Marina García ('La isla de las tentaciones 3'), entregada a su nuevo proyecto profesional

Marina García, una de las concursantes más polémicas de la tercera edición de La isla de las tentaciones, está a punto de emprender un nuevo camino laboral. Dejando a un lado la televisión -que le ha dado la popularidad de la que ahora goza- y las redes sociales -en las que sólo en Instagram acumula más de 796.000 seguidores-, la sevillana abrirá pronto una clínica de estética en su ciudad natal.

Precisamente en sus redes en las últimas semanas ha dado cuenta de los avances en las obras de Abril, que así se llamará su primera clínica de medicina estética en Sevilla, un nuevo negocio al que la ex concursante ha dedicado todo su esfuerzo en los últimos meses.

"Me hacía ilusión subiros este proceso. Cuando lo vea dentro de X años seguro me traerá muchos recuerdos", ha explicado en un post compartido en su perfil de Instagram. "Abril es todo dedicación, cariño, esfuerzo y valor. Ya queda poco", añadía tras agradecer a su madre y a la que será la directora de la clínica su implicación en este importante proyecto para ella.

Esther Vergara Prieto se encargará de llevar la unidad estética de la clínica; mientras Yolanda Rodriguez (madre de la ex concursante de La isla de las tentaciones) se ocupará de la unidad dental.

Marina cuenta en este proceso con todo el apoyo de su pareja, Jesús Sánchez, con quien rompió en el programa por Isaac Torres Lobo, aunque a los pocos meses retomaron su relación. Siete años después de conocerse, confiesa estar "muy, muy bien" con Jesús, al que califica como su gran amor. "Jesús es mi balanza, mi calma, el significado puro de lo que es amor", admite. "Estamos en un punto especial, al igual que lleno de agobios. Estamos los dos liados con nuestros proyectos y nuevos comienzos. Pero sé que todo traerá cosas nuevas y muy bonitas".

La belleza, para Marina, siempre ha sido algo fundamental. La joven siempre ha estado a favor de la medicina y de los retoques, y no ha dudado en reconocer todos aquellos a los que se ha sometido. Precisamente por esto y por su afán de verse mejor, la sevillana es consciente de los peligros que tienen, pues ella misma llegó a abusar de los mismos y finalmente acabó retirándose todos los retoques estéticos del rostro en busca de una imagen mucho más natural.

Ahora, y ante la inminente apertura de su primera clínica de medicina estética, Marina puede convertirse, por experiencia propia, en la mejor asesora para sus clientes, que muy pronto podrán visitar el que espera sea el primero de muchos de sus centros.