El protagonista de 'Paquita Salas' también triunfa en el mundo del teatro

Ganador del premio Feroz al mejor actor en 2017 por la serie Paquita Salas y concursante de Tu cara me suena, Brays Efe ha dado un paso más en el mundo de la interpretación creando y protagonizando su primera obra de teatro. Se titula De repente, presentada el martes en el teatro Lara de Madrid, un show diferente y efímero en el que los espectadores decidieron qué ocurría en cada momento y que sólo se ha representado una vez.

El resultado fue una performance inaudita en la que las caras de sorpresa de los 200 invitados, amigos y conocidos de Brays, como Javier Calvo, Javier Ambrossi, María Escoté, María Villar, Pepón Nieto, Cayetana Guillén Cuervo, Alba Reche, Juan Vidal, Moisés Nieto y un largo etcétera de famosos, se unieron a su iniciativa para convertirse en los auténticos guionistas de este espectáculo sin precedentes dominado por la improvisación y que convirtió la noche en única.

El teatro Lara albergó una gran fiesta al estilo de los años 20 con música de piano, de Dj, e incluso una limpiadora entonó por sorpresa una cantata escénica del siglo XX titulada Carmina Burana. El edificio del siglo XIX que alberga el Lara no fue un simple escenario sino un protagonista más de la velada. Por sus pasillos y rincones, los asistentes pudieron disfrutar de tres piezas de teatro distintas: Enamorado de la pared,Vis a vis y ASMR. Los raptos inesperados del público llevaron a los invitados a descubrir recovecos nunca antes explorados del edificio, en los que la magia de las bambalinas que acogieron estrenos de clásicos como Los intereses creados y La llamada, de Los Javis, subversión de la creación contemporánea dieron lugar a mezclas inexplicables. Lo que ahora se llama "hacerse un Black Mirror", un show 360 grados o "un cocido madrileño", como lo define el propio Brays Efe.

El estreno de De Repente se enmarca en la nueva campaña de posicionamiento de la marca J&B,What the whisky, una serie de acciones con las que la compañía demostrará una vez más que la pretensión y la capacidad de sorprender van implícitas en su ADN.