"Para digerir este disco hay que escucharlo varias veces"
Javier Patino
Javier Patino nació un día como hoy hace 35 años. Cupido apuntó con sus flechas aquel día de San Valentín y decidió que viviera un amor perpetuo con la guitarra. A nivel profesional, la toca desde hace ya casi trece años y actualmente, después de haberse ‘raspado’ composiciones y acompañamientos para un ramito de los mejores cantaores y bailaores del momento, ha llegado la hora de publicar disco. Sencillo como es, Patino no se ha andado por las ramas y resume su trabajo en ‘Media vida’, costeado por él mismo en colaboración con Dezza Producciones. La obra, de la que cuesta arrancarle los detalles, los entresijos, estará en la calle a primeros del mes que viene y el día 6, con motivo del XIIIFestival de Jerez, la presentará en Los Apóstoles, a medianoche, muy cerquita de San Miguel, el señero barrio que le vio nacer y crecer como prometedor futuro de la guitarra flamenca.
—¿Qué tal ha ido el parto?
—Costar no ha costado mucho porque tenía las ideas muy claras desde el principio.
—En todo caso, no debe ser sencillo sacar un disco en los tiempos que corren, en los que a la crisis crónica de la industria discográfica se une ahora la crisis global...
—Pues la verdad es que sí. En los tiempos en los que estamos, donde no hay producciones como antes, todo es más complicado y hay que recurrir a esto, que es, digamos, una autoproducción. Hecha por mí mismo y con la ayuda de Dezza, que me ha dado el empujón que necesitaba. Grabamos en agosto del año pasado y todo ha ido bastante rodado, rápido. Hemos grabado en Madrid, en los estudios Dalamis.
—Dicen que la obra que no está grabada no existe, y aunque un artista es mucho más que un disco, supongo que habría muchas ganas de ver plasmada una trayectoria más que interesante en el testimonio que supone una grabación fonográfica.
—Pues sí. Hace como tres años que ya me picaba el gusanillo de grabar y hasta que no ha llegado el momento, pues no sé... Parece que Dios está arriba y pone las cosas en su sitio para que todo vaya rodado, con las personas adecuadas, en el momento oportuno... Estoy muy contento por el resultado y ahora ya me lo creo, ahora sí...
—¿Qué propone ‘Media vida’?
—Lo que propongo es contar la historia de mi vida, mis vivencias. Cada tema tiene un significado y refleja una época en mi vida. Es un recorrido vital, le llamo ‘Media vida’ porque realmente es lo que es. Son composiciones que tengo de siempre, o desde que las dejé, y unas hacen referencia a la época en la que viví en Madrid;y otras son una inspiración que sale muchas veces sin querer;hay de todo.
—En ese retrato de su memoria sentimental, hay además tributos a las personas que han marcado su trayectoria...
—Sí, hay un tema que va dedicado al maestro Balao, que lo tenía un poco como sorpresa, él ni siquiera lo sabe (sonríe) y se llama Marinero eterno; son los fandangos de Huelva. Además, dedico un tema a mi madre y a un primo que trágicamente perdió la vida hace unos años, que es la rondeña; muy especial y emocionante.
—Ni qué decir tiene que estamos ante un disco personalísimo.
—Sí, sí, bastante personal. Es muy personal y creo que muy íntimo, y para digerirlo hay que escucharlo varias veces. No es un trabajo sencillo, está muy elaborado y está muy pensado. Todo en él tiene sentido.
—Aunque ya ha adelantado algo, ¿qué vamos a encontrar en él?
—Llevo lo básico. Es un disco solamente de guitarra, no he metido coros, no hay nada de cante, llevo percusiones, que tengo que tener, y en un par de temas llevo violines, viola y contrabajo. Tampoco doblo ni una guitarra, he intentado que después en directo suene igual que esté en el disco. Eso es importantísimo. Porque muchas veces hacemos cosas para las que luego en directo se necesita mucha participación y no puede hacerse para que suene igual que está en el disco.
—El proyecto está muy ligado al recital que trae al Festival, donde hay sugerentes colaboraciones...
—Sí, bueno, son los mismos queparticipan en el disco:Alexis Lefèvre, Pablo Martín y Tino di Geraldo. Somos una familia, la verdad. Es importantísimo el apoyo de Tino (productor artístico del CD), que creyó en este proyecto de principio a fin. Yo estoy encantado con ellos.
—Hábleme del contenido del CD.
—Hago un zapateado, hay dos bulerías, una muy jerezana... No sé si más de SanMiguel o Santiago porque yo he nacido en San Miguel pero suelo hacer lo que me sale. Una soleá, dedicada a Manuel Soler (percusionista fallecido hace unos años), que cuando hicimos el ‘Dime’ con Barón, él aparecía en un trocillo y luego pasó lo que pasó; se la dedico a él. También un tanguillo, una rondeña, granaína, una rumba, unos fandangos de Huelva muy bonitos...
—Como mandan los cánones, usted ha ido quemando etapas hasta alcanzar la posibilidad de ofrecer un concierto como solista y con composiciones propias, ¿debería ser obligatorio que el tocaor se forme en el atrás antes que otra cosa?
—Yo creo que el que pueda que lo haga, pero creo que es muy importante dar todos los pasos porque poco a poco te vas formando, coges experiencia y sabes lo que quieres realmente. Componer para bailar me ha ayudado mucho a saber qué busco y verte con la necesidad de tener que crear. A veces te inspiras y otras lo tienes que forzar porque necesitas tener el trabajo para entregarlo al que te pida la música.
—¿Considera que ha alcanzado su madurez artística?
—Madurez sí he cogido. Qué tenga que evolucionar, también lo pienso, por supuesto. Pero creo que este es un momento en el que estoy capacitado para decir lo que pienso o expresarlo a través de la guitarra.
—¿Cómo ha visto su evolución al lado de sellos tan personales como el de Javier Barón?
—Llevo todos los espectáculos con él, y le debo mucho. He tenido la oportunidad de conocer a muchas personas gracias a él; y claro, también estar tanto tiempo juntos te da una compenetración que nos hace ser como hermanos.
—¿Es más importante la técnica o el sentimiento?
—Creo que una mezcla de ambas cosas. La técnica es necesaria para expresar lo que sientes, entonces teniendo técnica puedes expresar, mientras que si no la tienes... Hay que contar con ella desde el principio. Cuanta más técnica, más fácil será expresar lo que sientes.
—¿No le parece que la guitarra especialmente atraviesa un momento creativo ’dulce’?
—Creo que sí; de un tiempo hacia acá está marcando la pauta y los tiempos, lo da todo, la guitarra lo da todo. Desde luego creo que toda la evolución del baile ha sido gracias a la guitarra, en ella están los acentos, los tiempos... Con eso, el bailaor que sea inteligente evoluciona.
—¿De qué fuente bebe?
—La verdad es que la fuente es lo que escuchamos, que inconscientemente se te queda y a la larga te sale. Después, soy admirador de casi todos porque todos tienen algo, algo de su personalidad.
—Mójese, hombre...
—(Risas) Aparte de los que ya están, que son evidentes: Vicente, Gerardo, Cañizares, Paco, Sanlúcar..., me llama mucho la atención lo que hay detrás de las compañías de baile, que están ahí escondidos y aparecen, casos como los de Canito, Jesús Torres... Eso está ahí desde hace tiempo, lo que pasa es que es ahora cuando de alguna manera está floreciendo. Yo he grabado temas que tienen ya seis o siete años y ahora tengo la oportunidad de que vean la luz. A lo mejor ahora se escuchan y suenan frescos, pero salieron hace tiempo, sólo que ahora florecen.
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