Jerez tiene una demanda del 30% en alquiler a la que no se da respuesta

Sector inmobiliario

2020 deja a su paso las visitas por vídeoconferencia, unos precios estables y una caída del 40% de las ventas en la ciudad

Escaparate de una inmobiliaria del centro de Jerez apenas una semana después de que se decretara la pandemia.
Escaparate de una inmobiliaria del centro de Jerez apenas una semana después de que se decretara la pandemia. / Pascual
Manuel Moure

10 de enero 2021 - 05:00

Jerez/El año de la pandemia, 2020, ha supuesto un verdadero reto para las empresas inmobiliarias de la ciudad. Al igual que en tantos otros sectores las nuevas tecnologías han adquirido un papel relevante, incluso preponderante, a la hora de proseguir con la actividad en tiempos difíciles. Fernando Pomar, el más veterano de los agentes inmobiliarios de la ciudad y con 40 años de experiencia en el sector, destaca que “ciertamente ha habido miedo, tanto entre quienes iban a visitar un inmueble en venta como entre quienes lo vendían. Las visitas han sido mínimas”.

A este respecto el sector se ha comportado muy tranquilo porque apenas se han visitado inmuebles desde que se declaró la pandemia, “tan sólo los inmuebles que estaban vacíos”.

El coronavirus puede campar más o menos a sus anchas pero lo cierto es que “la necesidad de vivienda sigue estando ahí pero sin poder realizar las preceptivas visitas a las casas y pisos que estaban a la venta”. Ese fue precisamente fue el momento en el que comenzaron a prodigarse las visitas en vídeo. Una técnica que ha llegado para quedarse. “Y a partir de ahí se notó una mayor demanda de ese tipo de visitas”, destaca el propietario de Huertas Inmobiliaria.

Pese a todo, las ventas de inmuebles han disminuido respecto a un año normal. Ha estado, según este experto inmobiliario, “en el entorno de un 40% menos. La crisis del coronavirus se ha notado de una forma dura en el sector”, añade a este medio Pomar.

Los jerezanos no son proclives a dar viviendas en alquiler por miedo a problemas

Si algo ha relacionado de una forma directa la pandemia, el confinamiento y el sector inmobiliario ha sido que “una vez vivida la experiencia de estar encerrados durante semanas muchísimas personas han empezado a solicitar pisos y casas que dispusieran de espacios a los que poder salir, sobre todo viviendas del tipo unifamiliar o chalés. Lo pasaron mal y prefiere prevenir y disponer de una vivienda que les reporte mayor libertad de movimientos en caso de que hubiera un nuevo confinamiento domiciliario”.

Este incremento de demanda de viviendas se está atendiendo debidamente, se está dando respuesta aunque no es ni mucho menos inmediata. Eso sí, quien espera consigue finalmente el piso o casa con gran terraza o jardín que ansía. Los meses de encierro se han cobrado un peso, en cierta forma psicológico, en la forma de vida de los jerezanos al igual que entre tantos y tantos ciudadanos del país.

El año pasado cerró sin que uno de los grandes problemas de la ciudad en materia inmobiliaria acabara de solucionarse en Jerez: la escasez de viviendas en alquiler. En la actualidad, en la ciudad, hay un 30% de demanda de viviendas en régimen de alquiler que no se ve cubierto. Es por ello que las empresas inmobiliarias de la ciudad no dan abasto a atender las peticiones.

Para un alquiler hay varios aspirantes. Los jerezanos, y así lo indican los datos, no son proclives a dar viviendas en alquiler. Los últimos movimientos a este respecto se han detectado en el mercado de los apartamentos turísticos, que estaban en pleno auge antes de que el pasado mes de marzo se declarara la pandemia. Como es sabido, se trata de alquiler a turistas y visitantes, de escasa duración, y con nulo riesgo de que haya que afrontar los temidos procesos de expulsión del alquilado por impagos y esperar levantamientos por orden judicial. No en vano éste se erige en el mayor temor de los jerezanos a la hora de dar su casa en renta: no poder recuperarla cuando los contratos al respecto terminen.

En lo que se refiere a los precios estos se han mantenido. Ni han subido ni han bajado. “Se está dando la circunstancia -apunta Pomar- de que pese a mantenerse estables, ni al alza ni a la baja, los precios del mercado inmobiliario jerezano siguen siendo bajos y eso es atractivo para la gente que viene de fuera.

El atractivo de ser la ‘tercera línea’ de playa

Es algo habitual. Los precios de las viviendas en Jerez son baratos. Tanto es así que “los clientes procedentes de otras comunidades autónomas se extrañan de los mismos”, apunta Fernando Pomar. Uno de los principales valores de Jerez, y además lo es desde hace años, es el hecho de que clientes de otras comunidades, ansiosas del deseable turismo de sol y playa, se ven con la posibilidad ante sí de disponer de una buena vivienda en la ciudad a escasos minutos de la línea de costa gracias a la excelente red de carreteras disponible en la actualidad. De un lado se ahorran el bullicio que caracteriza a las zonas costeras durante los meses veraniegos y, además, les da la posibilidad de tener la provincia al alcance de un pequeño desplazamiento.

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