ANTONIO PICA, una vida de película
El Rebusco
Actor y modelo publicitario
Una plaza de Jerez lleva su nombre

Jerez/La fama es fugaz, y más en estos tiempos que corren.
Muchas estrellas del cine la alcanzaron con la misma rapidez con la que cayeron en el olvido del público que las encumbraron. El paso del tiempo y la memoria son piezas en este proceso que opaca el brillo de nombres que antes resplandecían entre luces de neón, o impresos en carteles y revistas de papel cuché.
El jerezano Antonio Pica no sobresalió de forma especial en el mundo del celuloide, pero su nombre aparece en los títulos de crédito de medio centenar de películas, muchas de ellas coproducciones internacionales.
El experto en cine, Carlos Aguilar, le dedica casi dos páginas en su libro Las estrellas de nuestro cine: “Antonio Pica ha entrado en la historia del cine español como una figura típica de la etapa de las coproducciones y de la serie B, localizada a lo largo de los años sesenta y primeros setenta. Con papeles, generalmente secundarios y que precisasen facultades para la acción física, intervino sobre todo en ‘western’ y films de espías en la estela de James Bond...’.
Su semblanza se recoge, igualmente, en el Diccionario biográfico español de la Real Academia de la Historia, como en la Wikipedia.
Antonio Pica fallecería en El Puerto de Santa María, el 26 de abril de 2014, debido a las secuelas causadas por un ictus sufrido dos años antes.
Por iniciativa del Cine-Club Popular de Jerez, una plaza de Jerez lleva su nombre desde 1999; y en el 2013, ASECAN (Asociación de Escritores Cinematográficos de Andalucía), le reconoció con el premio de Honor en su primera edición.
Por su parte, los organizadores del I Festival internacional de cine western de Almería, que tuvo lugar en el 2011, les rindieron homenaje junto a otros actores asiduos a los rodajes por aquellas tierras andaluzas.
El hombre de moda
La fecha de nacimiento de nuestro personaje no está clara. El ser hijo natural, con un ‘padre’ que no lo reconoció, no fue fácil en la sociedad de aquel tiempo.
Aunque la partida de bautismo indica la fecha del 21 de marzo de 1933, pero es posible que su nacimiento tuviera lugar el 24 de febrero de 1931.
Gran parte de su juventud y adolescencia transcurrió en la ciudad de Cádiz, donde se aficionó a diversas actividades deportivas, llegando a ser campeón de Andalucía en el salto de palanca y, más tarde, cinturón negro de judo. Y llegó a ser banderillero de la primera promoción de la Escuela Taurina de dicha ciudad.
Al finalizar su servicio militar en 1954 emigró a Francia y, posteriormente, a Argelia, donde trabajó durante varios años para una empresa de extracción petrolífera.
En 1962, forzado por la situación política que vive el país, regresó a España con su mujer, Arlette, y su hijo Tony.
Antonio tuvo otros dos hijos, Iván de su segunda mujer Ana, y Ben Bika, durante su estancia en Egipto, fruto del matrimonio, por el rito musulmán, con dos hermanas.
Por sus cualidades físicas, además del dominio de idiomas, fue requerido por las productoras cinematográficas, que en esos años desarrollaban una frenética actividad con coproducciones internacionales y películas de serie B.
En sus más de sesenta papeles cinematográficos, Antonio Pica trabajó con actores como Jack Palance, Ernest Borgnine, Louis de Funés, Yves Montand, Eduardo Fajardo, Rod Steiger, Franco Nero, Paul Naschy y un largo etcétera.
Siendo dirigido por Julio Buchs, Vicente Escrivá, Gerard Oury, Javier Aguirre, Rafael Romero Marchent, Pedro Lazaga, Luis Lucia, George Cukor, León Klimovsky, Mariano Ozores, entre otros.
A mediados de los años setenta dejó el mundo del cine para dedicarse de pleno a sus actividades petrolíferas, en este caso como buceador. Sin embargo, volvió en 1995 para actuar en la película de Francisco Rodríguez Gordillo, Licántropo.
Desde principio de los años ‘ 90, hasta su fallecimiento en el 2014, fijó su residencia en la provincia de Cádiz, entre las poblaciones de El Palmar, Cádiz, Jerez, El Puerto y Sanlúcar. En ese tiempo se dedicó a escribir un cuaderno de notas donde recogió sus recuerdos y vivencias como actor y modelo. Son esos ‘Apuntes cinematográficos’ los que pronto vean la luz como parte de una biografía que el que esto suscribe prepara en la actualidad.
Nos quedamos con estas palabras que Fermín Lobatón le dedicó en la necrológica publicada en El País el 7 de mayo: ‘Irremediablemente hedonista y de vocación cosmopolita, la suya es una vida intensa, que se bebió siempre a grandes sorbos, alternando éxitos y fracasos, aunque sean los primeros los que dominen los años centrales de su existencia".
Fueron los años posteriores a su aterrizaje en el mundo del cine y de la interpretación, una profesión a la que llega por casualidad y en la que cuadra por su físico, de aire más anglosajón que andaluz, una cierta prestancia y una indudable fotogenia. Las mismas cualidades que le llevarán al mundo de la publicidad en unos años (mediados de los sesenta y setenta del pasado siglo) en los que alterna sin interrupción producciones cinematográficas y contratos publicitarios con las más señaladas marcas (de brandy, principalmente) y compañías del país. Fue “el guapo del anuncio” y pareja ideal de modelos de ensueño, como Elena Balduque o la inglesa Jane Shrimpton, La Gamba, la más cotizada del momento. La alternancia de ambas actividades estaba mal vista, pero fiel a su carácter indómito, nada le importó, aunque pudiera afectar a su carrera cinematográfica. En ella, llegó a filmar más de 70 películas figurando habitualmente como actor secundario’.
De películas
Antonio Pica debutaría en el cine con una breve aparición, no acreditada, en el film británico Encrucijada mortal (1963), que tuvo como actor principal, y director, a Laurence Harvey. Film rodado en gran parte en España, con escenas en Sevilla.
A esta le seguirían Tela de araña (1963), Llanto por un bandido (1963), o La caída del imperio romano (1964). En esta última como extra como varios roles, tanto romano como bárbaro, siendo el doble de John Ireland.
Es a partir de 1965, con Lola, espejo oscuro, que su nombre se incluye en los títulos de crédito. De este periodo son también: Persecución a un espía (1965), Cartas boca arriba (1965), Mister Dinamita: mañana os besará la muerte (1966), Técnica de un espía (1966). Anónima de asesinos (1966), Comando de asesinos (1966).
Poco a poco le van dando papeles con más participación, es el caso de El hombre que mató a Billy el Niño (1966), Una bruja sin escoba (1967), Técnica de un espía (1967), o Un diablo bajo la almohada (1967), donde se marca un baile con la misma Ingrid Thulin.
En el cartel del western, Dos cruces en Danger Pass, de 1967, ya podemos ver su nombre destacado, continuando con trabajos en Encrucijada para una monja (1967), Como robar un millón de diamantes en Rusia (1967). Pagó cara su muerte (1968), Bandidos (1968), y Dos hombres van a morir (1968).
Su papel más destacado en su filmografía, como actor principal, sería Hombre en la trampa (1968), dirigida por Pascual Cervera, de la que Carlos Aguilar comenta esto en su imprescindible Guía de Video-Cine: ‘Thriller’ español de serie B con el avezado Antonio Pica, uno de nuestros más característicos ‘duros’ de segunda fila, al frente del reparto’.
De la segunda mitad de la década de los `60 hay que mencionar títulos como: Cuidado con las señoras (1968), S.O. S. Invasión (1968), Objetivo Bi-Ki-Ni (1968), Satanik (1968), Hora O: operación Rommel (1969), Las trompetas del Apocalipsis (1969), Los desesperados (1969), Manos torpes (1969), ¡Viva América! (1969), Taxi de los conflictos (1969), No importa morir (1969), y Santo contra los asesinos de la mafia (1970).
Entramos en los `70 con Sin un adiós (1970), donde le da la réplica al mismo Raphael. En este periodo, que abarca hasta 1975, es el más importante en su labor como actor, donde vemos títulos como Delirios de grandeza (1971), con Ives Montand y Louis de Funés, o Viajes con mi tía (1973), dirigida por el mítico George Cukor.
Hay que destacar también la serie de terror con el especialista en el género Paul Naschy, La rebelión de las muertas (1972), y El jorobado de la Morgue (1972).
El mismo Naschy contaría con Pica en Licántropo, film de 1996, el último papel en su trayectoria en la gran pantalla, de nuevo como inspector de policía.
Títulos de estos años son: Una señora llamada Andrés (1970), La orilla (1971), Misión secreta en el Caribe (1971), Españolas en París (1971), El arquero de Sherwood (1971), Matar es mi destino (1971), La novicia rebelde (1971), Los héroes millonarios (1973), Los ojos azules de la muñeca rota (1973), Santo contra el Doctor Muerte (1973), Los mil ojos del asesino (1974), Una mujer prohibida (1974), Tres suecas para tres Rodríguez (1975), Una abuelita de antes de la guerra (1975), Los locos del oro negro (1975), Nuevas aventuras del Zorro (1976).
Su última aparición sería en el cortometraje El cucaracha (2012), de Manuel Ruiz, rodado en Ubrique. Un trabajo desinteresado en un western crepuscular con tintes biográficos.
En alguna que otra de sus películas coincidió con otros jerezanos involucrados en el cine de aquellos años, como los actores Alfonso Rojas y Paul Piaget, o el especialista en caballos Agustín Medina.
Un rostro de anuncio
A Antonio Pica lo podemos considerar uno de los rostros más conocido de la publicidad española de los años `60. Periodo en el que España vive un importante desarrollo industrial, surgiendo nuevos modos de consumir por parte de una incipiente clase media, dispuesta a adquirir los productos que se anunciaban hasta por la misma televisión. Medio de masas nacido en 1956.
Su mayor popularidad vendría de la mano del brandy Veterano, en 1964, aunque antes había hecho un anuncio en prensa para otro brandy de la zona, el Fundador, o para el whisky DYC.
Durante tres temporadas, de 1965 a 1967, Osborne y la agencia de publicidad de los hermanos Moro, desarrollarían una de las campañas publicitarias que más tiempo estuvo emitiéndose por televisión española. La pareja Elena Balduque y Antonio Pica popularizaron el lema del Veterano tiene eso.
A pesar de ello, fue el anuncio que hizo con la famosa modelo inglesa, Jean Shrimpton, conocida como la Gamba, el que le dio más fama como modelo publicitario, cobrando un caché muy superior a lo habitual.
El spot se grabó en agosto de 1967, tal como se recoge en el número 813 de la revista La Actualidad Española.
Diferentes compañías y agencias requirieron su presencia para anunciar frigoríficos, como Leonard, televisores Werner, cigarrillos de marca americana LM y Chesterfield.
La lista incluye a grandes almacenes como El corte inglés, crema para el afeitado Mennen, Cajas de Ahorros Confederadas, agua mineral Lanjarón, aspirina Bayer, las líneas aéreas Iberia, el tren Talgo, de Renfe, la cerveza Cruz Blanca, la compañía sevillana de electricidad, el de aislamientos Vitrofib, y vinos de Moriles entre otros.
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Nota: Por enésima vez volvemos a solicitar al Ayuntamiento rectifique el texto del rótulo de la plaza dedicada a este actor, incluyendo el siguiente texto: Actor Antonio Pica. Ese era su deseo.
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