Astoria sí, Viernes Flamencos, no
Flamenco
La suspensión de la primera cita del ciclo Caló Flamenco continúa generando polémica entre artistas y aficionados
Veinticuatro horas después, Juventud sí celebró un concierto en el antiguo Cine Astoria
La suspensión del concierto que abría los Viernes Flamencos ha generado una oleada de críticas por parte de aficionados y artistas en torno a ello, críticas que salpican directamente al jefe de la Unidad del Flamenco, Luis Pérez, y Francisco Camas, delegado de Cultura. Durante las últimas 24 horas, han sido numerosas las reacciones que se han producido, la mayoría a través de las redes sociales, mostrando su malestar por el asunto.
También desde la Junta de Andalucía, a la que José Antonio Díaz, responsable de Urbanismo del Ayuntamiento, reprochaba el decreto 14/2020 como causante de la suspensión de esta primera cita flamenca del verano en Jerez, han mostrado su sorpresa.
De hecho, desde la administración autonómica se considera que “se está enredando” con este asunto, ya que “si se hubiese celebrado el concierto y se produjesen denuncias, el mismo Ayuntamiento es el que hubiese inspeccionado, y seguramente ya habría acabado el concierto cuando sus técnicos fuesen a comprobar el cumplimiento del decreto, con lo que no podrían sancionar”.
Desde la Junta se intuye que “el concierto no se habrá podido celebrar por otros motivos, y han puesto el decreto como excusa. Además han tenido desde el 28 de mayo, fecha que entró en vigor el decreto, para pedir en el mercado los limitadores de sonido y nos extraña mucho que ese mercado sea lento”.
De hecho, según ha podido saber este medio, en la propia ciudad de Jerez existen hasta tres empresas especializadas en este asunto.
Hay que recordar que para llevar a cabo un concierto de este tipo, la empresa organizadora, en este caso Fundarte, debe solicitar un proyecto del mismo, que en el caso de éste en concreto ha llevado a cabo Eonos.
Lo habitual en estos casos es que la empresa organizadora debe solicitar a la Junta, responsable legislativo en materia medioambiental, una excepción, justificando la imposibilidad de llevar a cabo el acto conforme al decreto; una excepción que desde el gobierno autonómico se suele conceder siempre y cuando se tenga conformidad por parte de Urbanismo y Medio Ambiente para la licencia.
¿Qué ha pasado entonces? Al parecer, según ha podido conocer este Diario, es un técnico de Medio Ambiente quien se niega a firmar a mediodía del pasado viernes el informe, de ahí que desde Urbanismo, como bien manifestaba su delegado José Antonio Díaz a este medio ayer sábado, no autorizase el mismo.
De cualquier forma, desde la Junta de Andalucía han dejado claro que la administración sólo realiza “inspecciones cuando los denunciantes muestran que lo han denunciado al Ayuntamiento y este no ha actuado en un mes o cuando los Ayuntamientos lo piden porque no tienen medios”.
La Junta insiste en que “la competencia es municipal, nosotros actuamos supletoriamente porque no tienen medios para medir ruidos en muchos Ayuntamientos o si ellos no atienden a las denuncias de los ciudadanos en un mes. De hecho los resultados se los pasamos a los Ayuntamientos, que son los competentes en sancionar, excepto si la instalación tiene AAI (Autorización Ambiental Integrada) o AAU (Autorización Ambiental Unificada), que es nuestra competencia”.
Mientras, los artistas y la empresa productora del concierto siguen a la espera de que el Ayuntamiento, la Unidad del Flamenco, o en este caso Fundarte, que es la que se encarga de todo el tema burocrático de estos ciclos, envíen un documento oficial en el que se explique todo lo ocurrido, ya que la suspensión se comunicó a través de una escueta llamada de teléfono dos horas del concierto y mediante algunos whatsapps.
Es más, han criticado que desde el Ayuntamiento, a través de las redes sociales de Flamencodejerez.org, hayan dado por hecho la fecha del 13 de agosto para la celebración de este concierto, entre otras cosas porque a día de hoy muchos de ellos ya tienen comprometida esa fecha.
Además, algunos de ellos han mostrado su sorpresa al comprobar cómo en la jornada de ayer se celebraba en el antiguo Cine Astoria un concierto “con bastantes decibelios” organizado por la delegación de Juventud sin que, al contrario de lo que ocurriera el pasado viernes en los Museos de la Atalaya, haya habido ningún tipo de problemas con el informe técnico o el limitador de sonido.
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