Cuando un fan se convierte en enemigo
Paco González no es el único: el fanatismo de algunos admiradores llega a herir o incluso matar, como le pasó a John Lennon o a Monica Seles. En España sufrieron acoso Eva Hache y Sara Casasnovas, entre otros.
De fan a fanático sólo hay una frontera de cinco letras. A pesar de que son muchos los que sueñan con lograr la fama, hay a quienes el éxito les cuesta caro. A veces son los mismos que encumbran al éxito al personaje, sus seguidores, quienes hacen de esa fama una obsesión que llega, incluso, a ser incontrolable. Esto es lo que sucedió hace una semana cuando Laura Gallego Fernández, de 25 años, apuñaló varias veces a Mayte, la mujer del periodista deportivo Paco González. María, su hija, también resultó herida leve tras lograr huir para pedir ayuda. La obsesión de esta joven, que llegó a contratar los servicios de un sicario búlgaro para acabar con la vida de la esposa de Paco González, además de amenazarle -"Te voy a arruinar la vida", dijo en uno de los varios mensajes que le envió-, es el último ejemplo de cómo un seguidor puede acosar a un famoso hasta límites insospechados.
Sin embargo, el periodista no es el único que ha sufrido la ceguera de una fan. El caso más famoso y trágico es el de Mark David Chapman, que asesinó el 8 de diciembre de 1980 a John Lennon en Manhattan con el único deseo de buscar la fama y la notoriedad. "Sentí que matando a John Lennon me convertiría en alguien y en vez de eso me convertí en un asesino y los asesinos no son alguien", dijo en una entrevista concedida a los funcionarios encargados de otorgarle o negarle la libertad condicional en el año 2000. Tenía una lista de personas y Lennon era el primero. Le pareció el "más accesible", confesó. En dicho escrito figuraban también los nombres de Ronald Reagan, Paul McCartney o Elisabeth Taylor.
Más suerte tuvo Mónica Seles, que el 30 de abril de 1993 fue apuñalada ante seis mil espectadores por un fanático que truncó una de las carreras más brillantes del tenis mundial. Enfermo mental, Günter Parche, un alemán de 38 años, nunca pudo perdonar a Seles que ganara a la también tenista Steffi Graf, con la que estaba obsesionado, en el último partido y le arrebatara el número uno mundial.
El director Steven Spielberg estuvo a punto de ser secuestrado por un fan obsesivo que entró en su casa con esposas, cinta aislante, cloroformo y un cúter. Aunque el caso más extraño le ocurrió a Jennifer Lopez. Un hombre aparcó frente a su casa en Los Hamptons y se instaló tranquilamente en su casa de la piscina. Seis días transcurrieron hasta que se dieron cuenta que tenían a un intruso.
Unas historias que parece que sólo ocurren en Hollywood pero que desgraciadamente han llegado a nuestro país. Al caso del periodista Paco González se suma hace unos años el de la actriz Sara Casasnovas, que llevó a su acosador ante la justicia después de que éste intentase atacarla con una ballesta a la salida del teatro donde actuaba. La cómica y presentadora Eva Hache también fue amenazada de muerte en Twitter. "Puta, voy al teatro y te apuñalo delante de todo el mundo. (…) Yo que tú no saldría sola de casa", escribió un usuario de esta red , que finalmente fue localizado y detenido. Casualmente era el mismo que meses antes había insultado y amenazado a Andreu Buenafuente.
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