La campana que mejor suena

La crítica

Manuel Moneo, en un momento de la actuación, en la Guarida del Ángel.
Manuel Moneo, en un momento de la actuación, en la Guarida del Ángel.
Juan Garrido

28 de febrero 2016 - 01:00

Si Jerez sigue siendo respetado y admirado en el mundo del flamenco es porque, afortunadamente, cuenta con artistas de una talla fuera de lo común. Artistas que representan mucho más que una profesión, sino que conlleva en su nombre la historia viva de la cultura jonda. Podemos sentirnos orgulloso de contar con cantaores del nivel de Manuel Moneo. Este jerezano representa a una generación de cante que apenas tiene ya representantes. Quedan pocos, muy pocos. Y no se está hablando de que el cante desaparezca, pero sí esa forma de entender el cante desde la más sincera expresión del alma.

Esa "razón incorpórea" de la que hablaba Antonio Mairena y que, en la persona de Moneo, adquiere todos los fundamentos. Eso hablamos con su hijo 'Barullo', del duende, de la comunicación apenas posible que sólo unos privilegiados pueden llegar a conseguir. El "honor gitano", que decía Antonio. Pues esa forma de decir el cante la lleva Manuel, la campana que mejor suena en Jerez.

Con Moneo descubrimos la parte más trascendental de lo gitano, de una cultura que se ha hecho, y ha evolucionado, a través del tiempo gracias a la convivencia, a la integración y al respeto. El cantaor cumplió con su moral gitana, esto es, la de mantener el legado que sus mayores les dejaron, desde su tío Alfonso 'El Berenjeno' a su tío Luis de Pacote, o 'Agujetas el Viejo' y Tío Domingo Rubichi. De esas fiestas en el Tabanco Ignacio, de la Plazuela jerezana, nacen esos ecos enduendados y esa línea tan tradicional, tan pura.

La exclusividad de su voz es como la corona del reino, que todos quieren tenerla pero que sólo uno puede llegar a ella. Y Moneo, puede decirse que está coronado en ese aspecto. Lo demostró en La Guarida del Ángel, negocio que por cierto está consiguiendo incluir en su programación a lo más granado del cante. Moneo llenó la sala de aficionados que vinieron a escucharlo de todas las partes de España, y del mundo.

Contó con la guitarra de Miguel Salado, un joven que madura por el camino acertado y que lleva un toque limpio y lejos de artificios innecesarios. Acompañó como hay que hacerlo a su tío Manuel, por seguiriyas, por soleá, por fandangos, por taranta, por bulerías para escuchar, por bulerías (con las palmas de José Peña y su hijo Barullo)… estilos que se hicieron grandes, enormes, a medida que iban saliendo de su boca. Esos "lamentos" de los que hablaba en la entrevista que concedió a este medio el día antes, en señal de pena y sufrimiento. Se emocionaba y nos estremecía cuando recordaba a su nieto 'Barullito', un ángel del cielo.

La actuación de Manuel fue celebrada porque, amén de disfrutar en directo de su cante, supone la vuelta a los escenarios de uno de los grandes, que alimenta el alma de los aficionados que siguen pensando en un pasado mejor. Pues como dijo Mairena: "hace falta, además conocer los cantes y saber respetar las motivaciones que los inspiran, conocer sus estructuras, producto de una evolución natural de los cantes". Moneo los conoce como el que más.

Cante

Manuel moneo

Cante: Manuel Moneo. Guitarra: Miguel Salado. Palmas: Manuel ‘Barullo’ y José Peña. Día: 26 de febrero. Lugar: La Guarida del Ángel. Aforo: Lleno.

stats