La diseñadora que convirtió el 'DIY' en el movimiento 'Punk'
Aunque actualmente realiza trabajos para la Alta Costura, el pasado de Vivienne Westwood está atado al Londres más rebelde y al grupo de música 'Sex Pistols'
Carrie Bradshaw, prestigiosa periodista en el mundo de la moda, decide casarse a sus cuarenta años con Mr. Big, el amor de su vida. Como es un referente para muchas revistas de cabecera en los Estados Unidos, Vogue la llama esta vez no para trabajar, sino para posar con diseños de los creadores de moda más prestigiosos de todo el mundo: Oscar de la Renta, Vera Wang, Carolina Herrera o Dior, entre otros. Sorprendentemente, días más tarde recibe una nota de una diseñadora muy especial: "Vi tu foto en Vogue, el vestido es tuyo. Firmado: Vivienne Westwood". La escena es ficticia, se trata de una de las mejores de la película Sexo en Nueva York. Pero la diseñadora es real.
Cada vez que muere un movimiento, alguna generación clama su resurrección, y eso es lo que estaba ocurriendo en el Reino Unido de los años 70. Agonizando el movimiento hippie, algunos jóvenes comenzaron a sentirse atraídos por lo que podían encontrar por casa y llevar puesto en la calle: Cadenas de electrodomésticos, collares de perro y pelos de punta fueron el Do it yourself de la época, el háztelo tú mismo. Sin embargo, como siempre pasa, ésta efervescencia necesitaba una cara conocida y una imagen que le diera fuerza, y ésa fue sin duda Vivienne Westwood.
Con veinte años y un divorcio de Derek Westwood, que le dejó un hijo y el apellido, conoció a Malcom McLaren y se comenzó a preparar, sin quererlo, para cambiar el mundo. Él era el gerente de una tienda de ropa en la que ya se atisbaba lo que iba a ser la tendencia Punk de los años posteriores, pero todavía era una mera sombra. Los viajes de él al nuevo continente para captar las tendencias neoyorquinas y los diseños de ella, crearon magia, y la tienda pasó a llamarse Let it rock y a cosechar éxitos. Más tarde, cuando él se convirtió en el mánager de la legendaria banda Sex Pistols, Let it rock se convirtió en SEX y ella quedó inevitablemente consolidada.
Después de prender la mecha del movimiento Punk, Westwood ha trabajado con diseñadores como Nine West, Gold Label y Patrick Cox, y se ha convertido en un miembro importante de la Alta Costura, de ahí que pudiéramos ver a la estilosa Carrie Bradshaw luciendo un vestido de novia suyo en una película. Pero Vivienne no es una más porque sigue manteniendo esa estética polémica, underground, rebelde y única.
Una historia como la suya merece ser contada, y es por eso que está trabajando en sus memorias, que se publicarán este octubre. Producto de un esfuerzo a medias entre ella y el actor y escritor Ian Kelly, él ha definido este trabajo como "narrar la verdad sobre una persona con un corazón inmenso, cálida y aguda, con un rostro y una ropa conocida por el mundo entero". De momento ya puede verse la portada del libro, en la que una serenísima Vivienne Westwood nos mira fijamente como la gran dama del Punk que fue, es y será por siempre.
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