Verónica Sánchez "La belleza va más allá de unas simples medidas"
Asciende profesionalmente peldaño a peldaño participando en títulos que, bien para la gran pantalla, bien para la televisión, la han consolidado como uno de nuestros grandes valores en el mundo de la interpretación. Y así, dentro de su trayectoria encontramos desde la serie Los Serrano -que la hizo muy popular entre el público y de la que surgió un noviazgo con Fran Perea- a películas como Al sur de Granada -en la que, en 2003, debutó de la mano de Fernando Colomo-, Camarón, Los dos lados de la cama o, más recientemente, Las 13 rosas.Toca el turno ahora para Gordos, historia dirigida por Daniel Sánchez Arévalo que, además, es la actual pareja de Verónica Sánchez. Una delicada cuestión sobre la que nuestra entrevistada pasa de puntillas no sin dejar de aclararnos muchas otras dudas al respecto de este inminente estreno y de ella misma.
-¿Por qué piensa que se trata Gordos de un rodaje que, desde el principio, ha despertado tanta curiosidad?
-Bueno, creo que porque es la segunda apuesta de Daniel después de Azuloscurocasinegro y, como ésta gustó tanto, todos esperan lo nuevo. Aparte, el hecho de que los actores hayamos estado cambiando de volumen constantemente también resulta atractivo.
-De hecho, usted ha tenido que engordar once kilos para recrear a su personaje… ¿Cómo lo ha hecho?
-Teníamos una nutricionista que, durante los diez meses que ha durado la grabación, nos ha ido controlando. Me he visto obligada a comer mucho más y, sobre todo, a mantener un día a día muy sedentario.
-¿Cuál es su peso habitual?
-(Piensa) Unos cincuenta kilos.
-¿Y no ha supuesto un pequeño trauma verse con esas dimensiones que se ha echado encima?
-Verás, no me ha pasado eso porque no me reconocía en ese cuerpo y porque había un proyecto sólido detrás que justificaba esa imagen. A los protagonistas les surgen problemas que no saben encajar y que, como consecuencia, tienen la obesidad. Intentan llenar sus vacíos interiores con la comida. Otros, sin embargo, utilizan las compras o el tabaco como vicios para aliviarse.
-¿Posee Verónica Sánchez alguna de estas peligrosas aficiones?
-Yo no (risas). Hay muchas cosas que me gustan pero no soy adicta a ellas…
-¿Y propone la trama de Gordos alguna moraleja?
-No, no existe esa intención en el mensaje ni es una denuncia a la estética.
-Pero usted sí será presumida, ¿no?
-Lo normal. En todo caso, más coqueta…
-¿De qué forma ha vuelto a recuperar su figura?
-Abandonando la dieta de engorde pues, aunque no lo parezca, coger peso también precisa de un régimen.
-¿Cuál es su opinión de las personas gorditas? ¿Le gustan? ¿Prefiere las delgadas?
-Para mí no es un tema. No sabría qué responderte puesto que es como si me preguntaras si prefiero a alguien moreno o rubio. Lo importante es estar sano. Se puede ser bello de mil maneras distintas.
-¿Qué es, por tanto, la belleza para usted?
-Algo difícil de definir. Una mezcla de inteligencia, sensibilidad, una parte física… Lo que sí tengo claro es que va más allá de unas simples medidas.
-¿Se considera hermosa?
-No suelo contemplarme desde fuera. A mí lo que me gusta es rodar pero, analizarme a mí misma, es difícil.
-¿Y qué le parece lo de compartir pareja y jefe? ¿Mejor cuando coinciden ambos o más complicado?
-Es que, en esos temas, si no te importa, prefiero no entrar. Separo mucho mi vida privada de la profesional…
-Entonces confiese, ¿le atrae la idea de abrirse un hueco, igual que otros compañeros suyos, en la meca del cine?
-Si surgiera una posibilidad allí, sí. Ahora, por ejemplo, vengo de Chile y también he estado en Argentina. Lo que no iría sería para empezar de cero.
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