Asuntos pendientes en el Zoo
Un recorrido por las principales demandas del parque Alberto Durán, donde los trabajadores se quejan de falta de personal, instalaciones obsoletas y escaso apoyo de las distintas administraciones
"¡Mira mama, el elefante!". Buba es, sin duda, el animal más visitado del Zoobotánico. Va de un lado a otro, como una actriz de cine, atendiendo a las llamadas de los niños. Le gusta ser la protagonista, aunque su casa no sea precisamente la de una estrella 'animal'. Su instalación necesita una auténtica reforma. Por ello, tendrá que emigrar en breve a otro parque para ser madre, según exige la Asociación Europea de Zoos y Acuarios (EAZA), de la que forma parte el Alberto Durán, y regresará tan sólo a la ciudad cuando su espacio esté acondicionado para que esté acompañada por su cría y un macho. Trabajadores del parque se quejan de que el proyecto de ampliación y remodelación estaba listo, "pero desde el Ayuntamiento nunca se ha hecho la inversión. Este es un ultimátum que la Asociación nos ha dado y estamos seguros de que Buba no regresará. Ya se veía venir lo que iba a pasar". Los problemas con la instalación de la elefanta forman parte de una lista de demandas que los empleados vienen realizando "desde hace mucho tiempo". "No puede ser que el principal foco turístico de la ciudad esté atendido por, en ocasiones, un solo cuidador al no cubrirse bajas, ni vacaciones", comenta Miguel Zarzuela, de UGT, que añade que es necesario "suplir esta carencia con personal especializado". A este respecto, una de las trabajadoras asegura que "muchas veces hemos tenido nosotros mismos que arreglar, pintar, vaciar las papeles, aunque no esté en nuestras funciones. Pero lo hacemos porque es la única manera de mantener vivo el parque, por el que tanto hemos luchado y que tan preciado es por los visitantes. También es cierto que faltan cosas, pero también es verdad que arrimamos mucho el hombro. El Ayuntamiento ha reducido su aportación y ahora vivimos, sobre todo, de la venta de entradas. No podemos pensar que dependemos del Ayuntamiento, no es la mentalidad correcta".
En este sentido, Zarzuela ve "necesaria" la mejora y ampliación de otras instalaciones, con la eliminación de barreras paisajísticas y la traída de nuevos animales, "nuevos atractivos, como rinocerontes, leopardos, pero para ello debe entrar inversión pública mayor porque el coste es bastante alto". "Menos mal -añade- que tenemos los padrinos, que aportan mucha ayuda. Al final todo se hará de esta manera".
Entre tanta charla, ya en la zona de los patos, los niños ríen con el aleteo de los animales en el agua. Se ve que unos y otros se lo están pasando bien. En la instalación de las nutrias, un cuarto de lo mismo. Es un día soleado y el parque rebosa de visitantes de todas las edades. La cosa está animada.
Y vuelve la seriedad del asunto que nos trata. Por su parte, el delegado sindical de CGT en el Zoo, José Saborido, dice que "el principal problema del Zoo es la dejación y abandono por parte del Ayuntamiento. La dirección hace todo lo que puede pero no encuentran el apoyo del Consistorio. Además, no se reactiva la colección zoológica y hay animales solos como el bisonte, que no tiene hembra, o la leona asiática, a la espera de un león aunque ya se están haciendo gestiones para ello". Saborido recordó que el temporal tiró la instalación de los ardeidos hace un año y sigue igual, a la espera. "Se podría haber arreglado hace tiempo por Infraestructura y una persona de mantenimiento, sola de aquí no puede". El delegado sindical hizo referencia también al asunto de Buba, y dijo que la necesidad de cambiar las instalaciones, "lo sabía la delegada de Medio Ambiente, África Becerra, desde hace tiempo. Algo que se podría haber incluido en los planes de Zapatero, junto con la construcción de grandes centros comerciales, ¿no? Buba es la atracción principal y no tiene el apoyo necesario". Saborido se quejó además de espacio de los muflones, "que es antediluviano, que no guarda las medidas de seguridad de cara a los visitantes. Esto no es culpa de la dirección del Zoo, sino de la falta de inversión por parte del Ayuntamiento. La dirección tiene esto como prioridad y la eliminación de barreras arquitectónicas, también".
Respecto al personal, Saborido apuntó que la semana pasada "hubo un día en que sólo estuvo un trabajador, un cuidador por la mañana. Llevamos sin encargado desde noviembre y los fines de semanas tienen que venir incluso trabajadores que están descansando y hacer horas extras, en vez de contratar a más personal".
El paseo continúa. El 'techo ecológico' (un manto verde de hierba), de la casa de los hipopótamos disimula el estado un tanto desmejorado de la instalación. La pareja de animales descansa al sol, ajena.
Mientras tanto, desde CCOO se refieren a "la falta de un proyecto claro, que los empleados sepamos hacia dónde nos encaminamos. Antes se nos reunía a todos los trabajadores y ahora nos enteramos de cosas tan trascendentes como que se llevan a Buba por la calle. Y esta desilusión se refleja en el parque, una empresa con la que siempre hemos estado muy volcados. Y hay que destacar que hay mucha desorganización". En cuanto a las carencias, "por la crisis se han frenado las inversiones en cuando a instalaciones, que muchas acusan la edad, como la de las jirafas o la de Buba".
Y entre tanta palabra, ahí está la preciada colección botánica, que observa en silencio cómo pasa el tiempo, cómo el Zoo va cambiando, se va transformando, va creciendo. No dice nada. Sólo mira.
Bajo la sombra de algunos de estos árboles, el director del parque, José María Aguilar, reconoce que la situación económica "con la que nos hemos encontrado unida a las condiciones climatológicas de este año, han mermado los recursos que genera el propio parque, que afecta a nuestra economía. Porque lo que intentamos cada vez más es autofinanciarnos". En cuanto a las mejoras, Aguilar dijo que sí es cierto que hacen falta "porque estamos en constante evolución. Acabamos por un sitio y empezamos por otro. Los arreglos se hacen conforme van llegando los recursos". El director del Alberto Durán adelantó que casi con toda seguridad será con la llegada del buen tiempo, "a partir de la primavera", cuando Buba se marche para ser madre. "Y nos pondremos las pilas para que regrese. Nuestra filosofía sigue siendo la conservación, investigación y la educación", concluye.
La delegada de Medio Ambiente, África Becerra, hizo referencia al mencionado déficit de personal, del que dijo "no es verdad, ¿cómo vamos a dejar el Zoo en manos de un solo cuidador? No me parece correcto que estos trabajadores hablen mal del parque, porque es un recurso turístico que no debemos criticar". En cuanto a la mejora de instalaciones, la delegada aseguró que Infraestructura arreglará en breve el espacio de los ardeidos y apuntó que la reforma en la casa de Buba "está prevista en los presupuestos del próximo año. Creo que este Gobierno ha hecho una buena inversión en el Zoo, como en el Plan Turístico, en su primera fase y con el que queremos eliminar esas barreras arquitectónicas. Estamos permanentemente trabajando. Hace años no se hacía en el parque inversión alguna, ahora sí".
Camino, algo pedregoso, de la salida del parque. Los flamencos son los encargados de recibir y despedir al visitante. Uno de los mayores atractivos de la ciudad tiene flecos, asuntos pendientes que resolver. Cuestiones que pueden transformar la buena imagen que se ha fraguado durante años. ¿Qué diría ahora Alberto Durán?
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