esta escuela elevándolo hasta la belleza más extrema. Y ocurre así porque la voz de Felipa, la hija del Moreno de la familia de los Boloncho, se guarda como el tarro más frágil de cristal que contiene el perfume más valioso. Parece que en cualquier momento puede romperse pero se mantiene siempre firme.

Con el no hay billetes y un patio de butacas con más público local de lo habitual, Felipa Medrano Lara derramó potencial en todas sus intervenciones, apostando por el todo y sin jugar a la contención. Esto significa que no se quedó con nada dentro, desde la inicial letrita “mal fin tenga este cartero” al compás de los nudillos en la mesa, hasta el último “esto se acabó, corazón” de Lola Flores por bulerías, estuvo al máximo en generosidad provocando momentos de volverse loco. Y no exageramos cuando decimos que Felipa estuvo mejor que nunca, seguramente porque sabía en la plaza que toreaba y, sin duda, llevó perfectamente hilvanado un espectáculo en el que su cante se hace protagonista sirviéndose de grandes compañeros, algunos “hermanos”, para llegar a la ansiada meta.

La guitarra de Manuel Valencia fue fundamental para crear ese ambiente de familiaridad que un día impuso Fernando Terremoto, ese ser mágico que fue buque insignia de muchos de ellos y que supo enseñar el concepto de musicalidad a sus sobrinos. Manuel es ya guitarrista consagrado, con peso en el pulgar y con ritmo, su toque suena a añejo desde el dominio más caló del tecnicismo y también sirgue de faro para el surco de Felipa. No hay nada como mirar a tu derecha y encontrarte con Manuel Valencia y su guitarra, ahí solo hay que disfrutar. La palmas estuvieron a cargo de Manuel Cantarote y Juan Diego Valencia, y en la percusión y dirección, Luis de Periquín. No hay nada como un buen equipo. Las bulerías iniciales nos metieron el gusanillo en el cuerpo, y desde ahí caminó por la memoria de Tía Bolola, Paquera, Terremoto, ‘El Torta’, Tío Chalao o ‘El Serna’... pasando a pulverizar la sala con agua salaíta de Cádiz por alegrías exprimiéndose hasta decir basta. A la letra de taranta le sumó verdiales con gusto y paladar; y por fandangos tiró de la obra de ‘Niño Gloria’, algún tercio de Agujetas y concluyó sin micrófono, de pie y levantado la emoción del respetable. Aprovechó para cambiar el vestuario el toque de Manuel por bulerías, para enmarcarlo.

Tras el respiro apareció esta morena de pelo negro con un traje más de noche, acercándose al piano de Rosario ‘La Reina Gitana’. Las dos resumieron a través de notas musicales y quejíos de garganta la historia de superación del género femenino desde la belleza conceptual del arte. Esa voz, como tocino de cielo, y esas manos, de reina y corona, traspasaron como cuchillas lo terrenal en las granaínas. Aprovechando el instrumento, ambas volvieron a unirse para el estreno de ‘Dime que me quieres’, compuesta para la ocasión por José Gallardo, momentos de escalofríos.

Antes de acabar esperábamos al otro artista invitado, el gran Andrés Peña, que aprovechó el impulso de la soleá de Felipa para gustarse con un baile cargado de espontaneidad y maestría, con movimientos de siempre y sin abusar de los pies, que la ocasión no lo permitía. También acudió a la composición de su Luis para despedir con el título que da nombre a la propuesta, gente en pie, ovación clara, triunfo tremendo de esta jerezana a carta cabal. Jerez tiene a Felipa, que se sepa. La Felipa de siempre, incluso mejor.

Felipa del Moreno- Jerezaneando from Festival de Jerez Televisión on Vimeo.

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