Acoje pide medidas para frenar una nueva ola de robos en el centro urbano

Solicita mayor presencia policial por las noches, que es cuando se roba en tiendas y en vehículos aparcados

Sospecha que se trata de delincuentes con permisos carcelarios

El propietario de 'Al Ritmo Urban Shop', en su tienda, después de que ésta fuera asaltada el pasado domingo.
El propietario de 'Al Ritmo Urban Shop', en su tienda, después de que ésta fuera asaltada el pasado domingo. / Miguel Ángel González
Manuel Moure

18 de abril 2018 - 09:19

Jerez/El centro urbano de Jerez está sufriendo un serio incremento en delitos contra la propiedad, los cuales son perpetrados casi siempre a altas horas de la madrugada. Entre los últimos episodios padecidos se encuentra el asalto a la tienda 'Al ritmo Urban Shop' de la calle Santa Rosa, así como a un tienda de ropa de la calle Honda además de robos en coches estacionados. A este último respecto cabe destacar el padecido por una familia en el barrio de Santiago, que tras dejar estacionado su coche sufrió el robo de todos los regalos que había recibido su hijo en la celebración de su primera comunión.

La presidenta de la Asociación de Comerciantes del Centro de Jerez (Acoje), Nela García, no es ajena a esta situación que, según reconoce, preocupa profundamente tanto al colectivo que representa como a las personas que tienen su residencia en el centro.

No hay reinserción y el que sale de la cárcel vuelve a a hacer de las suyas"

Los datos recabados por la Policía hacen referencia a unos pocos delincuentes que actúan a bordo de un ciclomotor y que, muy probablemente, se trate de presidiarios que estén gozando de un permiso penitenciario o acaben de cumplir condena. Si hay algo llamativo en la forma de actuar de estos ladrones es que buscan dinero rápido, objetos que rápidamente puedan canjear por dinero. Se trata del patrón propio del delincuente enganchado a las drogas. "No en vano me ha llamado la atención que había objetos de mayor valor pero difíciles de vender que han dejado en la tienda, llevándose el efectivo", destacó a este medio un comerciante recientemente afectado por un robo en su comercio.

Nela García, presidenta de Acoje, destaca que "en las últimas semanas ha sido habitual que amanezcan coches con los cristales rotos", sucesos que se han sufrido en la calle Corredera además de en el entorno de la calle Honda (Naranjas y Arcos). Según señala, las fuerzas del orden entienden que se trata de "gente descontrolada" dispuesta a robar lo que sea y cuanto antes. A todo ello se une la escasez de efectivos que padecen las fuerzas y cuerpos de seguridad en la ciudad, con especial mención a la Policía Local que tiene a la mayor parte de sus efectivos patrullando a pie por el centro a falta de vehículos, labor que no se puede llevar a cabo en plena noche.

Una de las principales quejas de los comercios del centro es que "cada vez que hay un evento de importancia éste se lleva la mayor parte de la vigilancia y la ciudad queda sin vigilancia". Se trata de un aviso a navegantes de cara a la celebración del próximo Gran Premio de España de motociclismo en el circuito de Jerez.

Se han dado casos incluso en que los ladrones han actuado con absoluta tranquilidad. "Tal es el caso de un negocio de la calle Honda donde pudieron llevarse hasta las llaves de repuesto de la tienda, lo que ha forzado a hacer un cambio general de cerrajería además de afrontar los desperfectos generados por el robo" y que, como es sabido, suelen ser cuantiosos. "O afrontas esos gastos, o contratas un vigilante que se quede allí toda la noche o te quedas a dormir en la tienda. No hay otra opción".

Todos estos hechos delictivos han sido denunciados, lo que puede provocar que las estadísticas del trimestre en curso puedan verse seriamente empeoradas. No vano, desde Acoje se pide que se denuncien todos los hechos delictivos "para que de esta forma figuren en las estadísticas y los recursos de las fuerzas del orden puedan verse incrementados. Se trata de un consejo que nos dan hasta los propios policías", apunta la presidenta de los comerciantes del centro.

Las circunstancias en que se producen estas oleadas de robos suelen tener un carácter cíclico. "Hace dos veranos -recuerda Nela García- ya padecimos una situación similar. En aquella ocasión el objetivo de los delincuentes fueron los escaparates. "Casi siempre coincide con permisos carcelarios. Hasta los propios comerciantes tenemos controlados en la medida de nuestras posibilidades a los delincuentes, sabemos hasta por dónde se mueven. Cuando tienes oportunidad de verlos actuar los describes y los agentes especializados sabes quienes son". Esta es la razón por la que cuando tienen conocimiento de que uno de estos viejos 'amigos de lo ajeno' abandona la cárcel los dueños de las tiendas se pasen el dato entre ellos para que extremar las precauciones.

"La colaboración con las fuerzas del orden -destaca Nela García- es buena pero el problema es que no hay reinserción de presos y el que sale vuelve a hacer de las suyas. Somos consientes de que no podemos tener un policía en cada puerta de los negocios pero esto no resta para destacar que en Jerez hacen falta medios humanos y materiales", concluyó la comerciante que lamenta, además, el hecho de que "estar tranquilo en esta profesión sea prácticamente imposible porque cuando no son las inundaciones son los robos nocturnos y, si no, los hurtos de cada día".

Un delito al alza que subió un 11% el año pasado

Las estadísticas del ministerio del Interior lo dejan claro. Los robos con fuerza en domicilios, establecimientos y otras instalaciones están creciendo, y mucho, en Jerez. No en vano, entre los últimos datos disponibles, se encuentran los que dieron cierre a 2017. Las cifras no son precisamente alentadoras. El 'ejercicio' se cerró con 473 delitos de esta índole perpetrados en la ciudad. Fueron 47 más que el año anterior, lo que supuso que en las estadísticas policiales figure un preocupante 11% de incremento. Los agentes del orden son perfectamente conscientes que un solo delincuente, un descontrolado, es capaz de hacer saltar las cifras en apenas unos días, de ahí que los esfuerzos sean máximos para frenarle cuanto antes y enviarle a prisión. Obviamente, el empeño de los profesionales debe ir acompañado de un número suficiente de policías, algo que Jerez sigue sin alcanzar tras años de espera.

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