Estrepitosas caídas en el escenario
Dedicarse al mundo de la música se convierte en ocasiones en una profesión de riesgo. La última en comprobarlo ha sido Katy Perry. En uno de sus últimos conciertos la cantante no calculó bien la distancia que le quedaba para llegar al final del escenario y se precipitó sobre su público. Casualmente el percance ocurrió cuando cantaba la canción Walking on air (Andando en el aire). Tan concentrada estaba en la interpretación de la letra que la llevó a cabo literalmente. Katy tuvo la suerte de no sufrir ninguna lesión. Sus seguidores le ayudaron a regresar a la tarima y siguió con el show. Esta caída se suma a una larga lista de la que no se libran algunos de los artistas más reconocidos a nivel internacional. Una de las grandes divas de la música actual es Beyoncé. Si por algo destaca la cantante es por las coreografías que realiza, que están al alcance de muy pocos. De hecho en más de una ocasión le han jugado una mala pasada. Entre sus tropiezos más recordados está uno que tuvo lugar en 2007. Añadir escaleras en el montaje escénico no fue una buena idea porque al sumar el baile y los tacones el resultado fue salir rodando escaleras abajo. Tampoco se ha librado de las caídas bochornosas Madonna. A lo largo de su amplia trayectoria es normal que en alguna ocasión haya perdido el equilibrio. Ser la reina del pop exige estar siempre al cien por cien tanto en voz, como en baile, como en estética. A veces ha llevado su puesta en escena al límite como cuando utilizó gafas de sol en una actuación en Brasil, un complemento que para lo que sirvió fue para que se tropezase y sus rodillas se hincasen en el suelo. Tanta es la profesionalidad de Madonna que intentó disimular la caída haciendo creer que era parte del numerito, pero aún así no consiguió que pasara desapercibida. Otra de las cantantes del momento es Lady Gaga y como siempre quiere estar a la altura de las circunstancias y no quiere ser menos que sus compañeras ni en cuanto a accidentes se refiere. Subirse a bailar encima de un piano del que salía fuego no fue una buena idea y la artista más extravagante de los últimos tiempos cayó de espaldas al suelo.
Sin perder el glamour con una herida en la rodilla continuó un concierto Jennifer López tras sufrir un aparatoso resbalón mientras interpretaba una de sus canciones. Esta no era la primera vez que JLO se desequilibraba. Durante la grabación de un videoclip un bailarín la cogió en brazos y mientras la bajaba al suelo no controló cuando tenía que soltarla y lo hizo antes de tiempo. Glamourosa también fue la semi-caída de Mariah Carey, a la que un bailarín levantó antes de que llegase al suelo, quedando incluso bonita y elegante. Entre las caídas masculinas más recordadas está la que sufrió hace unos días Paul McCartney. Una vez terminado el concierto el ex Beatle salió de nuevo al escenario para saludar a sus fans. Fue entonces cuando se enredó entre los cables que había por el suelo y se dio un porrazo. Acto seguido se levantó y saludó al público con una gran sonrisa. Otro de los que ha besado el suelo mientras cantaba es Robbie Williams. A él no le ocurrió nada pero a una de sus fans sí. El cantante se precipitó encima de su público con tan mala suerte que fue a parar encima del brazo de una de sus seguidoras, que acabó con el brazo fracturado. La emoción sobre el escenario jugó una mala pasada a Louis Tomlinson, uno de los componentes de la boy band One Direction. El joven salió corriendo por el escenario y tuvo la suerte de resbalar con un charco de agua que había en el suelo. El golpe fue tal que se quedó tumbado durante varios segundos desatando la preocupación de sus compañeros y de las directioners. En este repaso no hay que olvidar la caída estrella en un escenario: La de Juan Gabriel. Después de tantos años todavía es un misterio y no se sabe si el motivo del percance fue un tropiezo con un cable o una falta de coordinación en el baile.
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