"Cada vez queda menos afición verdadera, todo está cambiando"

Domingo Rubichi. Guitarrista

El tocaor jerezano destaca la buena salud de la escuela jerezana y la importancia de mantener la actual apuesta por el Festival de Jerez: "Le da mucha vida a la ciudad"

"Cada vez queda menos afición verdadera, todo está cambiando"
"Cada vez queda menos afición verdadera, todo está cambiando"
Juan Garrido

26 de febrero 2013 - 09:57

Domingo de los Santos ‘Rubichi’ es un fiel heredero de la escuela jerezana de la guitarra flamenca. Tras haber acompañado a los grandes de su generación, lucha para que la afición no decaiga y el cante flamenco venza a la crisis. En su habitual “oficina”, la Peña la Bulería, nos encontramos con él para que exponga sus pensamientos.

–¿Qué opinión le merece el Festival de Jerez?

–Para Jerez es muy importante, sobre todo por la visita de tantos extranjeros con motivo de los cursos y espectáculos. A pesar de que el presupuesto es más corto y eso afecta a la calidad, es bueno que se luche por el Festival, le da vida a Jerez que en estos momentos está un poco distraída.

– ¿Cree que le falta algo a esa edición para que la cita se convierta en la cita más importante del flamenco cada año?

–Me gustaría que los artistas de Jerez estuvieran más presentes, ya que se organiza en Jerez sería conveniente que se cuente con los artistas de Jerez, tanto baile como cante y toque. En el Festival hay más arte contemporáneo que arte flamenco.

–Realmente la afición del Festival es básicamente foránea, ¿sienten igual ellos que los aficionados jerezanos o incluso españoles?

–No. Ellos aplauden todo, lo bueno y lo malo. Nosotros somos especiales para eso, sólo nos gusta lo bueno. Cada vez nos gusta menos lo bueno parece ser, pero aún queda afición verdadera, que le gusta lo poquito que va quedando.

–Es usted un artista que se prodiga bastantes en las peñas flamencas, ¿cual es la razón?

–Las peñas son las únicas que están luchando por el flamenco, gracias a éstas se organizan actuaciones y demás. El público de las peñas es más aficionado, hay más cercanía y te aplauden a tiempo. Las peñas hacen una gran labor en el flamenco, hay que tenerlas en cuenta sobre todo en estos momentos en los que el flamenco de Jerez cada vez está más cambiado en los grandes escenarios.

– Viaja con mucha frecuencia a Japón, ¿es la única salida que le ve a la crisis?

–A mí, si te digo la verdad, me gustaría trabajar más cerquita de casa, no soy yo mucho de coger aviones (risas). Pero bueno hay que ir donde está el trabajo. Allí la afición está más interesada en el baile, pero yo estoy luchando para que también tengan ese interés al cante.

– ¿Cómo ves el flamenco hoy día? ¿Eres de los que piensan que se está perdiendo lo más tradicional, por no decir puro?

–Yo no quiero hablar de nadie, pero no creo que sea flamenco ver bailar a un hombre en una caja de muertos, ni uno vestido con un capirote… La escuela jerezana de la guitarra se está manteniendo, con los Jeros, Manolito Parrilla, Manuel Valencia, Diego del Morao, Pepe del Morao, Antonio Higuero, Alfredo Lagos, Salado... Hay más guitarristas que albañiles en Jerez (risas). El cante es otra cosa, ahí sí hay más innovaciones. A mí me toca mantener la guitarra, y eso es lo que estoy haciendo.

– ¿Le gusta acompañar más al cante que al baile o al revés?

–Me siento más a gusto con el cante, pero como te decía antes donde haya trabajo ahí está Domingo Rubichi. Me hubiera gustado vivir la ‘época dorada’ del cante con Chocolate, Mairena, Terremoto, Tío Borrico, Sernita… la época de mi padre Diego Rubichi. Aún así he acompañado a Fernando de la Morena, a El Torta, Agujetas, Manuel Moneo y casi todos los jerezanos. Para mí como Chocolate y Agujetas, pocos habrá. En el baile me hubiera gustao convivir con Tía Juana la del Pipa, Tía Luisa la Torrán y otros tantos que bailaban como se debe bailar.

–¿Los políticos benefician o perjudican al flamenco?

–Los políticos de flamenco saben muy poco, ‘Urdangarines’ hay en todos sitios. Ellos saben de política por eso a veces aprovechan cualquier oportunidad para perjudicar.

–Para acabar, Domingo, ¿qué le gustaría conseguir en el flamenco? Dígame algún proyecto o ilusión.

–Lo único que a mí me motiva es la lucha por la afición, que no se pierda, que siga gustando el cante, el baile y el toque gitano y flamenco. Ya sea en Jerez o en cualquier otra parte del mundo, pero que no se pierda esto nunca. Yo lucho para ello, no quisiera que se perdieran tantos años de historia.

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