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Arte y publicidad en el jerez

El Rebusco

Carlos González Ragel y Teodoro Miciano

Dos artistas jerezanos y sus creaciones

Los buenos catadores, de Miciano, para Palomino & Vergara.
José Luis Jiménez

10 de abril 2022 - 19:16

Carlos González Ragel.

De un tiempo a esta parte, estamos siendo testigo de un gran cambio en el etiquetado de las botellas de vinos producidos en nuestro país, un proceso de renovación que también está teniendo especial incidencia en las bodegas del Marco del jerez, tan tradicionalmente conservadoras.

Como indica César Saldaña en el capítulo XVIII de El libro de los vinos de Jerez (2022): '... es evidente que las bodegas han acudido a diseñadores de gran valía, nacionales e internacionales, y que han actualizado enormemente sus presentaciones'.

El especialista en vinos, Carlos Delgado, considera que: 'La etiqueta que viste un vino no solo obedece a necesidades legales e informativas. Más allá de indicarnos la bodega que lo elaboró y embotelló, la variedad de uva utilizada, el tipo, año, y grado alcohólico, debe mostrar el carácter del vino y la sensibilidad de su elaborador. Debe provocar en el comprador un impacto visual que genere el deseo de adquirirla y beberse el vino, o regalarlo. De ahí que la decisión sobre la etiqueta sea de las importantes dentro de una bodega. Su éxito dependerá de la concordia entre la imagen y la realidad'.

Una de las primeras bodegas en encargar trabajos a artistas de primer nivel fue Château Mouton Rothschild. La idea surgió en 1924 pero realmente el proceso se inició en 1945, y desde entonces han generado una verdadera colección de arte en las etiquetas que han encargado casi todos los años. En 1958 el artista elegido fue Salvador Dalí.

Teodoro Miciano Becerra.

Muchos otros artistas del máximo nivel han colaborado en esta colección, y entre ellos se puede mencionar a Miró, Chagall, Miquel Barceló, Jeff Koons, o Kandinsky.

Desde finales del XIX las empresas vinateras del Marco han sido pioneras a la hora de adornar sus botellas con etiquetas diseñadas por artistas o creativos gráficos. Aquí hemos hecho una selección entre locales, nacionales e internacionales: Francisco Hohenleiter, Rafael de Penagos, Ricardo Marín, Ramírez, León Astruc, Federico Ribas, Leonetto Capiello, Luis Pérez Lila (Suil), José Luis Torres, Carlos Saénz de Tejada. Martínez de León, Manuel Muñoz Cebrián, o el mismo Dalí.

Sin embargo, la investigadora sanluqueña Ana Gómez aporta esta información en el volumen I de su trilogía Imagen publicitaria del Marco de Jerez (2018), cuando se refiere a los ilustradores y diseñadores que realizaron encargos por parte de las compañías vinateras de la zona: 'Una de las principales características que definen el conjunto publicitario del Marco de Jerez es el gran desconocimiento que existe respecto a su autoría, sobre todo en el terreno del etiquetado. Resulta generalizado el anonimato de aquellos ilustradores y litógrafos que se encargaron de su elaboración lo cual queda patente incluso en algunos bocetos originales, de forma que son escasas las etiquetas que aparecen firmadas'.

Al que suma otro factor que explica un generalizado anonimato 'la escasa consideración artística y social, que tradicionalmente se ha otorgado a la obra gráfica, la cual solía ser realizada por los artistas como un medio de vida, no otorgándole ni siquiera ellos mismos importancia artística alguna'.

Es por eso que desde aquí elogiamos iniciativas como las de las bodegas y Viñedos Díez-Mérito al convocar, en 2017, un concurso de etiquetas para vestir una nueva gama de sus vinos.

El diseño premiado fue el presentado por la creativa gráfica Irene Corbacho, según anunció el director general de la compañía jerezana Salvador Espinosa Rodríguez.

Desde aquí propongo que en la contraetiqueta de las botellas se pueda indicar el nombre de sus autores, un elemento que podría prestigiar a la bodega, bien por la reputación ya adquirida del diseñador, o por confiar las mismas a jóvenes promesas.

Nombres como el del sanluqueño Jorge Reyes, de la agencia El gatonauta, o los de los jerezanos Daniel Diosdado y Luis Vázquez Pinteño, suenan con fuerza en este ámbito de la creación.

Cuando César Saldaña trata en su nuevo libro de La imagen del jerez, hace mención destacada a dos personalidades del arte que contribuyeron a crear algunos de los referentes de la publicidad del jerez; dos jerezanos marcados por circunstancias personales dramáticas. Nos referimos a Carlos González Ragel y Teodoro Miciano.

De ellos dice: 'En cuanto a la nómina de artistas locales, es casi obligado comenzar por Teodoro Miciano Becerra, artista de extraordinaria técnica y sensibilidad, que trabajó como director técnico de la Nueva Litografía Jerezana, a la vez que era profesor de Artes Decorativas en la Escuela de Artes y Oficios de Jerez. Suyas son numerosas etiquetas de vino de Jerez, obras frecuentemente firmaba con una simple M...'.

Otro nombre de las artes gráficas jerezanas fue sin duda Carlos González Ragel. Artista de vida tremendamente azarosa y creador de la célebre 'esqueletomaquia'. La obra de González Ragel no solamente está presente en etiquetas señeras sino sobre todo en numerosas piezas de cartelería publicitaria, azulejos y otros soportes'.

Carlos González Ragel (1899-1969)

En

Caricatura de Ragel en una bota de González Byass.

2007, con motivo de la exposición organizada por el Museo de Arte Reina Sofia, 'La noche española. Flamenco, vanguardia y cultura popular 1865-1936', la obra del singular artista jerezano, Carlos González Ragel, fue reivindicada por Pedro Romero, uno de los comisarios.

Once de sus creaciones fueron seleccionadas para la ocasión, que también fueron vistas en París, en el Petit Palais en el 2008. Tuve la oportunidad de contemplarlas en ambas ciudades.

Unos años antes, en 2004, la doctora Mercedes Díaz Rodríguez leía ante el tribunal de la Universidad de Cádiz su tesis Análisis de la personalidad y de los trastornos psicopatológicos del pintor jerezano Carlos González Ragel a través de su pintura.

Dibujo de Ragel anunciado las fiestas locales, 1933.

La familia del pintor, primero su viuda, Amalia Montero, y luego sus sobrinos, ha sabido conservar gran parte de su obra. Una buena tanda de sus dibujos decora actualmente las paredes del Museo de Arte Psicopatológico del Centro de Salud Mental de Ciempozuelos, donde estuvo recluido los últimos trece años de su vida.

Si rastreamos la prensa local veremos que en el año 2000, Diario de Jerez ya le dedicaba un amplio artículo.

La tesis doctoral sobre Ragel.

Hechos que evidencian la importancia de su trayectoria artística.

No hay una relación exhaustiva de las etiquetas que para las bodegas de Jerez realizó Ragel, aquí ofrecemos las que hemos localizado: La flamenca (González Byass), Trocadero (R. Orbaneja), Gran brandy viejísimo (Juan Valencia), manzanilla El Rocío (Viuda de Manjón, actualmente de González Byass), Memorable (escena que nada tiene que ver con Don Quijote, para el brandy de M.G. Luque), El conocedor (González y Cía.), Marilú (Antonio Núñez), Mariloli (González y Cía,). La tarara (J.M. Rivero), Rango (Juan Valencia), Exposición iberoamericana (brandy de José García Delgado), Cartuja (José Argudo), Corregidor (gran coñac CZ), El primo (boceto), Quina CZ (para J.M. Rivero), Jerez quinado San Carlos (boceto para José García Delgado).

Escena de vendimia por Ragel en las bodegas Bobadilla de la calle Cristal.

En una carta a su mujer, fechada en Ciempozuelos el 27 de setiembre de 1956 le solicitaba de nuevo que acudiera a casa de un conocido bodeguero para que le pedirle 3.000 pesetas que consideraba le debía como precio de una etiqueta que el pintor le realizó.

De Ragel hay que mencionar la escena de vendimia que decoraba una gran pared de las bodegas Bobadilla en calle Cristal. Desgraciadamente desaparecida, como seguramente los bellos dibujos sobre azulejos del famoso local Los Gabrieles, en Madrid.

Teodoro Miciano Becerra (1903-1974)

Etiqueta de Acoso, por Miciano.

Sobre la trayectoria vital, académica y profesional de Teodoro Miciano hay que remitir a los nombres de dos de las personas que mejor lo han estudiado, como son Ángel Blázquez Sánchez, autor de la tesis Teodoro Miciano, artista grabador, presentada en la Universidad de Barcelona en 1990. Un ejemplar de la misma se encuentra depositada en los fondos de la Biblioteca Municipal de Jerez.

Y el de la investigadora jerezana Ana Rubio Isabel, autora del opúsculo La Ilustración gráfica en los comienzos del S-XX: Teodoro Miciano (1995), que colaboró en la exposición que se vio en el Palacio de Villavicencio del Alcázar de Jerez en 2006.

En 2015, el Archivo Histórico Provincial de Cádiz le rendía tributo con la muestra de documentos guardados en sus fondos, y que tituló El grabador Teodoro Miciano Becerra, un preso en la cárcel de Jerez.

Etiqueta Regidor firmada tan solo con la M de Miciano.

Si en el nomenclator del callejero de la ciudad se hace patente el homenaje a estos dos ilustres paisanos, no ocurre lo mismo en el Diccionario Biográfico Español de la Real Academia de la Historia, ni en la wikipedia, donde Miciano brilla por su ausencia.

Un personaje olvidado también por la Memoria Histórica local, y al que la asociación cultural Cine-Club Popular de Jerez ha solicitado una placa en la casa donde nació, en la calle Cánovas del Castillo, actual Corredera.

En 1953 aparece el primer tomo de los cuatro que se va a conocer como El Quijote de Miciano, de ediciones Jurado. La comenzó en 1947, en Jerez, con capital bodeguero de los jerezanos hermanos Jurado, continuándola hasta 1966. Se considera una de las ediciones mejor ilustradas de la obra cervantina, con un total de 445 grabados al aguatinta, en una exquisita edición. Se editaron 300 ejemplares en papel hilo verjurado, las ilustraciones a lámina entera, con dimensiones de 16 x 22 cms.

Manzanilla El Rocío, diseño de Ragel.

En 1971 es nombrado director de la Calcografía Nacional y en 1972 entra como académico en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Como colofón en 1974 se le concede el que sería su último galardón y que no pudo recoger en persona, pues falleció días antes, la Medalla de Oro de la Bienal de Artes Gráficas de Florencia, el mayor premio internacional que se había otorgado a un grabador español.

Miciano fue menos prolífico que Ragel a la hora de diseñar etiquetas pata los vinos y brandies jerezanos. En cambio, fue el autor de una de las imágenes más emblemáticas de nuestra publicidad, la que identificaba los vinos de las bodegas Palomino&Vergara, El club de los buenos catadores.

Portada del Álbum de la coronación de la Virgen del Carmen, por Miciano, 1925.

Aquí traemos algunas de las etiquetas que he podido localizar: Fabuloso (brandy de Palomino&Vergara), Bohemio (amontillado fino Eduardo Bohorques), Regidor (solera reservada 1880 de coñac viejísimo para Eduardo Bohorques), Yola (manzanilla de Juan Valencia), Tronío (Amontillado fino de Juan Valencia), Acoso (cream sherry de Marqués de Irún).

Nota:

Un ejemplar de la publicación Álbum de la coronación de la Virgen del Carmen, de 1925, ha sido donado recientemente por el que esto suscribe a la Biblioteca Municipal de Jerez.

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