Adut Akech: de refugiada a musa
Pasarela. Imprescindibles
Esta joven sur sudanesa, que pasó su niñez en un campo de refugiados, es una de las modelos favoritas actuales para Karl Lagerfeld
El día a día de Adut Akech dista mucho de lo que fue su infancia. La joven, que nació hace diecinueve años en Sudán del Sur, pasó su niñez en un campo de refugiados en Kenia. Allí estuvo rodeada de precariedad. Vivió con escasez de agua, de alimentos y de luz. Tuvo que aprender a leer con la ayuda de su hermana mayor, la única de la familia que iba a la escuela y que se encargaba de enseñar a sus hermanos lo que aprendía. Con seis años y tras haber pasado por varios campos de refugiados, se trasladó con su familia a Australia. Se fueron con lo puesto, en busca de un futuro mejor. Fue allí donde un cazatalentos la descubrió. Adut nunca se había planteado ser modelo, pero aceptó la propuesta y desde entonces no ha parado de cosechar éxitos. Empezó a lo grande. Hizo su debut en las pasarelas hace dos años desfilando para Yves Saint Laurent. Durante dos temporadas desfiló en exclusiva para una de las firmas más reconocidas a nivel internacional, que no quería que la imagen de fuerza que transmite se viese en otros desfiles o en otras campañas.
Hasta que Karl Lagerfeld la vio y no pudo resistirse. Akech ha sido la encargada de abrir y cerrar los dos últimos desfiles de Chanel, uno de los encargos más importantes que se puede realizar a una modelo. En uno de los desfiles subió a la pasarela con un traje de novia, convirtiéndose en la segunda modelo de raza negra que luce un vestido nupcial en la historia de la prestigiosa firma.
En la maison se han dado cuenta de que su potencial va mucho más allá de ser modelo de pasarela. Como modelo de imagen también es única. Gracias a su mirada, que aúna elegancia y carácter, se ha convertido en la imagen de la nueva campaña de Chanel. En las últimas semanas Karl Lagerfeld ha tenido que compartir a su musa, que ha desfilado para firmas como Dior, Givenchy, Valentino o Fendi en las mejores semanas de la moda del mundo.
A pesar del repentino y enorme éxito la joven tiene los pies en la tierra. Compagina su trabajo como modelo con sus estudios de economía, ya que tiene claro que lo de la moda puede ser algo esporádico y quiere tener un futuro asegurado en otro sector que le aporte estabilidad. Además aprovecha cada aparición y cada entrevista para dar muestra de su humildad, recordando de dónde viene y dando visibilidad a un tema tan importante a nivel mundial como el de los refugiados.
En una entrevista a un periódico británico dejó claro que pese a su actual éxito no olvida sus orígenes: “Soy una refugiada, es lo que soy y no me avergüenzo ni me enfado por ello. Sí, soy una ciudadana australiana y soy una sursudanesa australiana, pero sigo siendo una refugiada”. El de la modelo es un claro ejemplo de que los malos momentos pueden superarse y de que quien lucha por sus sueños debe poner todo de su parte para conseguirlos. “Poco importa de dónde vengan o a dónde vayan. No pierdan la pasión ni la perseverancia y, sobre todo, no abandonen nunca porque acabarán consiguiendo su sueño”, escribió hace unas semanas en sus redes sociales, donde cuenta con casi ciento cincuenta mil seguidores.
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