Adicción, la salida falsa de la depresión
La coyuntura económica está provocando un aumento alarmante de las patologías mentales Los expertos denuncian que la respuesta sea crear pacientes crónicos para salir del problema


Tras tanto hablar de la crisis en términos orientados hacia la economía poco caso se ha hecho a las verdaderas víctimas de esta coyuntura: las personas. Desde pocos años después de que estallara la burbuja inmobiliaria y el sistema cayera por su propio peso, las organizaciones médicas alertan de un dramático aumento de las depresiones a causa de la situación económica. Desde la fila de los profesionales que se enfrentan a estas patologías, la psicóloga Carmen Campos resalta la importancia de que "la sociedad crea que hay una relación directa entre depresión y crisis", ya que refleja "que la gente piensa que influye algo más que lo biológico en las enfermedades o patologías". Esto supone una vuelta al modelo impulsado por la Organización Mundial de la Salud, OMS, en el que la salud es la suma de componentes biológicos, sociales y psíquicos.
Una corriente de la psicología estudia hoy día, precisamente, un fenómeno que se produce tras la crisis financiera, lo que llaman una 'incertidumbre masiva'. Carmen Campos explica este término aludiendo a que "la caída del modelo financiero ha supuesto una ruptura de los modelos de autoridad, como si todas las instituciones se hubieran ido cayendo una tras otra por un efecto dominó. Ya no hay legitimidad". Sobre la confianza en el otro o en la seguridad versan algunas de las preguntas más importantes de esta 'incertidumbre masiva'. La consecuencia "ha sido más depresión, más ansiedad y, en determinados países, un aumento de los suicidios". En España, "que somos más dados a consolar las penas con conductas adictivas", se está viendo un incremento de "alcoholismo, drogadicción o manías".
Sin embargo, para poder ver la foto al completo, hay que tener en cuenta otro factor como es la salida que los profesionales están dando a estas patologías o enfermedades mentales. Campos explica que, bajo su criterio, "es una salida falsa", que se basa en "la respuesta farmacológica. Se ha subido un 50% el consumo de antidepresivos y ansiolíticos", a lo que suma que "estamos creando un problema añadido, una población de nuevos crónicos. Es realmente preocupante".
El remedio 'ideal' de la crisis sería que "la gente encontrara una vía de salida más en la palabra, en ver cómo elaboran los problemas y cómo enfrentarse a algo de la realidad con unas estrategias adecuadas. Sin embargo, tapar el malestar con un psicofármaco genera un problema nuevo". Como 'causante' de esta corriente farmacológica, la psicológica apunta como culpables "a un lobby farmacéutico con mucha fuerza. Al final, la solución vuelve a ser el mercado y el consumo. Estamos en el origen del problema".
Precisamente sobre el acceso de la gente a los tratamientos, alerta de que las personas que tienen carencias económicas con problemas mentales y de salud no tienen el mismo acceso a los tratamientos que personas con posibilidades. Sobre el papel de las administraciones, Carmen Campos diferencia: "¿Se preocupan los políticos por la psicología? Sí. ¿Hacen suficiente? No. Además de faltar más recursos, hay que analizar lo que se hace con los que hay. Si el principal abordaje es el farmocológico, entonces están medicando más que otra cosa".
El hecho de que la gente se pregunte si la crisis influye en las depresiones "alegra" a Campos por el hecho de que " los laboratorios no han conseguido eliminar el sentido común de la gente". Sobre la tendencia a la depresión, la experta teoriza con que "la respuesta a un problema inesperado es más importante que la determinación genética o biológica a padecer un trastorno. Si hubiera un determinismo en este sentido, apaga y vámonos".
En cuanto a cómo diferenciar si el estado depresivo de una persona corresponde a una patología o enfermedad como la depresión, Campos confiesa que "es muy difícil saberlo en líneas generales, sin un examen previo". "Eso sí -continúa- hay diagnósticos que se ponen de moda. Hubo un tiempo que todo el mundo tenía anorexia y ahora es el momento de la hiperactividad en los niños... La depresión ha sido un diagnóstico más del siglo XX. En el siglo XXI lo que mejor nos va es la adicción. Somos adictivos a cualquier cosa, el ordenador, el móvil, los tóxicos, las compras, el 'Sálvame'... Eso llevado a nuestro terreno, más que decir que todo el mundo tiene depresión, hay que decir que la gente, en general, tiene comportamientos depresivos".
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