De Algeciras a Japón

PARECE que fue ayer cuando un grupo de empresarios, procedentes de la Comisión de Medioambiente de la Confederación de Empresarios de la provincia de Cádiz, fundamos la Asociación de Empresas del Sector Medioambiental de la provincia de Cádiz, AEMCA. Si bien es cierto que el interés existía en el fondo de nuestros pensamientos, debemos agradecerle a la CEC, a su presidente Miguel González, a su vicepresidente ejecutivo, Javier Sánchez, y sobre todo al de la propia Comisión de Medio Ambiente, Manuel Gómez, el que nos pusieran en el camino correcto y nos hayan apoyado desde nuestros orígenes. He tenido el enorme placer y orgullo de haber sido reelegido por unanimidad como presidente de AEMCA, lo que debo agradecer a todas las empresas que han creído desde un principio en este proyecto, y por supuesto, a todas las nuevas que se han ido sumando al él desde entonces. Porque AEMCA ha crecido. Dicen que las asociaciones se hacen más fuertes en momentos de crisis y parece obvio pensar que, ya que la unión hace la fuerza, lo mejor es estar unidos para aguantar el chaparrón. Pero los números de empresas que se dan de baja de la inmensa mayoría de las organizaciones empresariales no dice lo mismo. Y es que, ahora que pienso en la reciente tragedia en Japón, se me ocurre un símil: ¿es mejor quedarse debajo de la mesa, cuando empiezan los temblores, o por el contrario, es preferible salir a la calle no se nos vaya a caer el edificio entero encima? Muchos empresarios ha decidido esconderse debajo de la mesa, algunos incluso, han querido salir del edificio, pero los temblores ya han cerrado puertas y ventanas y no hay escapatoria. Afortunadamente, las empresas del sector medioambiental de la provincia han salido antes de que la crisis derrumbe los edificios sobre ellas mismas y se están uniendo. La crisis es cambio y las empresas que forman parte de AEMCA, estamos en continua adaptación en un sector que está en permanente evolución. Desde luego, no conozco ningún otro sector que introduzca con más cantidad y en más breve plazo de tiempo normativa tras normativa, desde rangos locales a europeos, lo que nos obliga continuamente a innovar en el cumplimiento de las nuevas reglas de juego. Y es que el medioambiente no es meramente un sector empresarial, es un todo lo que nos rodea como el aire que usted y yo estamos respirando en este momento y que, cómo no, también forma parte del medioambiente. Un aire que vigila una consultora, que mueve a una renovable, y que cuida una gestora de residuos. Desde las inundaciones en Algeciras al terremoto en Japón, el planeta está cambiando, y el sector representado por AEMCA tiene la oportunidad, a la vez que la obligación, de participar en la sutil balanza que debe redefinir el tan traído y llevado desarrollo sostenible, que marcará el destino del planeta. Tenemos una responsabilidad, y tenemos la representación de esa responsabilidad en la provincia de Cádiz. Adaptación. Evolución. Innovación. Medioambiente. AEMCA.