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Abordar la lectura al dictado

José García Oliva. Experto En Literatura Infantil Y Juvenil.

08 de octubre 2013 - 01:00

DE nuevo enfrentamos otro curso escolar en el que poner el acento en la lectura. Por eso no se puede por menos que reseñar los dos documentos de trabajo que todo colegio e instituto deben manejar en estos inicios para que se determine el papel de la lectura y el de la Biblioteca escolar a lo largo de todo el año académico.

Nos estamos refiriendo a las instrucciones de 24 de julio de 2013, de la Dirección General de Innovación Educativa y Formación del Profesorado, sobre el tratamiento de la lectura, y a las instrucciones, del mismo día y procedencia, sobre la organización y funcionamiento de las bibliotecas escolares.

Lo primero que llama la atención es el que estas instrucciones salgan a mitad de julio y no a mediados de junio para que sus disposiciones se puedan incorporar a las medidas de mejora del curso próximo… hay que retocarlas por tanto en septiembre. Y lo segundo es que teniendo la misma procedencia y temática, no aparezcan en un solo proyecto, una especie de Plan Andaluz por la lectura, como ya lo hubo y parece olvidado. Esto le daría un cuerpo más coherente como actuación en bloque y no como unión de medidas sueltas.

Pocas novedades respecto a cursos anteriores. Eso sí, hay que tener un Plan de Biblioteca por escrito y que llevar a cabo. Y también un Plan Lector. Aunque la verdad ambos pueden ir en el mismo documento, ¿no creen? Algo así como se hace en la red.

Pero si nos fijamos en el texto redactado para la lectura hay algunas cosas a tener en cuenta: seguimos sin una definición contundente de lectura, no hay una relación de objetivos, ni se entra en desmenuzar la competencia lectora en habilidades lectoras, no hay unas recomendaciones para la selección de textos, no hay unas sugerencias sobre dinámicas lectoras,… En fin que "se deja" que los centros abarquen todo ello con el consabido peligro de seguir haciendo lo mismo que cursos anteriores a pesar de haber comprobado su baja eficacia en la mejora de la lectura.

Dos cuestiones llaman la atención como novedosas: "Un deficiente aprendizaje lector y una mala comprensión de lo leído abocan a los alumnos y a las alumnas al fracaso escolar y personal." Esta expresión que aparece literal puede que sea la primera vez que oficialmente se establece una diferencia entre fracaso escolar y fracaso escolar, como dos situaciones distintas. Esto nos puede dar que pensar y hablar en los Claustros y en las casas.

Por otro lado se habla de itinerarios lectores para el alumnado. Algo también interesante a tener en cuenta y que nos dará que hablar en este mismo espacio.

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