Christian Colorado, de vivir en la calle a ser diseñador
Moda colombiana
El modisto colombiano ha participado en la Semana de la Moda de Nueva York
La fuerza de voluntad y el mundo de la moda han abierto puertas al colombiano Christian Colorado, que una vez tocó fondo con las drogas y el alcohol, y le han permitido llevar el mensaje a jóvenes de escasos recursos en su país de que los sueños sí pueden lograrse.
“Todo esto me transformó la vida” y eso es lo que busca ahora lograr con otros jóvenes, estén interesados o no en la moda. En una carrera de sólo tres años, Colorado ha visto al cantante colombiano Maluma usando sus creaciones y fue elegido por el canal Nickelodeon para diseñar una colección inspirada en Bob Esponja, presentada en 2017.
A la Fashion Week de Nueva York llegó por primera vez en febrero del 2018, invitado a mostrar sus diseños urbanos para hombres con otros modistos emergentes. Su creatividad no pasó desapercibida y por tercera ocasión acaba de participar en la cita neoyorquina. Pero, la vida no siempre le sonrió. El abandono de su madre cuando tenía tres años, dejándolo con sus dos hermanos y con su padre, tuvo consecuencias. “A mí eso me pegó fuerte, me volví un niño muy rebelde. Mi padre era un hombre muy estricto y chocábamos”, expone Colorado.
A los 13 años, su rebeldía le llevó a dejar el hogar en Caldas, Antioquia, y marcharse a Bogotá en busca de su madre, a la que encontró y con la que convivió algunos años.
Una vez más, problemas en el hogar le llevaron a dejarlo a los 16 años y estuvo en la calle hasta que comenzó a trabajar como vendedor ambulante y con lo poco que ganaba pagaba alguna habitación. El diseñador tuvo un contacto con las drogas, aunque el vicio más fuerte fue con el alcohol y a los 20 años decidió que su vida tenía que cambiar. “Ya llevo diez años, tres meses y doce días”, libre de vicios, afirma con satisfacción Colorado, quien decidió hacer su sueño realidad de estudiar diseño de moda.
En 2015, tomó fotos de sus diseños y las publicó en Facebook. “Ese fue mi debut en la moda”, de su propia marca, dice con humilda. Su primera presencia en Nueva York fue gracias a la venta de una camiseta sobre Bosa, el barrio humilde donde residió.“Nueva York, París, Bosa”, aquel lema le permitió debutar en la semana de la moda de la Gran Manzana.
Con la campaña Thebosayorkdream le ha llevado a escuelas, universidades “y donde nos llamen” para dar a conocer su historia de superación. Porque quiere que se sepa que los sueños se pueden alcanzar.
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