Asaja sale en defensa de los parques eólicos instalados en el viñedo de Jerez
Enoturismo
Cuestiona la representatividad de la Asociación de la Ruta del Vino y el Brandy para pedir su prohibición
Afirma que es de las pocas “alternativas rentables” que tienen los viticultores frente a la "larga crisis del sector"
Asaja-Cádiz muestra su sorpresa con la posición adoptada por la Asociación de la Ruta del Vino y el Brandy del Marco de Jerez en contra de la proliferación de parques eólicos y solares en el entorno de viñas de Jerez, de las pocas “alternativas rentables” que tienen los viticultores frente a la “larga crisis del sector”, afirma la organización que agrupa a los viñistas independientes de Asevi.
La organización agraria manifiesta en un comunicado su total desacuerdo con la alegación presentada el pasado viernes por esta asociación ante Urbanismo y en la que solicita “que el PGOU de Jerez no permita la instalación de elementos que contaminen visualmente el paisaje de los pagos de viñas del término municipal, en particular y de forma específica los parques solares fotovoltaicos y los aerogeneradores o parques eólicos”.
La decisión, cabe recordar, se adoptó por acuerdo de la ‘Mesa de Viñas’, órgano consultivo encargado del diseño del proyecto ‘Pagos del Sherry’ financiado con fondos ITI que propone tres itinerarios enoturísticos por los pagos históricos del Marco de Jerez, y cuya última reunión contó con la presencia de responsables y técnicos municipales, encabezados por la alcaldesa, Mamen Sánchez.
Asaja cuestiona, en primer lugar, la representatividad de la Asociación de la Ruta del Vino y el Brandy tanto entre los viticultores como en la viña, motivo por el que, además de lamentar que promueva medidas que “afectan de forma muy negativa a la viña y a los viticultores”, considera que debería cambiarse el nombre para incorporar la palabra ‘Viña’, anteponiéndola a los términos ‘Vino’ y ‘Brandy’, de forma que la entidad pasase a denominarse “Asociación de la Ruta de la Viña, el Vino y el Brandy”.
Del mismo modo, Asaja reclama al Ayuntamiento que, para abordar cualquier cuestión que afecte a la viña y a los viticultores, y “antes de tocar nada”, se siente con los responsables de la organización que ostenta la representación mayoritaria en este colectivo.
Según el comunicado, “la larga crisis que sufre el sector obliga a los viticultores a buscar alternativas rentables, en este caso que sean compatibles y no obliguen a arrancar el viñedo, como es el caso de los molinos de viento”, toda vez que “el enoturismo puede ser una alternativa para algunos, pero no para todos, y lo que no se puede es acudir a la Administración para ahogar más al viticultor prohibiéndole poner energías alternativas en los viñedos”.
En este sentido, Asaja defiende que los parques eólicos y solares instalados “en paisajes agrarios tradicionales generan menos impacto ambiental que en otras áreas del territorio”. “Es más –prosigue la nota–, lo que contamina el paisaje y en lo que esta asociación debería entrar, es el lamentable estado en el que se encuentran muchos cascos de bodega en nuestra ciudad”, a lo que añade que “para ‘salvar’ el paisaje del viñedo habría que haber salvado antes los cascos bodegueros, algo de lo que se guarda un discreto silencio”.
“Hay otros casos que contaminan más el paisaje del viñedo”, afirma la organización agraria, que alude al edificio del CIFA –Centro Ifapa– Rancho de la Merced, dependiente de la Consejería de Agricultura de la Junta, y que “en nada respeta la arquitectura tradicional de las casas de viña en Jerez”.
Para Asaja, resulta llamativo que la Asociación de la Ruta del Vino y el Brandy confíe en que su propuesta prospere por el hecho de que la alcaldesa, Mamen Sánchez, sea la vicepresidenta de la misma, toda vez que subraya que “el Ayuntamiento debe velar por la prosperidad. Limitar o dificultar a nivel municipal la implantación de renovables es mandarlas a que se instalen en poblaciones colindantes”.
En última instancia, la organización agraria defiende que “las energías renovables son el futuro”, algo a lo que “nos están obligando todos los acuerdos europeos”, como la Agenda 2030 o los objetivos de Desarrollo Sostenible, por lo que “ir en contra de ellas es un atraso”.
“Hasta ahora nadie ha valorado el paisaje que durante siglos los viticultores han mantenido, a pesar de que es ruinoso desde el punto de vista productivo”, apostilla Asaja-Cádiz.
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